Le llaman la droga 'zombie' y aunque la situación no es comparable con la oleada de muertes por fentanilo que está viviendo Estados Unidos, la posible llegada a Euskadi de este potente opiáceo relacionado con su uso ilegal mantiene «en alerta» al Gobierno Vasco. De ... momento, no se han detectado casos de intoxicaciones por fentanilo -un opiáceo 50 veces más que la heroína y 100 veces más adictivo que la morfina- y no hay evidencias de que haya entrado en los mercados de drogas ilegales, aunque la preocupación es latente. De hecho, el robo de decenas de dosis de este medicamento en el hospital vizcaíno de Urduliz ha hecho saltar las alarmas sobre esta sustancia que se usa como anestésico en el ámbito hospitalario. ¿Y fuera de él?
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Según Elena Aldasoro, responsable del Plan de Adicciones del departamento vasco de Salud, «por ahora no hemos visto nada en los informes y las muestras que analizamos. Por un lado se recogen muestras en festivales, fiestas de pueblos... y se mandan a un laboratorio de la UPV para su análisis. También hay otra fuente de muestras, la sala de consumo supervisado en Bilbao donde acuden personas que consumen heroína y cocaína y en todos los informes no hemos visto nada», insiste.
La responsable del plan de adicciones destaca asimismo la coordinación con el sistema de alerta nacional y europeo y el «intercambio de información» que les permite estar al tanto de cada movimiento. La ruta del fentanilo «parece ser» China-México-Estados Unidos. «En China producen los productos con los que elaborar el fentanilo, lo pasan a México, donde lo elaboran a saber en qué condiciones y lo trasladan a la frontera de EE UU». De momento, el fentanilo está esquivando Euskadi, aunque desde el Gobierno Vasco se mantienen vigilantes y han activado el 'modo alerta'.
Las imágenes que llegan desde Estados Unidos de jóvenes doblados sobre sí mismos y caminando como zombis resultan devastadoras. El país se enfrenta a una crisis de salud pública sin precedentes a causa de este opioide, que ha provocado un récord de muertes por sobredosis, con 100.000 fallecidos al año. Aunque a día de hoy en España no ha habido incautaciones de esta droga y su distribución médica está bajo control estricto en todo el país, sí preocupa su posible circulación en el mercado ilegal. Además, las autoridades creen que los traficantes podrían haber camuflado este opiáceo en otros estupefacientes. «Ahora parece ser que lo que hacen es contaminar con fentanilo otras drogas, de manera que una persona puede estar consumiéndolo sin saberlo y volverse adicta», alerta Aldasoro. A esto se le suma la prohibición en Afganistán del cultivo de amapolas, de donde procede la mayor parte de la heroína consumida en Europa. «Esto le va a dar mucho aire al fentanilo porque no va a haber heroína», afirma.
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«Nos coordinamos con el sistema de alerta nacional y europeo para conocer cada movimiento e intercambiar información»
Elena Aldasoro
Resp. Plan Adicciones
Josean Fernández
Pte. Aergi
Por de pronto, la Guardia Civil ha puesto en alerta a todos sus agentes ante la posibilidad de que esta droga pueda desembarcar en breve en España y que los funcionarios tengan que enfrentarse a esta sustancia en registros, cacheos u operaciones. Así, la Unidad Técnica de Policía Judicial del instituto armado ha repartido en las últimas semanas un impactante tríptico entre los operativos, donde se avisa de la peligrosidad de esta sustancia. «Dos miligramos de fentanilo, equivalentes a diez granos de sal, puede constituir una dosis letal», reza el documento. Los expertos de Policía Judicial no ocultan que temen posibles intoxicaciones de los agentes por «cometer errores» como «oler el paquete o la sustancia concreta» o «manipular» la droga «sin protección».
Las evidencias disponibles sobre la presencia de esta droga en Euskadi se corresponden a día de hoy con las recetas de fentanilo farmacológico que se dispensan en la red sanitaria. Su prescripción está «absolutamente controlada», por lo que resulta mucho más difícil su penetración, según confirman expertos en consumo y tratamiento de estupefacientes preguntados por este periódico. Desde Proyecto Hombre afirman que «no hemos tenido ningún caso» de fentanilo. «Está muy controlado, así como las recetas por parte de Osakidetza». Sin embargo, existe «mucha preocupación», tal y como manifiesta Josean Fernández, presidente de la Asociación de alcohólicos y adictos a otras sustancias-Aergi. Puntualiza que «tampoco hay que caer en el tremendismo norteamericano, ya que aquí hablamos de consumos por prescripción médica y la situación no tiene nada que ver con lo que está ocurriendo allí. Eso no ha llegado, pero ya se está empezando a consumir fuera de lo que marca la Agencia del Medicamento».
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Para Fernández, el problema con el fentanilo está en el uso de prescripción. Esto es, se ha recetado fentanilo a pacientes en patologías donde quizá no estaba indicado. Se refiere a pacientes con dolencias crónicas «como fibromialgias por ejemplo, que no consiguen calmar el dolor con tramadol u otros medicamentos». El problema, a su juicio, es que esta medicación «no se está utilizando como la Agencia informa en sus condiciones de uso». De hecho, la propia Agencia Española del Medicamento advirtió en 2018 del alto riesgo de dependencia y abuso de este potente analgésico y del «crecimiento exponencial» en su prescripción. En concreto, en Euskadi su uso se ha duplicado entre 2014 y 2020, pasando de 21.593 envases a superar los 40.000 en 2020 (un aumento del 85%), según los datos del grupo de trabajo de análisis del consumo farmacéutico del departamento vasco de Salud.
Fernández habla de una droga con una potencia muy elevada que «puede crear una adicción muy rápido», tal y como han constatado en su asociación. «Hemos tenido a pacientes con dolores que han empezado a tener un problema de adicción al fentanilo, es una auténtica salvajada y estamos preocupados. Se está recetando para dolores crónicos no oncológicos, de etiología desconocida. Es una droga muy potente y altamente adictiva. El paciente adicto tiende a tolerarlo y en cuestión de semanas ya no le vale la dosis y necesita conseguir más». Sin ir más lejos, el pasado octubre, una mujer de 38 años residente en Navarra fue arrestada por la Policía Nacional de La Rioja acusada de falsificar hasta 240 recetas médicas para conseguir un medicamento que contiene fentanilo.
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La 'Guía de consenso para el buen uso de analgésicos opioides', editada por Sociodrogalcohol en 2017 ya indicaba que «su elevada potencia y su rapidez de acción desaconsejan su uso en el dolor crónico no oncológico, debido a su elevado riesgo potencial de abuso y adicción», si bien puntualiza que «a pesar de ello, hay pacientes que tienen prescritas estas formulaciones para el tratamiento del dolor crónico neuropático resistente a otros tratamientos».
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