El Gobierno Vasco, sobre el viaje de los familiares del Athletic: «No consta que salieran de aquí»

El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, ha salido al paso de la controversia generada porque hubo decenas de personas que se saltaron el confinamiento perimetral. En su intervención, ha recalcado que no es «responsabilidad nuestra» que decenas de personas abandonaran Euskadi en pleno cierre perimetral sin ninguna sanción. «No nos consta que hayan salido de aquí. No han pasado ningún control de la Ertzaintza para desplazarse a donde hayan ido. Creemos que no es responsabilidad nuestra», ha argumentado al ser preguntado por el controvertido viaje de familiares de jugadores y directivos del Athletic en su final ante el Barcelona y de la Real Sociedad en la que le enfrentó a los rojiblancos.

La tesis de Zupiria es que la polémica no le concierne a su Ejecutivo. «Si hay alguna responsabilidad que asumir, deben asumirla quienes la practicaron», ha indicado antes de recalcar que su Gobierno «no ha intervenido en nada que haya tenido que ver con la final de Copa ni se ha jugado en Euskadi».

«En el Estado español hay establecido por un real decreto del Gobierno de España un confinamiento perimetral. En Andalucía, que es donde se ha jugado, hay también un confinamiento pemimetral y hay normas establecidas para el acceso a las instalaciones deportivas y culturales. Esto no ha sucedido en Euskadi», ha zanjado el portavoz del Ejecutivo.

En medio de las severas restricciones a la movilidad de la ciudadanía vasca, son muchos a los que les ha causado indignación que los finalistas llevaran invitados a los partidos de La Cartuja. Una de las quejas más recurrentes es que esas personas han podido abandonar Euskadi para ver un partido cuando salir del territorio está prohibido para el resto de la población a no ser que hay motivos laborales. Además, son muchos los que se muestran su malestar porque se juegan una multa si acuden a visitar a sus familiares en otras ciudades, pero los invitados del Athletic viajaron a la vista de todo el mundo sin ninguna consecuencia.

La Federación Española de Fútbol entregó invitaciones a los participantes en sus dos finales de abril. Athletic y Real Sociedad contaron con 50 por club en el derbi del 17 de abril, pero el cupo se amplió a 65 por equipo para el partido del pasado sábado entre los rojiblancos y el Barcelona. Además, la propia Federación y la Junta de Andalucía manejaron sus propias localidades de acceso a los palcos.

La mayor parte de las invitaciones se destinaron a la plantilla rojiblanca. Cada uno de los 25 jugadores y siete miembros del equipo técnico tenían derecho a convidar a una persona, aunque en algún caso, como el capitán Iker Muniain, le acompañaron más, sus padres, su esposa y un hijo. Desde el club explican que fueron los jugadores y el primer entrenador quienes reclamaron poder ir acompañados, como hizo la Real Sociedad en la primera final.

La mayoría de los directivos -diez de quince- llegaron también con un invitado. Se presentaron en el hotel de concentración de Sevilla, en el que se alojaron, el viernes tras viajar en un Bilbao-Málaga que dijeron haberse pagado ellos. En esta expedición estaba, entre otras, la mujer del presidente, Aitor Elizegi.

La presencia de invitados de los directivos en la final generó controversia en la directiva. La mayor parte de los dirigentes se pronunció en favor de poder llevar compañía. Pusieron como argumento que es lo que hizo el consejo de administración de la Real Sociedad en la final que enfrentó a los dos equipos vascos.

Los cinco directivos que se posicionaron en contra llegaron a Sevilla en el vuelo oficial con invitados que el club fletó el sábado por la mañana. Volaron en él el vicepresidente, Mikel Martínez, Joana Martínez, Itziar Villamandos, Tomás Ondarra e Iker Goñi.

En esa aeronave viajaron el resto de invitados, los expresidentes, Fernando García Macua y José Julián Lertxundi; los exjugadores José Ángel Iribar, Andoni Goikoetxea y Miguel de Andrés, entre otros; patrocinadores y empleados del club.