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Luis Lizasoain, profesor de Métodos de Investigación en Educación en la Universidad del País Vasco hasta su jubilación, no ha dejado de analizar datos y ... estadísticas para tratar de hallar las claves de la buena enseñanza. Aunque no ha encontrado todas las respuestas, ya conoce alguna. «La clave está en el profesorado y en el liderazgo de los equipos directivos», dice.
– Un mantra que se repite mucho es que los jóvenes salen del sistema educativo cada vez peor preparados.
– Es algo que se lleva diciendo por lo menos desde Sócrates. Lo que sí es verdad es que los jóvenes son muy distintos. Esto se dice en todas las etapas, si les preguntas a los profesores de la universidad te dirán que cada año vienen peor preparados.
– ¿Y no es verdad?
– Yo procuro basar todas las cosas en la evidencia, no en percepciones. Lo que sí es cierto es que están cambiando muchas cosas y los jóvenes ya no son como los de antes, igual que nosotros tampoco fuimos como nuestros padres, pero no hay evidencias de que estén peor preparados, aunque no digo que no haya cosas que vayan a peor. En educación tenemos problemas, pero las cosas se hacen razonablemente bien. Si ve cómo están los sistemas educativos en otros sitios, lo nuestro no está tan mal.
– Otro lugar común es que en los colegios se ha perdido la cultura del esfuerzo.
– En una conferencia que di hace poco hablé de las falsas dicotomías en educación, como que ya no memorizan o no hay cultura del esfuerzo, que era lo único que había en mi época. Es verdad que ha habido un discurso de que aprender era muy guay y muy divertido, pero yo no creo que se haya perdido la cultura del esfuerzo.
– ¿Los colegios privados son mejores que los públicos?
– La pregunta del millón es qué es un buen colegio.
– ¿Se conoce la respuesta?
– La pregunta básica en investigación es cuáles son los factores que hacen que una escuela sea buena y cómo podemos conseguir que haya más escuelas buenas.
– ¿Un buen colegio es un lugar en el que los alumnos sacan buenas notas?
– Esa es la clave. ¿Cuál es la función de un colegio? La primera y más inmediata es instruir, y la más global es educar. La instrucción es lo más específico del ámbito escolar, mientras que la educación compete al colegio pero también a la familia, aunque hay más agentes. Yo diría que un buen colegio es aquel en el que todos los estudiantes, todos, consiguen aprender el máximo que pueden.
– ¿Todos?
– No todo el mundo va a aprender lo mismo ni de la misma manera, pero todos lo hacen y eso sucede independientemente del nivel socioeconómico y cultural familiar, esta es la clave. Una escuela cumple su objetivo cuando logra el máximo nivel de aprendizajes para todos sus estudiantes independientemente del contexto familiar.
– ¿Hay colegios que maquillan las calificaciones para obtener matriculaciones?
– Es es algo que siempre se ha sospechado. El Isei hizo un estudio ante la duda de si había colegios que en Bachillerato subían la nota y no encontró ninguna evidencia. Yo no digo que algunos no lo hagan, pero no me parece que sea una práctica generalizada.
– Al final nos ha quedado sin contestar la pregunta de si los privados son mejores que los públicos.
– Cuando en algunas evaluaciones a gran escala se ordenan todos los colegios por las notas que sacan en la prueba común a los centros, lo que ocurre es que los privados quedan los primeros, pero cuando coges un procedimiento estadístico que permite controlar el efecto del nivel socioeconómico, el ránking es completamente distinto. Esto es algo que empezamos a hacer en 2011 en el País Vasco.
– ¿Qué resultados obtuvieron?
– Para nosotros, los buenos colegios son los eficaces, los que una vez que les quitamos los efectos contextuales, su puntuación es mucho mejor que la de los colegios de contexto similar. Ahí nos hemos encontrado con colegios concertados y colegios públicos, ikastolas, cooperativas de padres. La lista de los buenos colegios, de lo que llamamos centros de alta eficacia, es como una foto en pequeñito del sistema educativo vasco. Más o menos, la mitad son públicos y la mitad concertados, de nivel socioeconómico bajo, medio y alto, rurales y urbanos...
– ¿Hay muchos colegios buenos en Euskadi?
– No tenemos un criterio extraestadístico, pero en general yo diría que colegios buenos o muy buenos son como mínimo entre un 15% y un 20%. En el País Vasco hay colegios que son extraordinarios.
– ¿Los métodos que aplican estos colegios se pueden exportar a otros?
– Esta es la jugada. Lo que hicimos fue ver cuáles eran sus buenas prácticas con la idea de transferirlas.
– ¿Dónde está el truco?
– Hay muchos, pero la clave está en el profesorado y en el liderazgo de los equipos directivos. Lo que hemos encontrado en estos colegios de alta eficacia es que todos los profesores son conscientes de que ser docente es una profesión muy complicada y que se están formando continuamente. Tienen un alto nivel profesional y también es gente muy comprometida con la educación. Además, el claustro de estos colegios es como una trainera en la que todos reman en la misma dirección, porque si una parte tira para un lado y la otra para otro, si está dividido y tienen broncas... Pero la clave está en el profesorado.
– ¿Y otra clave no puede ser que son colegios con alumnos poco conflictivos?
– Cuando hay seres humanos en interacción el conflicto surge. Otra de las características de estos colegios es que cuando hay un conflicto saben cómo resolverlo porque se han formado para ello y muchas veces han formado a los propios chavales para que actúen como mediadores. Pero es verdad que cuando tienes una situación de gente muy problemática, la cosa se te complica, necesitas mucho apoyo y probablemente lo que necesitas es disminuir la presión, que no todo vaya al mismo centro. A la directora de un instituto le pregunté qué tal era el clima de su centro y me dijo: 'Vamos mejorando, ya no voy todas las semanas a la comisaría de la Ertzaintza'.
– Esto es lo que se intenta con la nueva ley vasca de Educación, evitar la segregación.
– La idea es muy buena y se ha fundamentado en evidencias, lo que pasa es que es difícil. No esperemos que eso se vaya a arreglar de un día para otro. Es un problema que nos atañe a todos, no le podemos pasar el muerto a Educación ni al profesorado. Como padres y madres todos procuramos dar lo mejor a nuestros hijos y a lo mejor la percepción de un colegio es tan problemática que optas por llevar a tu hijo a otro.
– El debate sobre la ley vasca de Educación ha estado muy centrado en los modelos lingüísticos. ¿Qué ocurrirá con ellos?
– La situación sociolingüística del País Vasco en los años 80, cuando empieza el nuevo sistema educativo, no tiene nada que ver con la que hay ahora. Es una historia de éxito, hay que decirlo así, y creo que es un compromiso de la gran mayoría de la población. Con los modelos, el D es abrumadoramente mayoritario, el A es casi residual, y en cuanto al B, hay casi tantos como colegios. Hay centros cuyo modelo B es casi un D y otros que es casi un A. La práctica de los colegios bien hecha ha funcionado bien. Al final no sé cómo va a quedar, ese es el debate político entre PNV, PSE y Bildu.
- Los últimos informes PISA no han sido muy benévolos con nuestro sistema de enseñanza. ¿Estamos ante un sistema educativo cuesta abajo?
- Sinceramente, no lo sabemos. La primera bajada que tuvimos, que fue muy llamativa, fue en 2015. Se hizo un estudio para ver las razones y no está muy claro. De todas formas, en PISA nunca nos va a ir bien.
- ¿No es una afirmación muy tajante?
- PISA no se aplica a un curso determinado, sino que su muestra son estudiantes de quince años y lo que ocurre en Euskadi es que algo más de un 20% de los chavales de esa edad ya han repetido al menos un curso. Si quitas los repetidores de la muestra de PISA, nuestros datos son como los de Finlandia. En este país cuando hay un problema de aprendizaje se detecta pronto y se interviene enseguida, y la gran mayoría tira para adelante. Su tasa de repetidores es bajísima
- ¿La digitalización de las aulas ha cuajado?
- Lo ha hecho, pero lentamente. Va cuajando porque ahora se está incorporando mucho profesorado nuevo que son nativos digitales. La digitalización no es ninguna panacea. La Unesco sacó hace dos meses un informe diciendo que no hay evidencias muy sólidas de que la digitalización provoque una mejora sustantiva y equitativa, lo que pasa es que esto no quiere decir que no haya que hacerlo, porque es el mundo en el que vivimos.
- ¿Los alumnos siguen sin salir del sistema con una tercera lengua bien aprendida?
- No es un problema del País Vasco sino de toda España. No sé qué pasa aquí. Donde más influye el nivel socioeconómico familiar es en la asignatura de inglés. Las familias que se lo pueden permitir mandan al hijo al extranjero a aprender idiomas o a una academia y se está creando una brecha social importante. Ahí todavía nuestro sistema tiene que aprender mucho.
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