Euskadi deja las cabalgatas de Navidad en manos de los municipios

La concentración numerosa de personas tanto en espacios cerrados como abiertos continua marcado en rojo como una de las prácticas a evitar a toda costa si se quiere mantener a raya la propagación del virus, por lo que saber cómo se celebrará esta Navidad, tanto en lo referido a las reuniones familiares como a los actos a pie de calle, sigue siendo una incógnita.

No obstante, el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, anunció ayer que desde el Ejecutivo vasco «no está previsto por ahora establecer una directriz homogeneizante» en relación a la celebración de las cabalgatas en Navidad, porque las circunstancias son «muy distintas» en cada municipio. Euskadi deja así en manos de cada ayuntamiento la decisión de seguir adelante o no con las celebraciones de las cabalgatas de Olentzero o los Reyes Magos, aunque sí advirtió de que la normalidad todavía no habrá llegado para esas fechas. En este sentido, Erkoreka auguró que en el País Vasco «vamos a tener que convivir con las restricciones y con esta normalidad durante mucho tiempo».

El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, recordó el martes que en la actualidad se mantienen los límites de aforo y de reuniones con diez personas a lo sumo. Se trata de «máximos que no deberían ser superados ni en espacios abiertos ni cerrados», e insistió en que «las aglomeraciones de personas de forma desordenada, aunque sea en espacios abiertos que pudieran congregar miles de personas, están fuera de lo que esta sociedad debería hacer».

En Bilbao, el alcalde, Juan Mari Aburto, ya anunció que la ciudad no contará este año con cabalgata de Olentzero ni de los Reyes Magos. Se suma así a lugares como Cataluña, donde las carrozas tampoco recorrerán las calles el 24 de diciembre ni el 5 de enero.