Control parental en manos del Gobierno

Hay mucho que añadir sobre estos sistemas, las normativas europeas que están detrás, la complejidad del funcionamiento y como siempre, los bulos, falacias y medias verdades que abundan sobre este tema. Intentaré explicarlo de forma sencilla y porqué hemos llegado a este punto.

Realmente la tecnología que está detrás tiene una idea que desde el punto de vista de la privacidad y la gestión de nuestros datos es brillante. Me explico, estamos cansados que para cualquier trámite nos pidan nuestro DNI o documentación completa; donde además de nuestro nombre, apellidos, número de DNI se ofrece más información que no interesa a quien nos la solicita ¿Para qué se tiene que enterar de donde vivo, cuando nací o los nombres de mis progenitores? Se da demasiada información y todos sabemos (y estamos comprobando por las brechas de seguridad) los riesgos que conlleva. Pues bien, a través de normativas europeas, y tecnología que ya lo permite, estas Wallets o e-wallets que en breve vamos a tener en nuestros dispositivos móviles almacenarán la información nuestra como nuestros DNIs, carnets de conducir, tarjetas sanitarias, títulos educativos, etc. sin olvidar tampoco lo referente al dinero digital y los métodos de pago. Estas ewallets permitirán que cuando un sistema nos solicite información o necesitemos acreditar alguna cuestión que nos pidan no tengamos que darle el acceso a toda nuestra información personal sino solo al «atributo» necesario o solicitado. Es decir, no te voy a dar el DNI completo si solo necesitas saber si soy mayor o menor de edad para un acceso; el sistema me pedirá únicamente el atributo de la edad y éste será el que determine el acceso o no, sin tener que saber incluso como me llamo. O lo mismo sucede con el carnet de conducir, no tendré que presentar todo el carnet, sino simplemente saber si estoy en posesión de uno o no, o de la tipología de carnet que tengo, y así con múltiples ejemplos de títulos universitarios, y un largísimo etc de usos prácticos diarios.

Es un adelanto y una gran mejora en lo que hemos conocido hasta ahora en materia de identificación con sistemas como el DNI electrónico o los certificados, que seguirán teniendo su importancia, pero como digo ahora podremos minimizar un poco más los datos que entregemos o que nos piden. Llevaremos en nuestros dispositivos nuestra información e identificación requerida legalmente, la controlaremos nosotros y gestionaremos el tratamiento de datos que se realiza. Si alguien quiere ahondar más y seguramente mejor de lo que he podido explicar en la parte técnica en Internet se encuentra toda la información, o incluso en las especificaciones del sistema que empezará a funcionar en otoño se puede uno hacer un poco idea de como funcionan estas wallets.

Entonces ¿donde está el problema? Quizá el problema, más allá de los aspectos de seguridad, explicar mejor el sistema para determinar el funcionamiento del sistema criptográfico que va por debajo, y el anonimato que pueden permitir estos sistemas, son los usos como digo a los que se pueda destinar o sea obligatorio la presentación de estos atributos. En este primer momento que se ha considerado como caso de uso la verificación de edad en páginas de contenido adulto seguramente estaremos de acuerdo que en es una necesidad y hasta podremos defenderla.