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Un pelotón de cuatro ciclistas vascos se disponía a completar una de las etapas de su viaje por Transilvania cuando se encontró de bruces con un oso pardo en el arcén de la carretera. Un percance que quedó en una anécdota pero que en las últimas horas se ha hecho viral. «Yo no entiendo nada, le enviamos el vídeo a varios amigos por Whatsapp y de repente está en redes sociales y me están llamando periodistas preguntándome por el suceso», cuenta sorprendido Joserra García al otro lado del teléfono.
Un incidente que ha llamado la atención pero que en Rumanía es algo habitual debido a la sobrepoblación de osos pardos en la zona cercana a las cordillera montañosa de los Cárpatos. «Al ver al animal nos asustamos y nos quedamos helados. Nos bajamos de la bicicleta y no sabíamos muy bien qué hacer», señala Joserra García uno de los cuatro amigos que componían el pelotón que se trasladó la semana pasada desde la localidad vizcaína de Carranza hasta Rumanía. «Era la primera vez que veíamos un oso en libertad, no sentimos miedo pero sí mucho respeto», explica el txirrindulari a este periódico. Finalmente el grupo de amigos optó por continuar su camino protegiéndose del animal gracias a un coche que pasó a baja velocidad en ese momento.
Esta escena se ha hecho viral, pero que no fue el único oso que se encontraron en la carretera a lo largo de la aventura que les llevó a completar 600 kilómetros en 7 días por Transilvania. «En dos días vimos un total de once osos al borde de la carretera. Al parecer son animales que se han acostumbrado a la gente porque muchos les dan comida», explica el ciclista vizcaíno de 48 años.
En 2016 se prohibió la caza de los osos pardos en Rumanía y la población ha crecido a un ritmo desenfrenado, tal y como han denunciado las autoridades de la región en varias ocasiones. «Durante el viaje, nos llegó un SMS de las autoridades en el que se alertaba de la presencia de osos en la zona y que tuviésemos precaución», apunta el ciclista vizcaíno.
El objetivo del viaje de los cuatro amigos vascos fue recorrer entre otros lugares Transfăgărășan, la que está considerada la carretera más bonita del mundo por las revistas especializadas en viajes. Un 'Scalextric' de 90 kilómetros que alcanza una altura de 2.042 metros y que cruza por el sur la cadena montañosa de los Cárpatos que conecta la zona de Transilvania con el resto del país. No era la primera vez que los cuatro amigos se desplazaban a un país europeo para combinar su pasión por el viaje y el ciclismo. La grupeta ha recorrido Islandia, Hungría o República Checa, pero nunca con tanta repercusión mediática como en esta ocasión.
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