Gipuzkoa participa en el ensayo clínico de cinco fármacos para frenar el alzhéimer

Los medicamentos que se están testando se fijan a diferentes partes de la proteína amiloide anómala para destruirla y eliminarla del cerebro

Aitor Ansa y Javier Bienzobas

San Sebastián

Miércoles, 20 de septiembre 2023, 06:34

La demencia, y en especial la enfermedad de Alzheimer, es una prioridad de salud pública mundial. Se estima que afecta a entre el 5% y el 7% de los mayores de sesenta años. Extrapolando esas cifras a Gipuzkoa, se podría afirmar que actualmente este mal afecta a alrededor de 13.400 personas en el territorio y, por consiguiente, a más de 40.000 cuidadoras familiares. Y va en aumento, puesto que el envejecimiento es el principal factor de riesgo de la enfermedad. Las previsiones alertan de que en 2050 afectará a cerca de 37.000 guipuzcoanos y a más de 116.000 familiares. Detener el deterioro cognitivo es el principal caballo de batalla en el que está inmersa la ciencia en estos momentos.

Publicidad

La tozuda realidad y los datos objetivos dicen de manera clara que el territorio se encuentra a la cabeza mundial en la investigación de las fases preclínicas del alzhéimer, que este jueves celebra su Día Mundial. La Unidad de Terapias Avanzadas (UTA) de Policlínica Gipuzkoa participa actualmente en el ensayo clínico de un total de cinco medicamentos que buscan frenar el avance de esta dolencia. Los síntomas del alzhéimer obedecen a la degeneración de las neuronas por el depósito en el cerebro de la amiloide, una proteína anómala. Estos depósitos comienzan a producirse muchos años antes de que afloren los síntomas, por lo que su detección precoz y su valor predictivo son los grandes objetivos de la investigación actual. «Si se consigue eliminar el amiloide lo que te dicen los ensayos es que la progresión de la enfermedad se ralentiza en un 30%. Esto quiere decir que si una persona comienza con síntomas, la progresión va a ser un 30% más lenta que si no tomara nada. Con lo cual, su calidad de vida va a estar mantenida durante bastante más tiempo», explica el neurólogo Gurutz Linazasoro.

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

Desde 2016, una cuarentena de pacientes ha participado en ensayos clínicos con fármacos antiamiloideos en la UTA. En la actualidad, hay dos ensayos clínicos ya cerrados, en las que se encuentran los medicamentos 'Aducanumab' y 'Lecanemab', y otros tres abiertos. Uno de ellos se encuentra en fase tres, mientras que los otros dos echarán a andar en uno y tres meses, respectivamente. «Todos ellos son con fármacos anticuerpos monoclonales antiamiloideos indicados para pacientes con enfermedad de Alzheimer en fase leve», sostiene Linazasoro.

Asegurar su eficacia

El desarrollo de un ensayo clínico es un proceso muy complejo. Se requiere un equipo multidisciplinar, experimentado y totalmente dedicado a la ejecución del ensayo, además de un hospital dotado de un servicio de Farmacia, Radiología, Gestión de Investigación Clínica y otras infraestructuras que deben funcionar de un modo coordinado, ágil y flexible. El objetivo principal es determinar la eficacia y seguridad de un fármaco del que existen evidencias científicas sólidas y que todavía no ha sido comercializado.

Consta de cuatro fases. En primer lugar, se prueba con pacientes sanos para saber cuál es la dosis máxima tolerada, antes de que se manifiesten efectos secundarios. En la fase dos, se analiza la seguridad de diferentes dosis en un pequeño grupo de pacientes. En este punto pueden encontrarse datos indirectos y todavía insuficientes sobre su eficacia. Una vez probada esta efectividad se da paso a la fase tres, en la que se encuentran 'Aducanumab' y 'Lecanemab', que consiste en demostrar concluyentemente esta eficacia y seguridad en cientos o miles de pacientes.

Publicidad

«El alzhéimer, muy probablemente, empiece en el cerebro muchos años antes de que aparezcan los síntomas»

Gurutz Linazasoro

Neurólogo

«El problema a día de hoy es que no hay nada que nos diga el riesgo exacto de una persona a tener alzhéimer»

Tiene un diseño multicéntrico (a nivel mundial), prospectivo (haciendo un seguimiento) y randomizado con doble ciego. Esto significa que se establecen dos grupos: a unos se les suministra placebo y a otros el fármaco en distintas cantidades. «Nadie, ni siquiera los médicos, sabemos qué está recibiendo el paciente, ya que es una máquina la que decide de manera aleatoria quién recibe qué», explica el neurólogo. Esta primera parte de la fase tres dura de cuatro a seis meses y a lo largo de ese periodo se observa la evolución del paciente.

Una vez transcurridos estos meses se daría paso a la segunda parte de la fase tres, durante la cual todos los pacientes empiezan a recibir el fármaco en su dosis adecuada. Este periodo puede durar unos dos años aproximadamente. La fase cuatro, la última del ensayo clínico, sirve para asegurar la eficacia y seguridad una vez el fármaco ha salido al mercado.

Publicidad

Estas pruebas pueden ocasionar efectos adversos, por lo que la seguridad se monitoriza de modo exhaustivo. En los ensayos que se están llevando a cabo en Gipuzkoa, «aproximadamente un 1% de los pacientes deja el ensayo por un efecto adverso grave», reconoce Linazasoro. Las razones principales son dos, «inflamación en la zona donde se destruye el amiloide» o la aparición de «hemorragias en el cerebro». Asimismo, «hasta un 6-7%, un 10% si me apuras, podría tener estos efectos secundarios», si bien en la mayoría de los casos estas personas se muestran asintomáticas y la detección de los efectos secundarios se detectan «en las resonancias de control que se hacen».

Tras casi cuatro décadas estudiando factores de riesgo y de analizar los posibles condicionantes que hacen que una persona acabe desarrollando demencia, el objetivo a corto y medio plazo «son la detección precoz y los tratamientos con estos medicamentos». Nos situamos, añade el facultativo, en un nuevo paradigma a la hora de hacer frente a esta enfermedad. «Recuerdo que cuando yo empezaba en esto de la neurología veías a una persona mayor con alzhéimer y lo que hacías era encogerte de hombros porque no había fármacos ni nada. Pero hace unos diez años cambia el concepto de la enfermedad, cuando se llega a la conclusión de que el alzhéimer, muy probablemente, empiece en el cerebro muchos años antes de que aparezcan los síntomas. Con lo cual, si somos capaces de detectar esa fase y de actuar en ella, podremos prevenir la enfermedad», sostiene.

Publicidad

Las claves

  • Ensayos clínicos En la actualidad hay dos ensayos clínicos ya cerrados y tres abiertos.

  • Participantes. Alrededor de cuarenta pacientes.

  • Medicamentos. Aducanumab, Lecanemab y otros medicamentos que, por cuestiones de confidencialidad, no se pueden desvelar.

Aunque se están dando pasos adelante en el diagnóstico del alzhéimer a partir de ciertos biomarcadores, la detección de la enfermedad en la práctica sanitaria continúa siendo clínica y requiere de la presencia de determinados síntomas de deterioro cognitivo. Por consiguiente, esto limita la actuación sobre los pacientes antes de que comience el deterioro cognitivo. «El problema a día de hoy es que no hay nada que te diga el riesgo exacto de tener alzhéimer. Es decir, podemos hacer un análisis de sangre o cualquier otra prueba que te diga que tienes esta proteína que eleva el riesgo de tener la enfermedad», reflexiona el neurólogo.

En este punto, agrega, surgen dos preguntas principales. «¿Eso quiere decir que voy a tener alzhéimer? y ¿a qué edad voy a empezar?». La respuesta a la primera es contundente. «No, simplemente que tienes más riesgo», señala. Para la segunda, todo queda en el aire. «No se sabe. No es lo mismo decir que tienes más riesgo de padecer alzhéimer y vas a empezar a los 95 años, que a los 64, pero actualmente no lo podemos saber».

Publicidad

Charla este jueves en el Colegio de Médicos con las últimas novedades

Dentro de las actividades enmarcadas en el Día del Alzheimer, el neurólogo Gurutz Linazasoro ofrecerá este jueves una charla en el Colegio de Médicos de Gipuzkoa, donde se darán a conocer los avances médicos, la situación de los nuevos fármacos y las implicaciones en la organización de los sistemas de atención médica. La ponencia, que arrancará a las 18.30 y tendrá una duración de hora y media, se llevará a cabo en el salón de actos y será abierta al público hasta completar aforo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad