Los administrativos de Osakidetza son los que más insultos reciben y los auxiliares sanitarios, los que más golpes

En lo que respecta a Gipuzkoa, la mayoría de episodios ocurrieron en Donostialdea. En 2024, los profesiones de esta área de salud sufrieron 181 agresiones. De todas ellas, 154 fueron verbales; es decir, insultos o amenazas que Osakidetza cataloga como incidentes. Las restantes 27 fueron accidentes, lo que se traduce en que estos trabajadores recibieron golpes por parte de los usuarios que causaron lesiones a los afectados. No obstante, la OSI que mayor volumen de pacientes atiende no fue la que más ataques contabilizó el pasado año en Euskadi. A la cabeza de todas se situó la de Bilbao-Basurto, con 199 agresiones y 146 incidentes (insultos o amenazas) y 53 accidentes (golpes).

En mayor o menor proporción, todas las áreas de salud registraron en 2024 este tipo de episodios. En lo que concierne al territorio, tras la OSI Donostialdea se situó la de Bidasoa, con 24 casos (19 incidentes y 5 accidentes), por delante de la de Goierri-Alto Urola con 16 (12 y 4 respectivamente) y la de Debabarrena con 16 (12 y 4). Todas ellas contabilizaron más agresiones que en Alto Deba, con una quincena de ataques (12 y 3) y Tolosaldea, con 11, todos ellos insultos o amenazas. La Red de Salud Mental de Gipuzkoa tampoco se libró de esta lacra. En este servicio 14 profesionales (11 y 3) fueron agredidos por algún paciente, según se desprende de una documentación que el Departamento de Salud ha enviado al Parlamento Vasco en respuesta a una solicitud de información de Laura Garrido, del PP.

De todos estos ataques que sufrieron los sanitarios de Osakidetza en Gipuzkoa, tan solo tres de ellos necesitaron de una baja laboral para recuperarse de las agresiones físicas o psicológicas de las que fueron víctima. Eso sí, la consejería detalla que ninguno de estos episodios fue calificado como grave por el área que encabeza AlbertoMartínez.

Este tipo de agresiones tienen un sesgo perfectamente definido. Las mujeres son, con diferencia, las que tienen que aguantar un mayor número de insultos o amenazas. En cambio, los hombres son los que más violencia física sufren, si bien a ellas les pegan cada vez más. «Se ha hecho un esfuerzo por parte de todos para mejorar la sensibilización de los profesionales ante estas situaciones y el conocimiento de la política tolerancia cero», afirma Salud.