Los misterios de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
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El pasado viernes el Ayuntamiento de Donostia se iluminó de verde para conmemorar el Día Mundial de la ELA, una enfermedad debida a la degeneración de las células nerviosas responsables del movimiento en el cerebro y la médula espinal que conduce a la paralización y ... atrofia de los músculos. Los sentidos, la inteligencia y la comprensión no se afectan. Cerca de 100 personas son diagnosticadas cada año en Euskadi. Su causa se desconoce y está rodeada de misterio. Un reciente estudio ha correlacionado la ocupación laboral de 12 millones de funcionarios americanos ya fallecidos con el diagnóstico de muchas enfermedades, entre ellas la ELA que afectó a 26.917 de ellos.
Distribuyeron las ocupaciones en 26 categorías. Encontraron que los profesionales mejor pagados y con un nivel de estudios superior tienen más riesgo de sufrirla. El Consorcio Euro-Motor con 65.000 participantes de Italia, Irlanda y Holanda ha encontrado una asociación entre la ELA y la exposición a partículas de silicio presentes en la polución y a campos electromagnéticos de baja frecuencia. Desconcertante, pues esta es la base de ciertas terapias comercializadas y de eficacia cuestionable. Los resultados deben tomarse con cautela pues no demuestran relaciones causa-efecto. De hecho, la ELA, como el párkinson y el alzheimer, es una enfermedad multifactorial en la que genética, factores ambientales y, tal vez, envejecimiento se asocian para provocar la degeneración neuronal.
No obstante, el hallazgo más intrigante es su posible relación con la práctica del fútbol profesional. Stefano Borgonovo, el ariete de la Fiorentina que formó el fantástico dúo B2 con Roberto Baggio a mediados de los 80, fue el más famoso de los 40 jugadores que contrajeron la enfermedad en Italia. Cuando se ignora la causa de una enfermedad, la aparición de casos agrupados en torno a una actividad común llama de inmediato la atención de los médicos epidemiólogos. Así, un estudio epidemiológico realizado con futbolistas que jugaron en Primera y Segunda División italianas entre 1970 y 2001 mostró que la frecuencia de ELA era 6 veces más alta que entre la población general. En Inglaterra, hay varios jugadores afectados, pero en ningún país del mundo la prevalencia es tan alta como en Italia. ¿Por qué? Las causas de la ELA se desconocen. Existen pocos casos familiares debidos a mutaciones genéticas. Los casos de futbolistas dan protagonismo a factores como los traumatismos repetidos, los esfuerzos intensos, el contacto con los pesticidas y microbios de la hierba o el uso de fármacos y algunos suplementos dietéticos. Incluso planeó la sombra del doping. Sin embargo, muchas evidencias descartan todas estas hipótesis. Por ejemplo, los centrocampistas resultan más afectados que los defensas, aparece a edades más tempranas que lo habitual para la enfermedad y no se ha descrito en jugadores de rugby que también contactan con las cianobacterias halladas en los terrenos de juego. Mientras se despejan las incógnitas, otros dos grandes ex futbolistas, Massimo Mauro y Gianluca Vialli, llaman la atención sobre la estrecha relación entre ELA y fútbol a través de su Fundación para la Investigación y el Deporte. Han financiado proyectos y centros de investigación y promovido campañas de concienciación. Es el único modo de derrotar al monstruo.
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