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La falta de explicaciones convincentes por parte de la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui (PNV), sobre la crisis abierta en la OSI Donostialdea fue el detonante que llevó este lunes a dos de los principales grupos de la oposición en Euskadi, EH ... Bildu y PP+Cs, a reclamar su dimisión como máxima responsable de Osakidetza. Elkarrekin-Podemos no había llegado a tanto al cierre de esta edición, pero en un tono igual de crítico, calificó de «purga política» la destitución de la directora gerente y de la directora médica de la organización.
El PSE, socio del PNV en el Gobierno Vasco, instó por su parte al Departamento de Salud a seguir una estrategia de «transparencia y diálogo» con los profesionales sanitarios «para evitar conflictos» como este, al tiempo que reclamó «más personal, más recursos» y adecuar la estructura de Osakidetza «a la realidad postcovid para recuperar la normalidad asistencial».
Tras escuchar la intervención de Sagardui, el portavoz de EH Bildu, Unai Urruzuno, pidió que Sagardui deje de ser consejera por «la soberbia y la ceguera política» que, en su opinión, ha mostrado ante «la mayor crisis política y de prestigio institucional de los últimos años» en Euskadi. El representante soberanista reprochó a Sagardui y al Gobierno Vasco que hayan optado, «una vez más por no reconocer una crisis». A su juicio, la titular de Salud «ha demostrado ser una persona que huye de sus responsabilidades». «No se puede convocar una rueda de prensa de urgencia en mitad de una crisis política para decir que le importan un bledo las críticas y denuncias del personal sanitario, los sindicatos y toda la oposición».
‼️ SAGARDUI huye de sus responsabilidades en la mayor crisis política y de prestigio institucional de los últimos años: NO DEBERÍA SER CONSEJERA.
EH Bildu (@ehbildu) December 5, 2022
La soberbia y la ceguera política no pueden regir el modelo de gobernanza de ninguna administración.https://t.co/jlnL6AxUVc
En similares términos se había expresado antes el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz. Ya antes de la comparecencia de Sagardui, afeó al lehendakari «tener Osakidetza en llamas». Una situación por la que exigó a Iñigo Urkullu que «asuma responsabilidades» y «cese» a Sagardui. Según Iturgaiz, lo que se está viviendo en la OSI Donostialdea «no es un caso aislado», sino «un episodio más del cúmulo de despropósitos propiciados desde la consejería de Salud». Citó «el cierre de la cirugía cardiaca de Basurto, paralizada por un auto judicial; el cierre de las Urgencias del Hospital de Santiago; los cierres de centros de salud y Pacs; problemas en la Atención Primaria y la falta de una adecuada planificación de los recursos humanos ante la falta de profesionales sanitarios».
Desde Elkarrekin-Podemos, su parlamentario Jon Hernández calificó de «purga política» la destitución del equipo directivo de la OSI de Donostialdea y consideró que «esta crisis pone de manifiesto una vez más los problemas que genera a la Sanidad Pública el modelo gerencialista impuesto por el PNV, con el que se gestiona Osakidetza más como una empresa que como un sistema público de salud».
El PSE, que tras el desencuentro de las últimas semanas con el PNV en torno a los descuentos en el transporte público el sábado cerró filas en este asunto con su socio de gobierno enmarcando las destituciones en la «normalidad» y las «capacidades de gestión del Departamento de Salud», ayer optó por tomar algo de distancia y volver a marcar perfil propio.
Sin censurar la decisión de destituir a la cúpula de Donostialdea, fuentes socialistas sí instaron al Departamento de Salud a actuar con «transparencia» y «diálogo» con los profesionales de Osakidetza «para evitar conflictos» como este, al tiempo que reclamaron «más personal, más recursos y adecuar» la estructura del Servicio Vasco de Salud «a la realidad postcovid para recuperar la normalidad asistencial».
Más incisiva se mostró la primera teniente de alcalde de San Sebastián, Marisol Garmendia, quien apuntó que hay «un mar de fondo» en Osakidetza que podría explicar estos ceses y dimisiones. La edil socialista habló de «problemas en muchos ambulatorios y centros de salud de barrios, con recortes de horarios», por ejemplo. «Todos vemos que los servicios de Osakidetza son mejorables», y que «las cosas no han vuelto adonde tenían que volver tras la pandemia», lo que hace que la calidad del Servicio vasco de Salud «se esté viendo resentida».
En el lado sindical, ELA considera que la «crisis» generada en la OSI Donostialdea representa «un ejemplo más del deterioro que sufre Osakidetza» y que Salud «se niega a abordar, ignorando a sindicatos, profesionales y ciudadanía». A su juicio, la actual situación «tiene su origen en el deterioro del servicio que ELA lleva años denunciado».
LAB achaca las destituciones y dimisiones al «hastío generalizado» de los trabajadores de Osakidetza, que «está alcanzando a los equipos directivos», como consecuencia de «la putrefacción de un modelo de gobernanza insoportable sustentado en el autoritarismo».
En la misma línea, CC OO denuncia que «la crisis de la OSI Donostialdea es la consecuencia lógica del talante impositivo» del Servicio Vasco de Salud, «a lo que acompañan años de recortes y de deterioro de las condiciones de trabajo que han provocado que ofertas de contratos temporales para personal sanitario ni siquiera hayan podido cubrirse.
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