La respuesta perfecta del dueño del bar: «Los niños son bienvenidos cuando vengan con adultos educados»

Bares y restaurantes son lugares donde socializar y disfrutar de buenos momentos, frecuentados por gran parte de la ciudadanía especialmente en días festivos como los de esta Semana Santa. Con tantas personas lo normal es que haya algún pequeño conflicto de convivencia, como la anécdota que relata Jesús Soriano, conocido en las redes sociales como @soycamarero.

Los hechos que publica sucedieron estos días de vacaciones en Almagro (Ciudad Real), en un gastrobar que recibió una reseña negativa de uno de sus clientes: «Son unos sinvergüenzas, nos echaron porque los niños estaban tocando el tambor en Semana Santa cuando en el bar hay música y el ruido de la gente; lamentable el trato de los dueños». Un texto al que acompañaba una puntuación de una estrella sobre cinco.

La respuesta de los propietarios del gastrobar Quebranto no se hizo esperar, aludiendo también al comportamiento de los niños. En su caso, la versión de los hechos cambia notablemente. «Después de una hora consecutiva con el ruido de tres niños tocando tambores en el interior e innumerables quejas del resto de clientes tanto al staff como a ustedes directamente, les pedimos educadamente y sin falta de respeto que por favor pararan», cuenta el propietario del establecimiento.

La respuesta añade más detalles de lo que vivieron en primera persona, ya que los padres animaron a los niños a seguir tocando. La única respuesta que obtuvieron de los mismos fue «el incentivo a los niños para que siguieran tocando, además con más intensidad». Lógicamente los ánimos se caldearon «con quejas directas de más clientes» a lo que los aludidos «respondieron con insultos que hemos decidido obviar y no reproducir».

La conclusión de los dueños del bar es rotunda: «Los niños son bienvenidos siempre y cuando vengan acompañados de adultos con educación». Además recuerdan, en cuanto la alusión a los tambores de la calle, que éstos se deben a una procesión nocturna que además se celebra en la calle.

La publicación de la respuesta sobre la educación de los niños en los bares ha sido muy aplaudida tanto en Instagram como en X, donde Jesús Soriano tiene miles de seguidores, muchos de ellos camareros. «Lo de que la gente les lleve a bares y restaurantes y los suelten por la sala es lo peor», dice una de las respuestas. «Recuerdo una cena con tres niños correteando alrededor hasta que me tiraron al suelo y los padres tan contentos», señala una camarera.

Las anécdotas sobre niños se agolpan en los trabajadores de hostelería que participan en las respuestas a la publicación. «Yo tuve un niño que se metió hasta la cocina del restaurante, y cuando se lo dijimos a los padres, aclarándoles que era por la seguridad del niño, se pusieron bordes diciendo que el pobre sólo quería ver cómo se hacían las cosas y que éramos unos maleducados por impedírselo», añade otro tuitero. Aunque uno de los comentarios más habituales es la idea de ofrecer una bebida energética cargada de azúcar a los niños que se portan así, aunque hay unanimidad en señalar a los padres como los culpables.

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