«El fin de las medidas tenía que llegar, pero seamos cautos»

«Según los últimos datos de la incidencia y contagios, era el momento de quitar las restricciones. Es cierto que hemos asimilado la masificación pero la pandemia no ha terminado. Ahora la mascarilla delega en nosotros la responsabilidad. Yo la seguiré llevando».

Alberto Aldazabal considera que el levantamiento de las restricciones «ha llegado en el momento oportuno. La gente estaba ya cansada». Que se pueda ir en mayor número al frontón o al campo de fútbol generará optimismo y se irá más a la normalización».

«Es pronto para quitar todas las medidas de golpe, algo precipitado. Aún hay gente que tiene miedo. Yo estoy tranquila pero voy a tener cuidado en la calle», dice esta mujer, que cree no obstante que «la pandemia está controlada y la vuelta de las fiestas animará la ciudad».

«Algún día tenía que llegar el final. Personalmente tenía ganas de retomar la normalidad, aunque seguiré llevando mascarilla y tomando mis medidas por precaución. En la calle, el 80 o 90% de la gente no la lleva. Eso sí, agradezco la libertad de movilidad».

«El final de las restricciones tenía que llegar. Los jóvenes teníamos muchas ganas de recuperar la normalidad y la vida social, bueno, todo el mundo las tenía. Queríamos ver las caras de las personas. Si la situación empeora siempre tendremos tiempo de recular».

«Agradezco que hayan terminado, aunque es un cambio brusco del 'no' al 'sí'. Si lo hacen será porque están seguros y porque la vacuna lo permite. Doy un voto de confianza. Yo tengo ganas de Tamborrada y las fiestas nos dan vidilla. Eso sí, no perdamos la cabeza».

«Ya era hora de levantar las restricciones, aunque habrá que seguir con algo de cuidado porque el virus no se ha ido», afirma Juan Carlos Díez. «No he hecho nada especial, para mí este primer día ha sido normal, pero en la gente se ve otra alegría».

«Creo que es pronto. Habría que esperar a final de año y ya ver cómo avanza la situación. Las masificaciones siguen siendo muy peligrosas y a estas alturas aún puede haber sustos», comenta Nieves, que apoya el uso de la mascarilla en interiores y en aglomeraciones.