La canción que calma la ansiedad y es tan efectiva como los ansiolíticos

La ansiedad es un problema de salud mental cada vez más frecuente. Según las últimas estadísticas del Ministerio de Sanidad afecta al 6,7% de la población y es una enfermedad que tiene cara de mujer, ya que la sufren casi el doble que los hombres. Se calcula que el 8,8% de las muejeres sufren ansiedad, frente al 4,5% de hombres.

En la mayoría de los casos se trata a través de psicofármacos, con benzodiacepinas. Según el informe de 2021 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), dependiente de Naciones Unidas, asegura que España es el país que más psicofármacos consume. Concretamente, en una de cada cuatro familias, algunos de sus miembros recurre a ansiolíticos.

Aunque el uso de la medicina puede ayudar con este problema, hay muchos otros factores que tendrían que mejorar en la vida de una persona para conseguir mitigarla, reducirla o eliminarla, algo complicado.

Algunas de las más conocidas podrían ser la meditación, el deporte, la respiración, dormir bien... Otro de los remedios que se ha estudiado en los últimos años ha sido la musicoterapia. Tal como indicaron los investigadores de un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania, hay canciones concretas que pueden ayudar a relajarnos y ser tan eficaces como los fármacos para la ansiedad.

Esta investigación tuvo en cuenta a 157 pacientes a los que se les pusieron canciones como Someone like you' de Adele, 'Strawberry Swing, Porcelain' de Moby o Canzoneta Sull'aria de Mozart. A pesar de que todas ellas producen sensación de calma, solo una, no mencionada en los ejemplos anteriores, ha sido la que se ha considerado que puede ayudar a calmar la ansiedad. Se trata de la canción 'Weightless', de la banda Marconi Union.

Los resultados concluyeron que esta música redujo los niveles de ansiedad en un 65% y los niveles fisiológicos habituales en reposo un 35%.

La canción 'Weightless', de la banda Marconi Union, dura unos ocho minutos y está compuesta con melodías suaves de piano y guitarra, sin contar con ninguna parte repetida, algo que causa que el cerebro no tenga la necesidad de intentar adivinar qué va a sonar.

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