![«Urgen campañas de educación sexual para frenar tantos contagios de VIH»](https://s1.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2024/07/29/harri%20beltza-kIIF-U220845042512ggC-1200x840@Diario%20Vasco.jpg)
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Claudia Turiel
Lunes, 29 de julio 2024, 14:22
La primera asociación antisida en Euskadi cumple 30 años. Pero son pocos los motivos por los que celebrar, ya que los recientes datos son «alarmantes» y «muy preocupantes». Así lo aseguraron este lunes Joseba Errekalde y Elias Arizmendi, integrantes de Harri Beltza, quienes rememoran que « ... la ONG empezó en unos momentos muy, pero que muy difíciles de la lucha contra el VIH y el sida». Tres décadas después, el problema sigue estando presente en nuestra sociedad. Los datos hablan por sí solos.
El pasado año, las consultas específicas de infecciones de transmisión sexual de Osakidetza diagnosticaron 1.484 casos de infección por clamidia y 1.109 de gonorrea, y en lo que respecta al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), Osakidetza detectó 134 casos de esta enfermedad el pasado año, siete más que en el ejercicio anterior y un 22% más que en 2020. Desde 1997 el Servicio Vasco de Salud ha detectado 4.307 casos de esta enfermedad en Euskadi. Es por esto por lo que, a pesar del trayecto recorrido, «hay que seguir mirando para adelante», apuntan desde Harri Beltza.
El Covid supuso un parón en nuestras vidas. «Estábamos encerrados en casa. Y con ello, las transmisiones de VIH también pararon», aseguran desde la asociación. Desde entonces, «la tendencia está en alza y eso nos preocupa». No sólo las infecciones de sida, sino que aquellas enfermedades o infecciones de transmisión sexual que «teníamos prácticamente olvidadas» como son «la sífilis, la gonorrea o el papiloma también están el alza» a pesar de que antes estuvieran «mucho más controladas», lamentan.
Uno de los «graves» problemas al que Harri Beltza quiere arrojar luz es al diagnóstico tardío. «La gente no tiene la costumbre de hacerse la prueba de VIH o de enfermedades de infección y transmisión sexual», afirman. Fueron más de la mitad de las personas que adquirieron el virus de inmunodeficiencia humana las que tuvieron un diagnóstico tardío en el pasado año. «El hecho que la gente se haga la prueba tarde nos lleva a dos problemas», certifican Errekalde.
El primero es «la persona afectada y su salud», y el segundo es que «al no saber que somos posibles portadores de un virus podemos infectar a otras personas», insiste. Por ello, la asociación hace hincapié en la importancia de usar el método de prevención de contagios para enfermedades de transmisión sexual. Aquel conocido por todos: el preservativo, «cuyo uso ha disminuido últimamente», reconocía la directora de Salud Pública del Gobierno vasco, Itziar Larizgoitia, en una entrevista a este periódico en el mes de junio. «La utilización, y sobre todo, la correcta utilización del condón es algo imprescindible en las relaciones», recalca Herri Beltza.
Con la llegada del verano, temporada de «calor y de fiestas locales», la mirada de la ONG está puesta en los jóvenes. «La edad de infección cada vez es más baja», aseguran. Casi ocho de cada diez nuevos casos de VIH corresponden a varones, con una edad media de 36 años. Así las cosas, la transmisión en hombres que tienen sexo con hombres continúa siendo mayoritaria, con un 56,8% del total de los nuevos diagnósticos, mientras que la infección vía heterosexual supone un 34,3%.
Es por esto que desde Harri Beltza hacen un llamamiento a las instituciones públicas. «Llevamos mucho tiempo pidiendo que se aborde este problema desde las escuelas. La educación afectivo sexual se debe trabajar aun más, los jóvenes tienen que ser conscientes de los riesgos de las relaciones sexuales no protegidas». Además, aseguran que la aparición de medicamentos como los antivirales generaron «un antes y un después en el mundo del VIH». Antes «la gente moría de sida. Sin embargo, el mensaje lanzado con estos medicamentos eclipsó todo el trabajo de prevención que se venía haciendo hasta entonces», lamentan. «Cuando el VIH mataba nos puso en alarma a toda la sociedad, y gracias a esos antiretrovirales las personas infectadas estamos aquí. Pero es verdad que el uso del preservativo ha ido en detrimento», señalan desde la asociación.
A pesar de llevar tres décadas de trabajo, tanto Errekalde como Arizmendi aseguran que «el VIH sigue teniendo un terrible estigma encima». El momento en el que una persona se hace un test y ve que da positivo «se le cae el mundo encima», apunta Errekalde, «y esto es por culpa del estigma, a lo que está asociado el ser portador o vivir con VIH. Y, precisamente, Harri Beltza está para ayudar en este proceso».
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