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MARTA FDEZ. VALLEJO
SAN SEBASTIÁN
Martes, 21 de diciembre 2021, 06:43
Al alumnado vasco no le salen las cuentas. Los resultados de los escolares en Matemáticas son los peores desde que el Gobierno Vasco comenzó ... a realizar evaluaciones diagnósticas, en 2009, en los cursos de cuarto de Primaria y segundo de Secundaria. Desde entonces, ha aumentado también el porcentaje de chavales que se hallan en el nivel inicial de esta materia fundamental en la formación académica de los estudiantes –ya son uno de cada cinco– y han descendido los que están en el grupo con conocimientos avanzados.
Los alumnos de cuarto de Primaria lograron en 2011 su mejor nota en Matemáticas: 255 puntos, que cayeron a 239 en 2019. Diez años antes habían situado el listón en 250 puntos. En Secundaria se ha bajado de 250 a 246 en una década –incluso menos, 239, el pasado curso, afectado ya por la pandemia–. Y si en 2009 cerca del 15% estaba en ese pelotón inicial de escolares con habilidades matemáticas básicas, ahora son casi el 20%. Más de la mitad se ubican en el grupo intermedio.
Los datos corresponden a las pruebas realizadas en 2019, las últimas que se practicaron en todos los centros justo antes de la crisis sanitaria, para determinar los conocimientos de matemáticas, euskera, castellano y ciencias. La evaluación de 2021 –se hacen cada dos años– fue voluntaria para los colegios y solo se llevó a cabo en un tercio de los centros de Primaria y en un 40% de los de Secundaria, debido a la epidemia. En la mayoría de materias se dio un retroceso el pasado curso.
INFORME
Que un niño de cuarto de Primaria –de 9 y 10 años– solo haya adquirido destrezas básicas de matemáticas supone que no alcanzará las competencias de la etapa y condicionará sus aprendizajes futuros. Significa que «tiene conocimientos numéricos elementales y completa exclusivamente ejercicios muy sencillos de una operación», según los parámetros del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación (IVEI), que aplica estas pruebas. Tienen dificultades para emplear unidades como las de peso, capacidad, tiempo o moneda. Los de Secundaria que se quedan en este tramo inicial no son capaces de resolver problemas de cierta dificultad y cometen «fallos» al «aplicar fórmulas y procedimientos matemáticos en contextos conocidos».
Los escolares en el grupo de los excelentes han experimentado una fuerte reducción en Primaria: del 36 al 27%. En Secundaria se mantienen estables, en un pobre 24%. Esas carencias limitan las posibilidades de elección de estudios técnicos y científicos, con mayor empleabilidad. Los conocimientos matemáticos han adquirido una gran relevancia en el mercado laboral con el proceso de digitalización de las empresas.
Educación no ha publicado los informes de las evaluaciones diagnósticas de 2019 y 2021. Solo ofreció algunos resultados parciales en un documento presentado en junio en el Parlamento. Elkarrekin Podemos le reclamó en septiembre los resultados de ambas pruebas, pero el Departamento respondió en noviembre que la información estaba «en proceso de maquetación y publicación».
El documento sobre la situación de la enseñanza en Euskadi que se dio a conocer en junio mostraba que en los colegios de zonas con mayor presencia del euskera y un índice socioeconómico más alto los resultados en matemáticas no han bajado en los últimos años. Por contra, en ámbitos menos euskaldunes y con rentas más bajas, la caída es muy acusada.
El Consejo Escolar de Euskadi ya ha advertido de que un escaso dominio de la lengua vehicular –la de estudio– lastra el rendimiento académico en el resto de asignaturas. La devaluación en Matemáticas tiene que ver con la baja competencia en euskera del alumnado. En 2019 más de un tercio de los escolares de cuarto de Primaria y más de la mitad de los de segundo de ESO estaban en un nivel inicial de rendimiento en euskera y con unas habilidades comunicativas con las que no se puede cursar con éxito académico una materia. Y el porcentaje de matriculados en la línea de inmersión lingüística roza ya el 75%.
«Los datos revelan que el retroceso en la adquisición de la competencia matemática avanza a medida que se generaliza la inmersión lingüística», apunta Ricardo Arana, uno de los expertos que comparece hoy en el Parlamento, en una ronda previa a la elaboración de la futura ley vasca de Educación. Subraya que el fracaso académico afecta en mayor medida a alumnos de entornos desfavorecidos, que «no pueden utilizar su lengua materna, el castellano, como herramienta de aprendizaje, ni reciben apoyo en casa. Las familias que, a pesar de no ser euskaldunes, disfrutan de rentas más altas puede ofrecer refuerzos académicos a sus hijos», concluye.
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