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Irene Ruiz ha investigado los puntos de acumulación de la basura marina en el Golfo de Vizcaya. «En el mar hemos encontrado de todo», ... asegura.
– ¿Cómo es a simple vista uno de estos regueros de basura?
– Lo que se ve a simple vista es una especie de hileras de espuma. Depende del tipo de basura que agreguen y del proceso de formación que haya detrás. Hemos identificado esos regueros pero aún no están estudiados. Estamos empezando a analizar los procesos físicos que hay detrás de su formación.
– ¿Están creciendo, atraen a más basura?
– Sí y no. Son unas estructuras lineales que las ves perfectamente con mar en calma pero puede ser que a la tarde entre un viento del nordeste, que es típico en esta época del año, y desaparecen.
– ¿A dónde van?
– No sabemos si se dispersan sobre la superficie del agua o se mezclan en la columna de agua, que es la vertical entre la superficie y el fondo. Hasta ahora sabemos que existen, pero desconocemos cómo se comportan. No son fijos, desaparecen.
– ¿Hemos convertido el mar en nuestro basurero?
– Tradicionalmente hemos hecho un mal uso de nuestro mar al convertirlo en basurero, pero esa mentalidad ya ha cambiado. Hasta hace unos años se lanzaban neumáticos, congeladores, todo ese tipo de residuos. Pero si hablamos en términos de Euskadi, la Administración ha hecho un gran trabajo de concienciación. En este sentido nos podemos diferenciar de otros países que todavía se dedican a quemar basura o depositarla en el mar.
– ¿Qué es lo más extraño que se ha encontrado en el mar?
– Hemos encontrado de todo. Por decir algo, en la época del covid encontrábamos guantes y mascarillas. También encontramos arcones de nevera, neumáticos, muchos cartuchos de caza, muñecos, persianas, peluches... Todo te sorprende. Por ejemplo, en la playa de Ondarbeltz, en Mutriku, hemos hallado muchísimas pelotas de tenis.
– ¿Cada playa genera su propia basura?
– En el arenal de La Concha hicimos un estudio y nos llamó la atención la cantidad de colillas que encontramos. Había muchas enterradas en la arena.
– ¿Se puede limpiar el mar?
– Lo que ocurre es que una vez que la basura está depositada, sobre todo en el fondo, se crea vida en torno a ella. Se habla mucho de la limpieza, pero a veces es contraproducente porque, según el tiempo que esa basura lleve depositada, puede llegar a ser contraproducente retirarla. A veces es mejor no tocarla.
– ¿Qué podemos hacer para revertir la situación?
– Actuar en la prevención y en el marco de la economía circular. En Azti trabajamos con la Administración en la parte preventiva y de monitorización. Por ejemplo, colocamos sistemas de videometría en los ríos para conocer cuánta basura está pasando por una sección concreta. Así es posible saber cuánta cantidad llegará al mar y se pueden tomar medidas antes de la desembocadura, porque una vez que la basura llega al mar es muy difícil recuperarla. Hay que trabajar todo lo que se pueda en tierra para que no acabe en el mar.
– ¿Parte de la solución la tenemos en nuestras casas?
– Es importante que contribuyamos como usuarios con el reciclaje. Como ciudadanos debemos incidir en nuestros hábitos y en los de las nuevas generaciones con el reciclaje, con el uso, siempre que podamos, de envases que no sean de plástico o que tengan dificultades para ser reciclados. Es importante el trabajo que se hace en casa, pero también lo es que las administraciones y las empresas se aprieten un poco también las tuercas.
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