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AITOR ANSA
Martes, 1 de noviembre 2022
El pasado día 22 de septiembre nació en Vitoria Hazia, la segunda hija del matrimonio formado por Bergoi López y Alazne Cimavilla. La felicidad y alegría que rebosaban esta pareja, sin embargo, se vio truncada cuando acudieron al registro civil de la capital vasca para inscribir a la niña. «La jueza que nos atendió nos dijo que no directamente y no nos reconoce el nombre que le queremos poner a la pequeña». Son palabras de su abuela Rosa María, que relata el enfado que atraviesa esta familia durante los últimos días.
«Hazia tiene un significado muy especial para nosotros. Viene del verbo criar o crianza, y otro de los significados que tiene es semilla o simiente, en el más amplio sentido de la palabra. Para sus padres Hazia es su semilla y queremos llamarla así», asegura de manera tajante. Con esta misma justificación trató la familia de convencer a la letrada en el Registro Civil para realizar la inscripción. Los esfuerzos, sin embargo, fueron en balde. «Nos dijo que le pusiésemos el nombre en castellano, Semilla, pero nosotros nos negamos», añade.
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Rosa María apunta que el rechazo de registrar a la pequeña como Hazia se debe a que «no hay ningún precedente. Si le hubiésemos dicho que el nombre era musulmán o así, a lo mejor la letrada o la del registro ni le hubiese dado importancia. Pero al decir que era un nombre en euskera... Nos dijo que rebuscábamos mucho los nombres. Y yo le dije que le poníamos el nombre que queríamos». La cuestión, no obstante, no queda ahí. «Si no le ofrecemos un nombre alternativo la propia magistrada le va a poner el nombre que a ella le parezca, el que le dé la gana. Pero es que no tenemos una segunda opción, queremos que se llame Hazia», dice de manera tajante su abuela. Por todo ello, la familia considera que la magistrada «está vulnerando los derechos de la menor y de sus padres».
Loco, Caca, Alua o Aker. Son ejemplos un poco extremos pero la Ley del Registro Civil española y Euskaltzaindia coinciden en rechazar nombres que sean motivo de burla o denigren al menor.
Judas, Satán, Bin Laden, Stalin, Hitler. Como en el caso anterior, además de moralmente dudosos, pueden afectar a la vida del niño.
Limón, Andreita, Adidas, Rafa Nadal. La normativa rechaza los nombres de frutas, los diminutivos, las marcas y los nombres de famosos.
Rosa María y los padres de Hazia, Bergoi y Alazne, tienen claro que van a llegar «hasta el fondo» con este asunto. Y eso pasa, por ejemplo, por acudir a Euskaltzaindia. «Fuimos a exponerles el caso y allí nos dijeron que por ellos no había ningún problema en que la niña se llame Hazia. Es más, el argumento que nos dio la persona con la que hablamos fue que si el nombre Nahia viene del verbo 'nahi' (voluntad o deseo), Hazia viene de 'hazi' (crecer, criar, semilla...)», reconoce la abuela de la pequeña, que no esconde que comienzan a tener «problemas legales con la solicitud de las prestaciones de maternidad». «Vamos a recurrir a Madrid o a donde haga falta porque para nosotros va a ser Hazia se llame como se llame», sentencia.
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