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J. F.
Lunes, 17 de febrero 2025
La soledad tiene solución y es recomendable salir de la misma. La psiquiatra Marian Rojas Estapé advierte sobre la creciente crisis de atención en la sociedad moderna, resultado de la hiperestimulación, y la soledad, que impactan directamente en la función de la corteza prefrontal. En un reciente podcast que ha publicado la autora de libros como 'Encuentra tu persona vitamina', explica que la corteza prefrontal es esencial para las personas ya que es «la zona que nos ayuda a prestar atención, a concentrarnos, a gestionar nuestros impulsos, a posponer la recompensa». Subraya que es «el centro neurálgico de la fuerza de voluntad» y nos permite «frenar y empatizar, frenar y contemplar, frenar y rezar, frenar y entender los problemas del entorno».
Rojas explica que en los bebés, la corteza prefrontal se estimula con luz, sonido y movimiento. Sin embargo, el uso excesivo de pantallas, que proporcionan precisamente estos estímulos, dificulta el desarrollo de esta área cerebral en los niños, creando una «profunda crisis de atención». Así, la psiquiatra madrileña diagnostica una crisis de atención social, que «elimina las herramientas para salir de una crisis». Para superar cualquier crisis, ya sea pandémica, social o económica, «se necesita la corteza prefrontal, la cual permite analizar situaciones e investigar soluciones».
Además del uso de pantallas, Rojas señala que también «el miedo bloquea la corteza prefrontal». Así mismo destaca que «la gran pandemia del siglo XXI, con mis respetos al Covid, es la soledad» ya que «activa el dolor social en la corteza cingulada anterior dorsal, doliendo igual que un golpe físico».
La hiperestimulación constante también juega un papel importante. «Le hemos metido fast a la vida», explica Rojas, haciendo que nos perdamos los detalles importantes. Esta hiperestimulación lleva a distracciones constantes, y eventualmente, a la autodistracción. Para contrarrestar esto, Rojas recomienda reducir las distracciones externas y «enfocarse en una sola cosa a la vez».
La anulación de la corteza prefrontal tiene consecuencias significativas. Rojas advierte que lleva a que «el cerebro se hace adicto a lo irrelevante, huye de la profundidad y se polariza». Como proncipal ejemplo pone a los algoritmos de las redes sociales, «que exacerban esta polarización al mostrar solo contenido que refuerza las creencias existentes», limitando la capacidad de entender diferentes puntos de vista.
Para mejorar la función de la corteza prefrontal, Rojas enfatiza la importancia de «volver a la vida contemplativa». Esto implica entrenar el cerebro para «mirar con profundidad y belleza». También considera crucial «recargar la batería mental» identificando qué factores nos desgastan y cuáles nos revitalizan. Rojas recomienda actividades como el deporte, el aburrimiento (divagar sin el móvil en la mano), relaciones sanas, meditación, contemplación y baile. El deporte, en particular, favorece la producción de la sustancia BDNF, llevando al cerebro a su máximo potencial.
Reducir las distracciones externas: Es crucial minimizar los estímulos constantes para evitar la autodistracción
Enfocarse en una sola cosa a la vez: Concentrarse en una tarea específica ayuda a reconectar y enfocarse en el presente
Volver a la vida contemplativa: Entrenar el cerebro para observar con profundidad y belleza, fomentando la reflexión
Identificar factores de estrés y actividades revitalizantes: Reconocer qué situaciones o interacciones nos desgastan y cuáles nos recargan de energía
Practicar deporte regularmente: El ejercicio físico favorece la producción de la sustancia BDNF, potenciando la función cerebral. Rojas afirma que «funciona mejor el deporte que los antidepresivos»
Aburrirse sin el móvil: Permitir que la mente divague sin la constante estimulación de las pantallas, fomentando la creatividad y la introspección
Fomentar relaciones sanas: Dedicar tiempo y atención a las personas que queremos, fortaleciendo los vínculos emocionales y promoviendo la oxitocina. Rojas destaca que «las relaciones saludables nos protegen»
Practicar la meditación o la contemplación: Incorporar momentos de calma y reflexión en la rutina diaria, adaptando la práctica a las preferencias personales
Bailar o tocar un instrumento musical: Estas actividades pueden ser formas de meditación activa, permitiendo la expresión emocional y la conexión con el presente
Gestionar la voz interior: Ser consciente de los pensamientos y emociones, permitiendo que fluyan sin aferrarse a los negativos
Finalmente, Rojas subraya la importancia de las relaciones sanas, ya que «las relaciones saludables nos protegen». Anima a dedicar tiempo a las personas que queremos y a fomentar el amor y la oxitocina. También es esencial diagnosticar y entender nuestra voz interior, permitiendo que los pensamientos negativos pasen sin aferrarse a ellos.
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