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Unai Pequeño es el nuevo presidente del Colegio de Logopedas del País Vasco, una profesión con una alta demanda. Entre los objetivos de la entidad está el de insistir en la importancia de estar más presentes en cuatro ámbitos clave de la sociedad: la educación, ... la sanidad pública, las residencias de mayores y la atención temprana.
– ¿Cuáles son los problemas más habituales que trata un logopeda?
– Atendemos a personas de todas las edades. Es habitual ver en nuestras consultas a niños con problemas y retrasos del habla o trastornos del lenguaje. Pero también podemos encontrar a adultos que han sufrido un ictus y les ha dejado secuelas a nivel de expresión oral o gente con problemas de deglución.
– ¿Cuándo una persona debe acudir al logopeda?
– Cuando haya alguna dificultad de pronunciación, de comunicación, para elaborar una oración, estructurar un discurso, para comprender, dificultades para leer. Cuando confundes las palabras, cambias unas por otras o no tiene sentido lo que leo o te cuesta mucho esfuerzo. Debes acudir a un logopeda también cuando te atragantas más de lo normal, cuando sufres muchos episodios de neumonías aspirativas porque la comida te deja los residuos, cuando padeces ronqueras fuertes o frecuentes.
– ¿Dónde están presentes los logopedas, además de en consultas privadas?
– Es importante que los equipos docentes, los gestores de centros de mayores y las instituciones que los gestionan y los colegas sanitarios tengan una buena relación con los logopedas. Lamentablemente eso no se da con la frecuencia que debería. Ni siquiera todos los compañeros sanitarios y del ámbito de la educación saben que existen los logopedas. En nuestra opinión, los colegios y las residencias de mayores deberían contar con logopedas.
– ¿A qué se refiere?
– Por ejemplo, en la edad infantil hay niños que pueden tener dificultades de aprendizaje que no están diagnosticadas. Son niños que día a día lidian con un problema muy gordo para poder decodificar un texto, entender un escrito o comprender una instrucción oral. Muchos no están diagnosticados. La ley de Educación no ha recogido nuestra propuesta para incluir la figura del logopeda como miembro del equipo de orientación y de valoración de los centros educativos.
– ¿Por qué la consideran importante?
– Hablamos de que no se está dando una oportunidad igual a todos los niños en edad escolar. Lo que no se puede hacer es tener un niño con dislexia, que puede no estar diagnosticado, y que la única opción de que el colegio le ofrezca una ayuda y pueda hacer una adaptación en el currículo o un cambio en la forma de baremar sus conocimientos, sea haciéndole repetir un curso. Eso es tercermundista.
– ¿Hay muchos niños en esa situación?
– Las estadística que manejamos hablan de que en Euskadi hay entre un 10% y un 15% de niños disléxicos. Sin embargo, no tenemos ese porcentaje de población infantil diagnosticada. Por tanto, tiene que haber niños con dificultades de lenguaje, del habla y de comprensión que están sin valorar.
– ¿Es la dislexia la patología que más tratan?
– Es de las que más peso tienen, seguido del aprendizaje lector. Las familias reclaman mucho esa atención porque no la tienen donde creemos que debería de darse esa respuesta, que es desde los centros escolares. En menor proporción tratamos trastornos del desarrollo del lenguaje.
– Hablaba antes de los centros de mayores. ¿Hay logopedas en ellos?
– Es otro tema que nos preocupa. Como ocurre con los niños, se debería dar un buen servicio a los mayores. No puede ser que en esta etapa de la vida, aquellas personas allí internadas no cuenten con un logopeda en el centro para tratar los problemas de deglución, de aspiraciones o de comunicación. Igual que son necesarios en estos centros fisioterapeutas y psicólogos, también lo son los logopedas, tanto en las residencias como en los centros de atención temprana.
– Osakidetza cuenta con logopedas.
– Sí, pero con apenas unas docena. Esto hace que haya unas listas de espera muy elevadas en la sanidad pública para poder recibir rehabilitación logopédica. Para unos nódulos, una ronquera u otras patologías vocales, Osakidetza tiene una lista de espera de entre 18 y 24 meses. Y para cuando les ven muchas veces el cuadro que presentan ha empeorado. Algunas de las personas que están en lista de espera han pasado por intervenciones quirúrgicas, han sufrido cáncer de cabeza y cuello.
– ¿Cómo afectan estas esperas?
– Una rehabilitación tiene una garantía de éxito superior cuanto más corto sea el periodo de espera entre la propia lesión y el inicio de un proceso terapéutico. Osakidetza deriva a las consultas privadas, muchas veces no con la prontitud que nos gustaría y eso puede hacer que el problema evolucione en una patología más severa. En Euskadi estamos colegiados 414 logopedas y lo cierto es que somos una profesión muy demandada.
– ¿Cómo es una rehabilitación?
– Para un problema de voz clásico como un nódulo tenemos que hacer ejercicios de relajación de la musculatura de la laringe. Retomamos la fisiología de la respiración con más apoyo diafragmático y menos respiración torácica. Trabajamos la dicción, la postura, el equilibrio, el apoyo corporal, la proyección de la voz... En patologías del habla como puede ser la dislalia hay que ver si realmente tenemos un problema por una incapacidad para producir los sonidos o simplemente no conocemos el punto de articulación y trabajar en ello. El atragantamiento es una patología más compleja cuando se da en personas con párkinson y otras enfermedades degenerativas como la esclerosis múltiple o la ELA, aunque con una serie de estrategias se consigue estabilizar el proceso.
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