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El curso escolar empieza oficialmente este jueves con el reto de aplicar en todos los cursos la última reforma educativa, la Lomloe, que supone ... una auténtica transformación con respecto a la forma de enseñar previa –en 2022-23 se activó en los cursos impares–. Evaluación continua, por competencias y sin notas numéricas son algunas de sus principales características. Varias de estas ya se trabajan en los colegios vascos pero a partir de este 2023-24 son de obligado cumplimiento. Esto supone nuevas formas de hacer en el aula, donde ya no tienen cabida las clases magistrales. A su vez, la posible aprobación de la nueva ley vasca de Educación planea sobre cualquier decisión en un momento en el que la escuela vasca se enfrenta al reto de la baja natalidad junto a los propios cambios de la sociedad. En este sentido, la nueva normativa en la matriculación para los pequeños de dos años, que busca frenar la segregación basada en el reparto de alumnos según el índice de vulnerabilidad, ha supuesto un quebradero de cabeza para los centros y las familias.
Lomloe para todos. La última reforma educativa, la Lomloe, se implanta en todos los cursos de enseñanza obligatoria. Si en 2022-23 se aplicó a los cursos impares, ahora se extiende también a los pares.
Evaluación por competencias. La principal novedad es el cambio radical que supone una evaluación continua y por competencias. No supone una novedad para muchos colegios vascos pero sí lo es su obligado cumplimiento. Esto implica una nueva forma de enseñar a la que los centros educativos se tienen que adaptar sin tener, en muchos de los casos, referentes previos. A eso se añade la dificultad, según varios directores consultados por este periódico, para entender la propia terminología y vocabulario que emplea la ley y 'bajarla al aula'. En los colegios advierten de que los cambios que propone la ley no se pueden realizar de un curso para otro y que llevarán su tiempo porque no resulta sencillo pasar de una enseñanza basada en contenidos a una de competencias.
Evaluación continua. Adiós a las notas de 0 a 10, salvo en Bachillerato. La manera de calificar a los alumnos regresa al insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente, pero sin puntuar. La valoración del trabajo de un estudiante no se basará en un examen, sino que tendrá que tener en cuenta el trabajo diario, lo que obliga a un cambio en las formas de enseñar. Algunas voces advierten del riesgo de poner el foco en las formas en detrimento de los contenidos. «Para poder saber hacer, primero hay que saber. No significa que únicamente se tenga que memorizar, pero nos debemos a la transmisión de conocimientos».
Repetición de curso excepcional. Repertir un curso se plantea como algo excepcional y solo se podrá hacer en una ocasión en cada etapa. No se permite tripitir un curso.
Definición de ámbitos. Los colegios deberán definir los ámbitos educativos, esto es, buscar asignaturas afines que se puedan impartir de manera conjunta. Por ejemplo, el ámbito científico-tecnológico aunaría las asignaturas de matemáticas, física y tecnología. Hay un marco común para todos los colegios pero cada centro educativo tiene libertad para dar forma a sus ámbitos de enseñanza.
Procesos burocráticos. Profesores y directores lamentan que cada vez emplean mayor tiempo en rellenar documentación que requiere la administración. Un tiempo que se quita de la propia docencia y que resta fuerzas en la propia jornada laboral. «Cada vez queda menos espacio para el alumno cuando precisamente estamos hablando de que el alumno está en el centro de la enseñanza», comenta un director.
Codocencia. La puesta en marcha de los ámbitos está directamente relacionada con la codocencia por la que un mismo profesor podrá hacerse cargo de varias materias (por ejemplo: historia y euskera); o que varios profesores compartan horas lectivas para complementar la enseñanza (por ejemplo, se aprende literatura dentro de un contexto de historia mientras se trabaja la parte artística).
Selectividad. El examen de acceso a la universidad se mantiene como en los tres años anteriores, una prueba de EAU 'blanda' en la que los estudiantes elegirán por temas y no por bloques. La reforma prevista para junio de 2024 ha quedado pospuesta para el curso 2024-25 después de que el Gobierno en funciones comunicase que no tiene margen para actuar tras paralizar el proceso de modificaciones gradual por la convocatoria electoral de julio.
Bachillerato general. La modalidad de Bachillerato general se puso en marcha el curso pasado junto a otras cuatro opciones de estudios previos a la universidad (Ciencias y Tecnología; Humanidades y Ciencias Sociales; Artes Plásticas, Imagen y Diseño; Artes de Música y Artes Escénicas). Para este curso se ha ampliado el número de centros que se han abierto a ofertarlo pero en otros todavía son reticentes sobre todo por las dudas que genera desconocer cómo se ponderan sus asignaturas en Selectividad.
Digitalización. La digitalización en la enseñanza es prioritaria. Si el curso pasado el profesorado tenía que acreditar su competencia digital acreditando un A2 pueden ampliar sus currículo con un B1. A esto se añade la propia apuesta por las herramientas digitales para el alumnado. El debate en la sociedad está abierto tras la decisión de Suecia, pionera en la digitalización escolar, de frenar su inversión en pantallas para volver a los libros de texto en las escuelas.
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Bienestar emocional. Los responsables de los centros educativos están muy preocupados por la situación emocional del alumnado, especialmente en la etapa de Secundaria. Euskadi cuenta con un protocolo contra el suicidio y el curso pasado se creó la figura de coordinador de bienestar y protección del alumnado. Con todo, en los centros educativos dicen verse cada vez más superados por situaciones a las que no saben cómo hacer frente más allá de pedir ayuda, ya que en sus aulas ven con mayor frecuencia alumnos que presentan estados de ánimo que rozan la depresión, o con incapacidad para hacer frente a las decepciones o frustraciones, o que poseen una visión radicalizada de la realidad.
Baja natalidad. Los bajos índices de natalidad tienen sus consecuencias en los colegios que buscan fórmulas para seguir funcionando. Es el caso de la fusión de centros (tres en Donostia) o la fusión de aulas de 2-3 años.
No segregación por sexos. A partir de este curso los centros del Opus Dei, los únicos que mantenían una segregación por sexos, serán mixtos a partir de primero de Primaria.
Gratuidad en las haurreskolak. El ciclo de 0 a 2 años es desde este curso gratuito para los centros dentro del consorcio de Haurreskolak, lo que aumentó un 55% las inscripciones.
Escolarización con 2 años. El nuevo proceso de matriculación que busca frenar la segregación ordena la escolarización desde los dos años en ambas redes educativas.
OPE en octubre. No tiene todavía fecha definitiva. Se convocan 4.742 plazas, de las que 3.372 son para profesores, 480 de cocina y limpieza, 520 de educación especial y 370 en haurreskolas.
Movilizaciones. Están pendientes de renovación los convenios de los centros de iniciativa social (Kristau Eskola y AICE-IZEA), que ya vivieron una huelga en abril, y de las ikastolas. Además, en la red pública hubo el curso pasado dos días de huelga y movilizaciones en contra de la Ley de educación.
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