La FP vasca crece y ya roza los 50.000 alumnos: «Faltan profesionales cualificados»

La edad de oro que vive la FP en Euskadi, con cifras de empleabilidad del 90% e incluso superiores en algunas familias, no obstante, no impide cubrir la escasez de mano de obra cualificada en amplios sectores del tejido productivo, algunos de ellos considerados estratégicos. Es el caso, por ejemplo, de Fabricación Mecánica, Electricidad y Electrónica e Informática y Comunicaciones, que son las tres ramas más citadas por las empresas, según un informe publicado este año por Confebask.

«Faltan profesionales, necesitamos gente cualificada», ha incidido este viernes el lehendakari. «Y ahí nuestra Formación Profesional tiene mucho que decir», ha indicado Imanol Pradales, durante una visita a la Escuela de Hostelería de Leioa, con motivo del arranque del curso. Ha estado acompañado, entre otros, por la consejera de Educación, Begoña Pedrosa. «Debemos abrir los ojos y buscar soluciones», ha señalado. Una de ellas quizás pueda pasar por reforzar los servicios de orientación en los colegios -algo en lo que ya trabaja Educación-, porque los centros de FP suelen quejarse de que los grados con mayores índices de empleabilidad y con los sueldos más altos a menudo no llenan sus plazas.

Durante su intervención, Pradales ha recordado que la FP vasca está a la vanguardia, no sólo en España, sino también a nivel internacional. «Somos referencia en Europa», ha dicho. «Hay muchas razones para estar contentos, es un modelo de éxito», se ha felicitado el lehendakari. La larga trayectoria de la FP en Euskadi, unido a la implicación de un tejido económico que exige mano de obra cualificada y donde la industria siempre ha tenido mucho peso son algunas de las razones que explican su renombre.

Una de las novedades de este curso es la apertura progresiva de la FP a los trabajadores en activo y desempleados. Otra es el refuerzo de los itinerarios integrados, que consiste en que determinado alumnado que lo necesite pueda cursar las distintas etapas de la FP (inicial, medio y superior) en el mismo centro. Esto último tiene que ver también con el cambio de denominación de la FP básica a FP inicial.

Se trata de una medida dirigida también a «abrir las oportunidades a los colectivos más vulnerables», ha recordado el lehendakari. La FP «es la entrada al mercado de trabajo para muchas personas que vienen a Euskadi». Por ello, ha querido «poner en valor» la «capacidad de integración» y el trabajo por la «cohesión social» de la FP. Esta etapa, de hecho, acoge al alumnado inmigrante en mayor proporción que la ESO o el Bachillerato.

Junto a este componente social, la FP también es la avanzadilla en cuestiones de digitalización y robotización y, de hecho, cuenta con un plan estratégico en este sentido. Pradales ha vuelto a incidir en la importancia de ello y ha definido la transformación digital y su impacto en el empleo como un reto mayúsculo».

Por sectores, la mayoría del nuevo alumnado (el 56%) se ha matriculado en grados del sector servicios, mientras que el 41% opta por la industria. También hay un 3% que se decanta por el sector agrario pesquero, necesitado de un relevo generacional. En el sector tecnológico, incluido el ámbito STEM (siglas en inglés de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), el 30% de los nuevos matriculados son mujeres. En ciencias, en concreto, son el 78%.

Las inscripciones en los centros públicos han crecido seis puntos porcentuales, aunque esta etapa sigue teniendo un gran peso la red concertada. En la FP inicial (la antigua FP básica), de hecho, acoge a más del 70% del alumnado. En cuanto a los modelos lingüísticos, el 30% se matricula en euskera, la proporción más baja de todo el sistema educativo, aunque ha crecido ligeramente desde el 27% de hace un curso.