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Josu García
Viernes, 19 de abril 2024, 12:25
Aena, mercantil controlada por el Gobierno central, anuncia que ampliará el aeropuerto de Loiu. Su presidente, Maurici Lucena, aseguró ante la Junta General de Accionistas que la compañía ejecutará una serie de inversiones estratégicas para los próximos años y se refirió a Bilbao como «un ... proyecto de expansión futura».
Lucena confirma así que el plan para dotar de una mayor capacidad a la terminal diseñada por Santiago Calatrava vuelve a estar sobre la mesa, después de que, hace cuatro años, con la llegada del coronavirus, un proyecto con idéntico propósito fuera congelado y enviado al fondo del cajón. Aena realiza este anuncio en un contexto en el que el tráfico aéreo ha marcado un nuevo máximo histórico en 'La Paloma', que cerró 2023 con 6,33 millones de clientes, a sólo 70.000 del teórico límite operativo.
El proceso de expansión no será sencillo. Hay que consignar fondos, analizar necesidades, buscar una solución arquitectónica adecuada, redactar un proyecto complejo y ejecutar las obras, sin olvidar que es más que probable que haya que actualizar los permisos ambientales (lo que podría obligar a insonorizar más viviendas). Un planteamiento que ahora echa a andar y que necesita de unos cinco años para convertirse en realidad.
El aeropuerto de Loiu se inauguró en noviembre de 2000 para sustituir a las obsoletas instalaciones de Sondika. En la actualidad, si el pasajero se da un paseo por la terminal construida por Santiago Calatrava se percatará de que el edificio poco tiene que ver por dentro con el que alumbró el arquitecto valenciano hace casi 25 años.
'La Paloma' está llena de parches. Se ha modificado la zona de Llegadas, se ha retocado la cubierta para impermeabilizarla, los accesos se han bunkerizado con bolardos y barreras de seguridad, hay más salas de embarque remoto, se han ampliado y cambiado de sitio los filtros de seguridad, se ha construido más suelo comercial y aparcamientos, se han habilitado nuevos ascensores...
La terminal ha ido mutando, poco a poco. Una obra por aquí, el arreglo de un deslucido allá... Loiu ha sabido adaptarse y reinventarse al ritmo marcado por el crecimiento del tráfico de pasajeros. Porque la infraestructura fue diseñada para un trasiego de 4,5 millones de clientes. En su primer año dio servicio a poco más de 2,5, pero es que, en 2023, como ya se ha dicho antes, fueron 6,33 millones de personas las que pasaron por el edificio. Una cifra récord que es más que probable que se supere también en este 2024. En los corrillos del sector del transporte aéreo ya se empezaba a hablar, otra vez, de que 'La Paloma' necesita una reforma integral si no quiere morir de éxito.
Porque el aeropuerto nunca se ha sometido a una ampliación estructural. Y ello pese a que ha habido dos proyectos bastantes definidos a punto de ejecutarse. El primero de ellos se planteó en 2008, cuando la socialista Magdalena Álvarez era ministra de Fomento. La crisis del ladrillo y la falta de liquidez de los poderes públicos -el segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero estuvo marcado por el miedo a un rescate de Europa- lo echaron abajo por su elevado coste (cerca de 120 millones de euros).
El segundo plan se puso sobre la mesa a comienzos de 2020. El aeropuerto acababa de batir su récord histórico de clientes (rozó los 6 millones) y todo hacía pensar que era el momento óptimo para ensanchar miras. Sin embargo, el mazazo del Covid-19 hizo que los políticos relegaran el tema al fondo de un cajón.
Pero no hay dos sin tres. Ahora, cuatro años después, Aena vuelve a retomar la idea y quiere expandir 'La Paloma', en un contexto en el que el tráfico aéreo sigue creciendo y amenaza con poner en aprietos a las instalaciones del Txorierri. Hay que tener en cuenta que los últimos añadidos y mejoras han situado la capacidad anual en 6,4 millones de usuarios (solo 70.000 más que los actuales). Al menos, así se afirma en un informe oficial del Ministerio de Transportes.
El mes pasado, la compañía controlada por el Estado en un 51% dio el primer paso en firme. Actualizó su plan estratégico 2022-2026. Una modificación que, al ser una mercantil cotizada en bolsa, tuvo que comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En ese documento que remitió al organismo, uno de los cambios incluidos es el anuncio de que procederá a la ampliación de siete aeródromos, entre ellos el de Bilbao. «La capacidad actual garantiza la cobertura del tráfico en los próximos años, pero es necesario adelantar proyectos en el actual plan que se ejecutarán en el siguiente (a partir de 2026)», se dice en un informe.
El presidente confirmó este jueves que el asunto vuelve a ser una prioridad para Aena, que comienza a definir esa ansiada ampliación integral de la terminal de Calatrava. De momento, se está esbozando «un diseño funcional». Se trata de detectar cuáles son las necesidades, las previsiones de crecimiento y qué solución arquitectónica se puede adoptar. No es un camino fácil. Requiere de dinero y tiempo. La ampliación no será una realidad antes de cinco años. Tal y como comunicó el mes pasado Aena a la CNMV, los trabajos arrancarían entre 2027 y 2031.
¿Qué va a pasar hasta entonces? Todo apunta a que el tráfico aéreo va a seguir creciendo. La experiencia en Loiu es que siempre ha repuntado por encima de la situación previa a las diferentes crisis que han afectado al sector. Entre ellas podemos destacar los atentados del 11-S, la burbuja inmobiliaria y, más recientemente, el coronavirus. De hecho, la pandemia ha removido los cimientos del negocio. Primero para mal (muchas aerolíneas en bancarrota o rescatadas) y luego, para sorpresa de muchos, para bien.
120 millones de euros
Es el coste en el que se cifró el proyecto para ampliar Loiu, extendiendo las alas de la terminal.
6,4 millones de euros
Es el límite de pasajeros que puede procesar Loiu al año, según un informe interno. En 2023, el aeropuerto batió su récord, con 6,33 millones
El confinamiento, la sensación de que hay que vivir el presente mientras se pueda, ha disparado el deseo de volar y vacaciones de los ciudadanos. El tráfico no ha parado de subir de manera fulgurante desde 2020. Y todo ello pese a los nubarrones que ensombrecen la economía: guerra de Ucrania, inestabilidad en Oriente Próximo, inflación, subida de las hipotecas, menor disponibilidad de renta en las familias... «El interés por viajar continúa estando muy presente, por encima de otros bienes de consumo, como puede ser la compra de un coche», asegura Carlos Muñoz, consejero delegado de Volotea. «Ciertamente, el virus cambió nuestras prioridades».
Al contexto general, además, hay que añadir el local. Y es que uno de los frenos que podrían retraer a las autoridades a la hora de ampliar Loiu es la competencia del Tren de Alta Velocidad. Pero es que el TAV sigue sin estar y no se le espera en el centro de Bilbao hasta 2033. ¿Cuánto puede costar una reforma integral? En su día se habló de 120 millones. ¿Participará el estudio de Santiago Calatrava? No tiene por qué. Responsables de Aena aseguraron hace unos años que, pese a que el primer proyecto de ampliación se le consultó al valenciano no hay ningún compromiso ni obligación legal. ¿Habrá que actualizar los permisos ambientales e insonorizar más viviendas en el entorno? Es posible. Las respuestas a estas preguntas irán llegando de manera escalonada en los próximos meses o años, siempre y cuando no se produzca otra crisis y el proyecto vuelva otra vez al fondo del cajón.
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