«La gente está triste y no entiende nada»

En un comunicado dirigido a la comunidad católica de Bizkaia, el prelado puntualizó que entiende que «muchísimas personas que han estado muy cerca de su experiencia y del convento» estén «perplejas» y «tristes». «La gente que ha conocido a estas hermanas no entiende nada», apuntó. Todavía así, quiso dejar claro el «gran respeto» que siente «por lo que ellas puedan decidir». Y añadió que «no hay nada que se pueda obligar a hacer».

Sin embargo, en declaraciones a varios medios de comunicación, el religioso mostró sus dudas sobre que todas las monjas que aún se encuentran encerradas en el monasterio de Burgos hayan decidido «libremente y con conciencia» romper con la Iglesia. «No voy a valorar hasta qué punto hay un ejercicio libre de unas personas que tienen convicciones. Pero es llamativo que hayan vivido tranquilamente y en el último año hayan tomado una decisión tan drástica», dijo.

Considera que lo sucedido los últimos días es «triste no tanto para nosotros, sino para ellas, que ahora tendrán que convivir con este señor Rojas». Y aunque las clarisas justifican que son sus diferencias teológicas lo que les ha llevado a tomar esta decisión, el obispo relacionó la postura de las mismas con el desacuerdo a la venta del monasterio de Derio para hacer frente a los pagos del de Orduña. «Siguiendo sus argumentos, serían laicas, mujeres vestidas de monjas que no tendrían los votos hechos».