El próximo día 7 es la fecha clave, el inicio del curso. Solo faltan dos semanas, pero todo son incógnitas sobre como será esa vuelta al colegio debido al avance del coronavirus. Iñigo Salaberria, presidente de Heize, la Federación de directores y directoras de la ... Escuela Pública Vasca analiza la complicada situación que viven los centros escolares, reivindica el nivel de compromiso de los equipos docentes y reclama una mayor interacción con la administración.
- Después de seis meses sin contacto directo, ¿hay ganas de reencontrarse con los alumnos?
- Hay ganas y necesidad. Primero para saber qué tal están en el ámbito emocional. Los profesores somos profesores cuando tenemos alumnos. La vía telemática es un sucedáneo de nuestra función, pero no responde a todos los aspectos que el docente desarrolla en el aula.
- ¿Van a encontrar carencias en los alumnos tras el curso pasado tan atípico?
- Después de un periodo tan largo sin contacto directo nos encontramos con la incertidumbre de saber en qué momento se encuentran los chavales, qué miedos, qué vivencias y qué expectativas pueden tener porque sobre ellas tenemos que construir nuestra labor docente. Nos confundiríamos si optáramos por eso de 'decíamos ayer'. Han sucedido un montón de cosas y lo primero que tenemos que hacer es diagnosticar muy bien en qué periodo vital se encuentran y las necesidades de los grupos. Tienen mucha capacidad de resiliencia, pero no se puede jugar todo a la carta de que los chavales lo normalizan todo. Hay que desarrollar un nuevo proceso educativo.
«Los equipos directivos ya llevan días revisando los protocolos y los planes de actuación que han cambiado desde junio»
- Los docentes comienzan a trabajar el día 1. ¿Cómo va a ser esa semana antes de la entrada de los alumnos?
- Me consta que los equipos directivos ya están al pie del cañón desde hace días revisando los protocolos y los planes de actuación porque la situación ha cambiado mucho desde junio. También hay muchos docentes que ya están preparando diferentes estrategias y definiendo cómo impartir sus materias según el escenario que nos encontremos. Tenemos que hablar entre nosotros para ver cómo ha sido la evolución de cada alumno y poder atender sus necesidades. Para nosotros ha sido un verano bastante activo.
- ¿Amparándose en la autonomía de los centros el Departamento de Educación ha descargado en ellos mucha responsabilidad?
- Llevamos tiempo diciendo que el concepto de autonomía lo debemos interiorizar con cuidado. Si nos lleva a una desregularización entre centros no será un modelo efectivo porque nuestro compromiso es con los alumnos y alumnas de toda la comunidad. Estamos obligados a ofrecer la mejor calidad para todo el alumnado. Si el concepto de autonomía viene avalado con la confianza en las necesidades definidas de los centros, que tienen mucho conocimiento adquirido, estaremos acertando. Si significa 'haga usted lo que pueda con lo que tiene', entonces no estaremos acertando. Quiero creer que no nos encontramos en esta última situación. Pero para que sea así y se articule como los centros necesitamos debe haber un proceso de diálogo y trabajo coordinado con todos los ámbitos de decisión desde la administración: Gobierno Vasco, ayuntamientos, Inspección Educativa y berritzegunes. Hay que articular todos estos elementos para que se pongan al servicio y beneficio de nuestra necesidades. No queda otra que hablar y coordinarse desde un planteamiento de la confianza mutua.
«Antes de las elecciones hablamos bastante. Tras ellas no mucho. Era previsible por la interinidad de la consejería»
diálogo con la administración
- ¿Y están hablando suficiente?
- Antes de las elecciones del 12 de julio sí se habló bastante. Posteriormente no ha habido muchas conversaciones, pero ya estaba previsto porque la Consejería de Educación está en una situación de interinidad y es complicado tomar decisiones, pero el inicio de curso ya está ahí y hay que tomarlas.
«Merecen la total seguridad de que en su labor profesional no van a tener peligro más allá del que tiene un ciudadano ahora»
- ¿Los padres van a llevar a sus hijos al colegio con miedo?
- Más que con miedo, diría que nerviosos. Los centros deberemos hacer una labor de confianza. Pero insisto en que las necesidades que van a ir surgiendo se tendrán que resolver y para eso hay que activar todos los recursos sanitarios, de asesoramiento... Para desactivar los miedos, no solo de las familias, los profesores merecen la seguridad total de que en su labor profesional no van a tener peligro más allá del que tiene cualquier ciudadano en estos momentos.
- ¿Van a solicitar alguna medida concreta como que hagan pruebas PCR a todos los docentes?
- A finales del curso pasado ya lo pusimos sobre la mesa. Al principio, la situación era distinta y no se hacían tantos test, pero ahora eso ha cambiado.
«Debemos limitar el contacto entre alumnos, pero nos confundiaríamos si planteáramos que en los colegios el riesgo va a ser 0»
- ¿Los grupos burbuja son una buena solución para evitar los contagios?
- Ayudaría para hacer un cribado más certero en un momento de contagio, pero si algo sabemos es que los niños antes o después de entrar en el centro viven y comparten, no se quedan en su habitación. Desde una perspectiva de control del centro puede funcionar, pero no podemos controlar lo que sucede fuera de los centros y por tanto no sé hasta que punto le da sentido. Sí está claro que los centros debemos limitar al máximo la interacción entre el alumnado. Nos confundiríamos si planteáramos que en los colegios el riesgo va a ser 0.
- ¿La falta de interacción afectará a los niños y adolescentes?
- Llevamos años trabajando con la metodología de compartir y cooperar, de que juntos somos más, y ahora vamos a tener que insistir en que no se comparta el material. Es complicado.
- ¿Además del ámbito educativo, en qué otros se están encontrando problemas?
- Hay muchos servicios a nuestro alrededor. Los mayores quebraderos de cabeza que tenemos en estos momentos nos los da la organización del transporte del alumnado, cómo se va a realizar el servicio de comedor, cómo se van a gestionar las extraescolares. Están generando muchas incertidumbres y pedimos ayuda para que esas decisiones que tenemos que tomar sean lo más acorde posible con lo que es más seguro. Además, a la hora de gestionar esos servicios tenemos que tener en cuenta el derecho de las familias a conciliar.
- ¿Es necesario un refuerzo de las plantillas?
- Cuanto más reforzadas estén mejor respuesta daremos. Ahora tenemos una foto, pero el día que comience el curso van a ir surgiendo nuevos problemas. Las previsiones que han hecho están basadas en números, pero detrás hay personas y necesidades. Si no se han podido responder antes con mayor previsión, en ese momento habrá que reactivar los recursos y dar respuesta.
- Uno de los elementos que sí se pueden prever son los alumnos que hay en cada aula. ¿Cree que habría que bajar las ratios?
- Viendo la evolución de la epidemia y los consejos de Salud parece que sí. ¿En la calle no pueden estar juntas 11 personas y en un aula, un espacio cerrado por muy bien ventilado que esté, puede haber entre 20 y 25 alumnos? Me parece poco compresible. Hay medidas que no son fáciles de entender. Cómo vamos a gestionar los espacios que tenemos y los que no tenemos. A la hora de organizar los grupos según las ratios hay centros en los que difícilmente se puede reorganizar lo que aparece sobre el papel. Me refiero a grupos burbuja o a grupos con una ratios más bajas. ¿Dónde metemos a ese alumnado?. Una alternativa pueden ser locales municipales, pero para eso hace falta una gran coordinación y los equipos directivos no tenemos recursos humanos suficientes. Necesitamos creatividad y saber que si pedimos más recursos se nos va a responder con rapidez.
- ¿Entre los recursos incluiría personal sanitario?
- Por ejemplo. Nosotros sabemos de lo que sabemos, somos docentes, equipos directivos que nos comprometemos a que la gestión de los centros sea la mejor posible. En otros aspectos necesitamos asesoramiento, incluido el de los centros sanitarios más cercanos con los que ya tenemos una relación estable, no por el Covid-19, con unos protocolos de actuación a los que ahora habría que darles otra dimensión.
- Se apuesta por la presencialidad, ¿pero usted cuál cree que va a ser el escenario el día 7 de septiembre?
- Si algo nos ha enseñado esta experiencia vital de la pandemia es que hacer vaticinios es muy aventurado. Veo que hay una necesidad total de que el alumnado más joven, hasta 1º de ESO incluido, esté en los centros el mayor tiempo posible. Necesitamos que las familias, los centros y la administración vayamos de la mano para dar una respuesta adecuada. Nadie sabe cuál va a ser el escenario más probable. Sí sé lo que quiero, un proceso de presencialidad lo más normal posible.
«Desgraciadamente creo que la imagen que vamos a ver es la de los alumnos con mascarilla en clase porque no hay distancia»
- ¿Vamos a ver a muchos estudiantes dando clase con mascarilla porque no se pueden mantener las distancias?
- Creo que es la imagen que vamos a tener, desgraciadamente. Para evitarla, vuelvo a lo que he repetido en varias ocasiones: grandes dosis de creatividad y respuesta rápida a nuestras necesidades.
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