Expertos auguran nuevos brotes «pero no olas» como las sufridas hasta ahora

Insisten en aumentar las tasas de la vacunación con el objetivo de frenar las futuras mutaciones y mantener las restricciones hasta final del año

Iker Marín

San Sebastián

Viernes, 10 de septiembre 2021, 02:00

Poco tiene que ver esta quinta desescalada de la pandemia provocada por el coronavirus SARS-coV-2 con las que hemos vivido en las anteriores ondas epidémicas. Más allá del lento retroceso que marcan cada día los indicadores de la crisis sanitaria, con sus habituales ... dientes de sierra en los datos de positividad, tasas de incidencia y hospitalizaciones, el éxito de esta desescalada se va a sustentar en dos aspectos muy claros: extender aún más la campaña de vacunación y controlar las amenazas que puedan surgir en forma de nuevas mutaciones del virus. Ambas están directamente relacionadas y marcarán si a corto o medio plazo tendremos que hacer frente a una nueva ola como las anteriores, algo que descartó ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón al afirmar que «puede haber ondulaciones en grupos concretos, pero, a priori, no es probable que lleguen a ser grandes brotes».

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Como indican los expertos consultados por este periódico, «no podemos decir que en Euskadi con una tasa de vacunación del 90% vayamos a tener solucionado el problema. No. Tenemos que pensar en un problema de Salud Pública mundial, que es lo que tenemos», deja claro Miren Basaras, profesora e investigadora del Departamento de Inmunología, Microbiología y Parasitología de la UPV/EHU. A esta idea añade Rafael Bengoa que «es inevitable la llegada de otras variantes de otros países. Según el índice de conexión mundial, 19 de los 25 países más conectados del mundo están en Europa». Según el co-director en The Institute for Health and Strategy (SI-Health) y exconsejero de Sanidad del Gobierno Vasco, «cuantas más vacunas mandemos a otras partes del mundo menos tiempo le damos al virus para hacer mutaciones a peores variantes. Los políticos dirán que envían vacunas por solidaridad. Sin embargo, será por seguridad». Y deja una frase lapidaria: «Solo vacunar a todo nuestro país no nos protege de futuras variantes, la seguridad debe ser global».

Elena Vanessa Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología, añade que «será importante insistir en la inmunización de determinados grupos que no han tenido acceso a la vacunación, por la circunstancia que sea, intentando evitar lo máximo posible que existan agrupaciones de personas susceptibles concentradas en un mismo lugar, donde el virus, si entra, se transmitirá con facilidad».

Frente a las certidumbres de lograr mayores tasas de vacunación y control de las nuevas cepas, –«esta pasada semana apareció otra nueva variante amenazante en Sudáfrica», señala Bengoa –, solo hay incertidumbres, como asegura la actual consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui, cada vez que tiene ocasión.

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¿Habrá una sexta ola? Ni los expertos coinciden de manera clara. Partiendo de la base de que auguran futuros brotes, plantean escenarios diferentes. Mientras Basaras no duda en afirmar que «evidentemente podría haber una sexta onda epidémica», Bengoa cree que «no habrá una ola como las anteriores» y Martínez afirma que «existe la posibilidad de que haya algunos repuntes».

«Cifras preocupantes»

La microbióloga de la UPV/EHU expone que «en tasas de incidencia, todavía estamos 4 veces por encima de lo que nos aconsejan que debemos estar, que son menos de 60 casos por 100.000 habitantes. Estamos muy lejos de llegar a esa cifra todavía. Cuando empezamos esta quinta ola a finales de junio, los datos en Euskadi eran de una tasa de 100 casos por 100.000 y ahora casi triplicamos ese dato. Aún son cifras preocupantes». A lo que añade, «viendo que aún hay población sin vacunar y que las distintas variantes puedan ser más transmisibles que la Delta, evidentemente puede haber nuevas ondas epidémicas».

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En opinión del exconsejero vasco de Salud, «los brotes que tendremos este otoño estarán concentrados en niños y adolescentes, ya que los primeros no están vacunados y los segundos solo parcialmente. Aunque esos grupos no sufren la enfermedad con la misma intensidad que la gente mayor deben saber que pueden llevar la infección a casa, donde gente mayor se puede reinfectar aunque ya estén vacunados». Por su parte, la epidemióloga habla de «repuntes, aunque el grado de inmunización logrado en el país protegerá ese posible aumento de casos y no habrá tanto impacto en la gravedad de la afección. No espero una ola como las anteriores».

Esta incertidumbre se traslada también a lo que pueda pasar con la pandemia durante las próximas semanas. «Es difícil predecir qué va a pasar», señala Basaras. Entre la vuelta a los centros educativos, el regreso a los puestos de trabajo y las aglomeraciones que siguen produciéndose durante los fines de semana, «la tendencia a la baja de esta quinta ola no es tan clara, es posible que nos estanquemos e incluso que podamos subir», añade la profesora.

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Las cifras

  • 100 casos por 100.000 habitantes era la tasa acumulada a inicios de la quinta ola en Euskadi

  • 209 casos por 100.000 habitantes fue la tasa de ayer en Euskadi, lejos aún del objetivo 60 casos

La explicación al bajo ritmo de la disminución de las tasas la ofrece Bengoa. «Desescalar esta ola es diferente a las anteriores. No es lo mismo desescalar Delta que las variantes anteriores. Delta es más contagiosa, infecta aún más de forma asintomática, provoca mayor carga viral y tiene un número de reproducción mayor. Diría que hay que ser más pacientes que en desescaladas anteriores y mantener una buena mezcla de restricciones y de vacunación hasta Navidad de este año».

En este punto, y ante la inminente vuelta a las aulas, la presidenta de los epidemiólogos del Estado quiere destacar a profesores y alumnos. «Es importante subrayar que es un colectivo que nos ha demostrado con creces que manteniendo las medidas de prevención es posible contener la transmisión del virus, creo que se les ha reconocido poco el gran esfuerzo que hicieron el curso pasado», considera.

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Antes de llegar a final de año, sí que inquieta a los expertos sanitarios lo que pueda pasar al inicio del otoño con la pandemia y el mayor tiempo que podamos pasar «en interiores por el cambio de temperatura. Nuestro comportamiento en las zonas cerradas determinará o no la aparición de infecciones», avanza el co-director de SI-Health. Para evitar que tal cosa suceda, Basaras cree que «las mascarillas se van a tener que seguir utilizando en espacios interiores. De hecho en países que las quitaron en esas zonas, hablo de Israel o de EEUU, volvieron otra vez a instaurarla». Sobre qué sucederá en los espacios exteriores no es tan optimista ya que «tenemos mucha transmisión del virus». Dependerá del nivel de vacunación y de cómo sea la transmisión allí», señala.

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