El Ministerio de Sanidad rechaza reducir un año la formación de los médicos de familia, como le pide Euskadi

Fuentes del ministerio sostienen además que «reducir la formación de los médicos de familia a tres años sería un retroceso que comprometería la calidad asistencial, la atención a pacientes crónicos y la modernización de la Atención Primaria». A esto hay que añadir que supondría un agravio comparativo entre profesionales de esta especialidad. De alguna manera, esa medida daría lugar a que hubiese unos médicos mejor formados que otros en los centros de salud.

Sanidad advierte de que, de salir adelante la propuesta vasca, «incentivaría la contratación de profesionales sin especialización, precarizando el primer nivel asistencial y debilitando la base del Sistema Nacional de Salud.

El consejero de Salud planteó este lunes por la mañana reducir en un año el periodo de formación de un médico de familia como medida para paliar la actual carencia de estos profesionales y que Osakidetza disponga de más facultativos. De esta forma, indicó Martínez, se podrían «duplicar» en cuatro años el número de nuevos doctores que pueden incorporarse a la Atención Primaria. Ese último año de residencia que dejarían de cursar podrían recuperarlo más adelante, apuntó el consejero, quien insistió en que la medida que ponía encima de la mesa tendría una vigencia temporal de unos cinco años, el mismo tiempo durante el que se prevé que se jubilen más galenos de los ambulatorios de los que se incorporan.

El máximo responsable de la sanidad vasca definió como «grave, casi crítico» el problema de falta de médicos en los centros de salud de Euskadi. Es más, lo situó como el principal obstáculo al que debe hacer frente Osakidetza. Una situación que «está generando un malestar profundo en la ciudadanía, que no acaba de comprender por qué nos es difícil encontrar un médico de familia para Ataun o para Llodio, una psiquiatra infantil para Bidasoa o un pediatra para Gasteiz». «Lo entendemos y hacemos nuestro el malestar, porque es una situación que consideramos crítica y que obliga a tomar decisiones», afirmó.

«Seré criticado»

Martínez calificó su propuesta como «valiente y arriesgada». Dijo ser consciente de que en algunos ámbitos «seré criticado» por ella, pero que en la situación actual Euskadi no tiene más margen que realizar propuestas al Ministerio, que es quien tiene competencias en España en materia de formación de especialistas médicos, para paliar este problema «con la esperanza de que alguna de ellas tenga eco y nos ayude a resolver un problema que nos afecta a todos, no solo a Euskadi».

La respuesta del Ministerio le llegó solo unas horas después y en sentido negativo. Fuentes de Sanidad garantizaban que esa medida era algo que «no se va a hacer». E insistían en que «se necesita una formación completa de cuatro años para garantizar que los médicos de familia estén adecuadamente preparados para los retos actuales y futuros del sistema sanitario. Un recorte en la formación no es la solución, sino parte del problema».