J.M.
Domingo, 22 de septiembre 2024, 13:02
Un oso anda suelto en Navarra causando estragos a los vecinos y especialmente ganaderos del Valle de Roncal. Desde el pasado mes de mayo, esta zona del este de Navarra a pies de los Pirineos vive en incertidumbre por la presencia de un oso que varias personas han avistado en el municipio de Garde y sus inmediaciones.
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Una tensión que continúa más de cuatro meses después desde que se avistara por primera vez a este ejemplar, el cual ha causado un gran perjuicio a los ganaderos locales. Ya sólo entre el 21 de mayo y el 1 de junio se registraron tres ataques atribuidos a la acción de un oso en la localidad de Isaba, con resultado de seis ovejas muertas.
La inquietud ha continuado durante el verano a pesar de los esfuerzos de vecinos, administraciones y ganaderos para poner fin a esta situación. En reuniones con la dirección de Medio Ambiente y Ganadería del Gobierno de Navarra, los representantes locales expusieron la dificultad de convivir con la presencia de un oso el valle de Roncal, especialmente cerca de las poblaciones.
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Además del miedo generado entre los vecinos de la localidad de Garde, donde varias personas aseguran haber avistado al animal, el coste de esta amenaza para los ganaderos supone una grave problemática a resolver. «Los daños no se limitan únicamente a las ovejas muertas por los ataques, sino que es fundamental destacar también los efectos indirectos que generan estas situaciones en el ganado, como pérdidas adicionales debido a los abortos y el estrés de las ovejas», exponían esta misma semana desde el grupo regional de UPN en una nota de prensa en la que reclamaban soluciones inmediatas.
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Por el momento y mientras se buscan posibles soluciones definitivas a este problema, diferentes agentes locales tratan de paliar la situación y prepararse de la mejor manera posible a futuros ataques con material de pastoreo eléctrico y labores de vigilancia con perros guardianes.
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Además, en la reunión celebrada en junio entre Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno foral con alcaldes, ganaderos y la Junta del Valle de Roncal, el Ejecutivo navarro prometió asistencia del personal de Guarderío así como el pago de indemnizaciones por ovejas muertas o la posibilidad de suministrar geolocalizadores al ganado que pudieran determinar, a su vez, los movimientos y actividad del mencionado oso.
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