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La última actualización del ranking de Shanghái, el índice universitario más prestigioso del mundo, ha supuesto un varapalo para los centros españoles. Casi todos han descendido en la clasificación; entre ellos, la UPV/EHU. Su rectora, Eva Ferreira, enmarca el bajón en un contexto de ... mayor competitividad global y asevera que lo importante es tener una base investigadora «sólida».
- ¿Por qué ha descendido la UPV en el ranking?
- Desde 2012, cuando entramos en el índice, hemos estado entre las 500 mejores universidades del mundo. En los últimos años ascendimos hasta las 400 primeras. Evidentemente nuestro objetivo es siempre mantener esas buenas posiciones y mejorar en la medida en que se pueda. Pero, para hacernos una idea, hace veinte años había menos de 40 países en el índice; hoy aparecen 62.
- La competencia es cada vez mayor.
- Muchos países han hecho en los últimos años apuestas muy fuertes para que sus universidades formen parte de esta élite académica a nivel mundial.
- ¿Qué países son los que más crecen?
- China hace notar su presencia a nivel industrial, económico y, por supuesto, universitario. En pocos años ha pasado de tener nueve universidades en el ranking a 86. Arabia Saudí ha pasado también de no tener ningún centro a tener seis.
- El retroceso es generalizado entre las universidades españolas.
- Es cierto, pero es algo que se está dando en otros países del entorno. Pasa en Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Estados Unidos... Allí tienen a Harvard, que es Harvard y siempre está ahí (lidera el ranking desde hace 21 años), pero ha descendido el número de universidades estadounidenses que están entre las 500 mejores. Evidentemente no es ningún consuelo, pero sí creo que nos ayuda a ver y analizar la posición de Europa frente a otros países y, sobre todo, frente al entorno asiático.
- ¿Qué debe hacer ahora la UPV?
- Seguir mejorando en investigación, que sea cada vez más y mejor. Y hacer buenas políticas de alianzas, de la mano de las instituciones, para que la universidad que en Euskadi tenemos como referencia en investigación tenga una posición cada vez mejor.
- ¿Puede este bajón acarrear cambios en la docencia o la investigación?
- La universidad evoluciona constantemente y la investigación es una consideración de primer orden. Ahora, la capacidad de análisis y la facilidad de mirarnos y de mirar otras universidades desde cualquier punto del planeta hace que tengamos que tener mucho cuidado con cómo tomamos nuestros datos.
- ¿A qué se refiere?
- Pues a algo tan básico como la afiliación de nuestros investigadores. Una persona puede pertenecer a una, dos o más instituciones. Hay que cuidar que los méritos individuales, y que dependen de una sola universidad, pasen a ser méritos colectivos de esa universidad. El cuidado de la propiedad intelectual, etc., es algo cada vez más importante porque es lo que luego nos posiciona y lo que nos da una mayor proyección.
- Hace unos meses se conoció que algunas universidades saudíes pagaban a reputados investigadores para que se hiciesen pasar por científicos suyos y así ascender en los rankings internacionales. ¿Cree que estos indicadores están viciados?
- Sin entrar a valorar lo que hace cada universidad o la política universitaria de cada país, creo que una política de fichajes puede, en un momento dado, colocarte en un ranking. Pero creo que no es eso lo que debemos hacer desde una universidad pública, sino tener una base fuerte. Y luego está la punta de la pirámide, la que nos da proyección internacional. Por supuesto tiene que haber atracción de talento, pero siempre desde una base sólida y no de forma engañosa o fraudulenta.
- Lo que más puntúa es el número de investigaciones de alto nivel, las publicaciones, o los premios Nobel... ¿Qué opina de los criterios que se siguen para elaborar este tipo de índices?
- Un número no define a una universidad. Es muy bueno que la UPV/EHU aparezca entre las 500 primeras del ranking de Shanghái y que ascienda posiciones, pero tiene que estar unido a otras cosas. Al final, lo que queremos es que la investigación de nuestra universidad repercuta en un beneficio social, ¿no? Medidas de impacto social, la colaboración con el sector socioproductivo, la inserción laboral de nuestros estudiantes... Todas ellas son las que dan esta identidad a la Universidad del País Vasco.
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