Ander García, Irati Pagola y Unax Azpiri. DV
Educación

Los últimos de la antigua Selectividad

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En la prueba de este año, a la que están llamados 4.800 guipuzcoanos, Historia de España deja de ser troncal y se examinará la primera promoción de la Lomloe

DV

Domingo, 2 de junio 2024, 07:18

Este miércoles, miles de jóvenes vascos se van a despertar con un nudo en el estómago. Nervios, ilusión, inquietud... Todas estas emociones provoca la Selectividad, que ya está a la vuelta de la esquina y espera a 13.433 estudiantes vascos, de los cuales 4. ... 800 son guipuzcoanos (55% chicas y 45% chicos). Todos ellos se van a enfrentar a una prueba de acceso a la universidad similar a la de los últimos años, pero con algunos matices diferentes que anticipan el cambio que presumiblemente se producirá en la Ebau -Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad- de 2025.

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La principal novedad es que, en aplicación de la Lomloe, Historia de España ya no está entre las materias obligatorias a examinarse por los alumnos. Ahora deberán elegir entre esta asignatura o Historia de la Filosofía, que hasta este año era una de las optativas. Junto a estas, el resto de asignaturas troncales son Lengua Castellana, Lengua Extranjera, Euskera -salvo excepciones de recién llegados a Euskadi- y una de la modalidad de su Bachillerato, como puede ser Matemáticas en el de Ciencias y Tecnología o Latín en el de Humanidades y Ciencias Sociales.

280 profesores guipuzcoanos

se encargarán de corregir los exámenes en los tribunales correctores del territorio, que serán alrededor de 13.

El otro aspecto novedoso de esta Selectividad es que será la primera en la que se examinen estudiantes que han cursado el primer Bachillerato íntegro bajo el paraguas de la nueva Ley Orgánica de la Educación. ¿Qué implica esto? Que ahora hay nuevas asignaturas a preparar, como pueden ser las de Análisis Musical o Técnicas de Expresión Gráfico-Plásticas, ambas pertenecientes al nuevo Bachillerato de Artes.

A criterio del profesor

La ortografía será uno de los temas que deberán cuidar los estudiantes. Mientras se espera la confirmación por parte del Ministerio de Educación de penalizar con un 10% de la nota la mala ortografía en la próxima Ebau, lo cierto es que en esta edición «sigue sin haber nada escrito a lo que agarrarnos. El criterio será el del profesor», afirman fuentes de la UPV/EHU consultadas por este periódico. «Obviamente», apuntan, «si hay 5 o 6 errores muy graves se puede plantear el suspenso».

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Ortografía

La intención del Ministerio de Educación a partir del año que viene es penalizar con el 10% de la nota la mala escritura

Respecto al cambio conceptual que se supone que se dará en la prueba del año que viene, las mismas fuentes consultadas ponen en duda la intención del Gobierno central de juzgar por competencias a los estudiantes. «Nadie nos ha dicho cómo se hace eso», indican.

Los tribunales correctores serán los encargados de analizar los miles de exámenes que se realizarán entre el miércoles y el viernes. En Gipuzkoa habrá unos 13 tribunales y en cada uno de ellos una veintena de profesores. Los alumnos de la primera convocatoria conocerán sus notas este jueves y, después, tendrán una semana para hacer las reclamaciones correspondientes. La convocatoria extraordinaria será del 3 al 5 de julio.

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Irati Pagola Herrikide Ikastetxea

«El martes me iré antes a dormir, quiero llegar descansada y con energía»

Irati Pagola. dv

Soy una persona nerviosa por naturaleza, pero de momento lo estoy llevando bastante bien». Irati Pagola es estudiante de Herrikide Ikastetxea, en Tolosa, y a pesar de que sabe que «los nervios llegarán, de eso estoy segura», también entiende que «es una prueba importante, pero nos recalcan mucho que la gran mayoría la supera». El miércoles a las 9 de la mañana el folio del examen estará en blanco, solo contendrá preguntas. «Supongo que la noche anterior me iré antes a dormir. Quiero llegar a la Ebau bastante despejada y con las ideas claras», cuenta esta joven tolosarra.

Irati está preparando la Ebau entre la habitación de su casa, la biblioteca y su colegio, Herrikide Ikastetxea, donde les ofrecen clases de refuerzo. «Nos han puesto un horario nuevo y así nos amoldamos como mejor nos convenga para venir aquí o quedarnos en casa para seguir estudiando», indica.

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Ella ha hecho el bachillerato de Ciencias y Tecnología y su objetivo es cursar una Ingeniería de Organización Industrial, en Mondragon. «Hasta hace poco no tenía muy claro qué quería hacer, pero me gustan las matemáticas y la física, así que fui a las puertas abiertas este año y pensé que esta carrera se podría ajustar bien a mis características», reconoce, y señala que «lo mío no son las letras, eso lo tenía claro desde hace un tiempo». Por eso ya escogió Biología en 4º de la ESO.

Ahora se prepara a conciencia para hacer la Selectividad «lo mejor posible, porque quiero que me salgan las cosas bien». Su tiempo medio de estudio diario está «sobre las tres horas o algo más» y después, siguiendo el consejo de sus profesores y de su familia, «intento desconectar y estar con mis amigas, hacer planes...». El ambiente que se respira estos días en su casa es «de tranquilidad, saben que me lo estoy tomando en serio, porque es algo que me hace ilusión. Mis padres y mis hermanos están orgullosos de mí y me están dejando a mi aire», asegura.

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A por el verano

A partir de este año los alumnos que van a hacer la Selectividad ya pueden elegir entre Historia de España o Historia de la Filosofía. En el caso de esta joven tolosarra, ella se ha decantado por la primera «porque lo tengo más reciente y creo que lo puedo hacer mejor». De su modalidad la asignatura será Matemáticas.

Una vez atravesado esta suerte de Rubicón intelectual, a Irati solo le quedará «descansar unos días y prepararme para disfrutar del verano con mi familia y con mis amigas».

Unax Azpiri Eibar BHI

«Me gustaría hacer la carrera de Genética»

Unax Azpiri.

Es martes y son las 10 de la mañana. Unax Azpiri lleva ya varias horas despierto, no hay tiempo que perder cuando tienes a la vuelta de la esquina la Selectividad. «¿Nervios? No, realmente no. De momento me siento tranquilo...», cuenta a este periódico este alumno del Instituto Eibar BHI, que terminó a primeros de mayo con brillantez su etapa en Bachillerato. A sus 18 años, sorprende, por su serenidad, al hablar de cara a un desafío académico de esos que se quedan grabados en la memoria, «pero es que también tenemos cuatro semanas para preparar la Ebau. Si te lo tomas en serio, vas a aprobar seguro, porque son cosas que ya has estudiado», explica.

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Este joven eibartarra ha cursado el bachillerato Biosanitario y su intención es la de hacer la carrera de Genética, para lo que tendría que desplazarse a Barcelona, «pero antes voy a tener que hacer una muy buena Selectividad, porque el año pasado creo que la nota de corte estuvo en un 11,95», admite. En este sentido, cabe recordar que la media final se establece haciendo una media con el 60% de la nota de bachiller y el 40% de la obtenida en la Ebau. En la Selectividad la nota general es sobre 10, pero existe la posibilidad de escoger más asignaturas además de las troncales para poder subir la nota, que como máximo puede ser sobre 14. Unax ha escogido Química, «porque me gusta y se me hace más ligera que otras opciones».

«Sin presión en casa»

Estas semanas de preparación pura y dura para la Ebau vinieron precedidas de unos días de descanso tras el periodo de exámenes finales. «Nos han incidido mucho en el instituto sobre el descanso: la cabeza tiene que estar fresca», cuenta este joven estudiante guipuzcoano, quien añade que «si andas agobiado es posible que se te mezclen los conceptos. Pero si te relajas demasiado... La idea es la de encontrar el equilibrio entre el ocio y el tiempo que le quieras destinar al estudio».

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De media suele dedicar «unas 4 o 5 horas al día al estudio», asegura Unax, quien también agradece el ambiente tranquilo «que vivo en casa. Mis padres ya saben que soy un chaval responsable así que me dejan tranquilo, sin presión». El baloncesto y los amigos son para él la válvula de escape en estos días de tensión académica. «Necesito la sensación de hacer ejercicio porque así tengo la cabeza despejada; es que luego las conversaciones con mis amigos son casi siempre de Selectividad y te saturas un poco», confiesa entre risas.

Ander García La Salle Irun

«Me he organizado el curso en carpetas y evaluaciones»

Ander García.

Ander García percibe la inquietud en su entorno de amistades. La Selectividad se acerca y «sé de algunos que andan bastante nerviosos», confiesa; él, en cambio, se siente «confiado, pero no relajado. Lo digo porque he sacado el curso bien y ahora estoy estudiando todos los días». Este joven irundarra responde nuestra llamada tras haber pasado la mañana en las clases de refuerzo que le ofrece su centro, La Salle Irun. «Tengo un rato libre ahora», apunta.

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«Conozco a gente que hizo la Ebau el año pasado y ya me han hablado de los nervios y esas cosas, pero luego te reconocen que tampoco es como para morirse», recuerda. Ha cursado el bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales y le gustaría hacer la carrera de Administración y Dirección de Empresas. «La economía siempre me ha gustado mucho y creo que se me da bastante bien. Mis padres también me han aconsejado tirar por este lado», cuenta. Ander, como muchos de los 13.433 alumnos vascos que van a intentar a partir del miércoles conseguir el acceso a la universidad, se tomó «un merecido descanso cuando terminaron los exámenes. Estuve con mis amigos pero también andaba pensando en cómo me iba a organizar en las siguientes semanas para el estudio».

Este estudiante de La Salle Irun es un joven aplicado y metódico. «He organizado todo el curso por carpetas y evaluaciones y he diseñado estrategias que me han permitido ser muy productivo», analiza. Una vez que ha tenido los contenidos organizados, «me centré en hacer un calendario, de tal manera que hago bloques de dos días con una única materia». El maratón de estudio que se ha pegado estas semanas ha ido «desde las tres horas algún día suelto a las seis horas del día en el que más he estado hincando los codos», explica.

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Entrenador de baloncesto

¿Historia de España o Historia de la Filosofía? Ander ha optado por la de España porque «Filosofía me ha costado un poco más este año, a pesar de que al final del curso ya le estaba cogiendo el tranquillo».

Para destensar se calza las zapatillas y el chandal y se va a jugar a baloncesto, «porque lo necesito, me sienta bien jugar. Con todo, también es verdad que no he podido ir a varios entrenamientos por el tema del estudio», dice. Además, es entrenador de basket «de chavales un par de años más pequeños que yo. Me lo paso genial con ellos y creo que están a gusto conmigo. Es otra actividad que me viene bien para desconectar», reflexiona. En verano se irá con su familia a Portugal y trabajará «de socorrista en la piscina».

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