Joan Carles Reverter, experto en problemas trombóticos y hemorrágicos del Hospital Clínic de Barcelona. Seth

Joan Carles Reverter: «Habría que ser más permisivo con el balance beneficio-riesgo en pandemia»

Presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia ·

El jefe de hemoterapia y hemostasia del Hospital Clínic de Barcelona indica que hay «mil veces más probabilidades de morir por Covid que de sufrir un trombo al vacunarte»

Oskar Ortiz de Guinea

San Sebastián

Domingo, 18 de abril 2021, 07:37

El presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia, Joan Carles Reverter Calatayud, recalca que el riesgo de sufrir un trombo tras recibir una dosis de AstraZeneca o Janssen «es muy bajo», infinitamente menor al peligro que supone el propio Covid. Aboga por ... vacunarnos: «Es la única manera de detener la pandemia».

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- ¿Debemos preocuparnos por los incidentes con las vacunas?

- Estos trombos son muy infrecuentes y por eso nos preocupa a los que trabajamos con ello, y por tanto es lógico que preocupe a dirigentes y población en general. En el caso de AstraZeneca, son tan pocos los casos que a nada que hay uno cambian los porcentajes, pero son unos tres o cuatro por millón. Con la de Janssen, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU) comunicó seis en siete millones de vacunas. Son muy pocos, pero a nadie gusta que las vacunas tengan efectos secundarios.

- Pero todas los tienen, ¿no?

- Estos trombos son algo muy propio de estas vacunas, pero sí, todos los medicamentos dan complicaciones. Por poner un ejemplo que nos dé una idea, con las píldoras anticonceptivas el riesgo de generar trombosis es de 0,05%, el tabaco, un 0,2%, bastante más que las vacunas, que es un 0,0004%. El riesgo del propio Covid es de un 20 a un 40% de los pacientes que ingresan en un hospital. Son riesgos trombóticos importantes. La frecuencia en las vacunas es baja, pero estamos hablando de personas que están sanas, por lo que no gusta que haya efectos secundarios, aun sabiendo que el riesgo cero no existe.

- Pero es que la alternativa es...

- ¡Ahí quería ir! Hay un hecho importante: no estamos en un entorno de vacunación estándar preventiva, no es como las vacunas que se ponen en niños por ejemplo contra la polio. ¡Estamos en medio de una pandemia! Por tanto, la vacuna no es solo preventiva, sino también terapéutica. Estamos tratando colectivamente de parar una pandemia, por lo que creo que deberíamos ser un poco más permisivos y considerar más el balance riesgo-beneficio, y no estar luchando por el riesgo cero. Al menos no por ahora, porque progresivamente habría que mejorar esto. El riesgo de acabar en la UCI o de morirse por infección de Covid es muchísimas veces superior al de una trombosis por estas vacunas.

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- ¿Se habría parado la vacunación con Janssen sin los contratiempos con AstraZeneca?

- Probablemente, no. Janssen se ha parado porque se encontraron seis casos que se parecen mucho a los de AstraZeneca. Es factible que tengan relación, porque son dos vacunas con una tecnología distinta pero parecida. La agencia americana ha parado temporalmente mientras lo estudia. Y Janssen, en otro ejercicio de prudencia, ha optado por no enviar a Europa las vacunas que estaban previstas. Creo que se ha actuado con prudencia, pero creo que acabará pasando lo mismo que hizo la Agencia Europea del Medicamento con AstraZeneca, que llegó a la conclusión de que el efecto es extremadamente improbable, aunque real, pero que los beneficios superan en mucho a los riesgos. Es solo mi opinión.

- ¿Por qué con Pfizer y Moderna no han salido casos así?

- Porque no los hay. Los reguladores han revisado si con Pfizer y Moderna hubiera algún caso perdido parecido, y no los hay. Son de tecnología diferente y con algún otro efecto secundario.

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- ¿Como cuáles?

- No tienen nada que ver, como alguno inmunológico o de alteración del número de plaquetas, pero nada equivalentes a los de AstraZeneca o Janssen.

- Hablamos de unos trombos de por sí muy poco frecuentes.

- Ahí está la clave que ha llamado la atención. Si fueran trombosis normales, este número de casos es inferior a lo que tocaría por azar. La trombosis es muy frecuente, así que entre tantos millones de personas no sería extraño alguna trombosis. Pero es de un tipo que se ve muy pocas veces, y si se empieza a dar tras recibir un fármaco, salta la alarma.

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- El vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología, Fernando Moraga-Llop, aludió en este periódico a un fallo de comunicación al exponer los casos a la opinión pública.

- Han pasado dos cosas, ambas comprensibles, pero entre todos debemos intentar mejorar. Primero, se ha puesto una lupa enorme 'on time', de forma que cuando estaba pasando no se sabía qué, ya se estaba telegrafiando. Con lo cual, no había tiempo ni de reflexionar. Hasta cierto punto es lógico, porque la sociedad está totalmente preocupada. Pero a la hora de tomar decisiones y dar explicaciones, el brutal foco mediático sobre el tema no ayuda a tomar las cosas con reflexión.

«Si un dirigente tiene dos millones de dosis y se dan 3-4 trombos por millón, será responsable de 8 trombos; y a nadie gusta»

- ¿Y segundo?

- Los organismos reguladores y los responsables han ido tomando decisiones según su buen entender, basándose en principios de prudencia, pero como la información ha ido cambiando continuamente, han ido cambiando también su mensaje, dando la impresión de que se daban bandazos. Si uno analiza todos estos cambios, puede estar más o menos de acuerdo. Alguna cosa se podía haber hecho de otra manera, pero sí que hay un trasfondo justificable. Pero estos cambios de que hoy pongo la vacuna a los menores de 55 años, mañana a los de 65, pasado mañana aceptas a los de entre 60 y 69... Aunque estos cambios se pueden explicar, porque la información de los de más edad ha ido apareciendo con el tiempo, los parámetros de riesgo se van identificando con el tiempo. Y estamos hablando de un plazo de dos semanas. Es decir, aquí nadie ha tenido tiempo de reflexionar. Entiendo que estos cambios hayan podido generar una preocupación en la población y en muchos casos una desconfianza que no es buena. Creo que sería necesario una reflexión de la justificación de estos cambios, y, aparte de que lo podamos decir desde las sociedades, los responsables deberían reflexionar y explicarnos que 'hemos tomado esta decisión por esto, por esto y por esto; nos hemos basado en la información que tenemos hoy, pero la próxima semana igual debemos tomar otra decisión'. Creo que así se habría entendido mejor.

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«No hay nada que nos avise de los trombos; es un poco lotería pero el tabaquismo y la obesidad tienen más riesgo trombótico»

- Con la información que hay hoy, ¿qué haría con quien recibió una dosis de AstraZeneca?

- Hay tres alternativas: o volver a poner AstraZeneca, o dejarlo con una dosis o poner una vacuna distinta. No hay una respuesta científica única sobre qué hacer. Los expertos en general tienden a opinar que lo más adecuado sería repetir la segunda dosis con AstraZeneca, es lo que recomendó la OMS. Pero cuando un dirigente se encuentra con que tiene dos millones de vacunas de AstraZeneca para administrar, y sabe que hay 3-4 trombos por millón, si la respuesta tras la segunda dosis es la misma que tras la primera, algo que aún no está comprobado, se sabe que va a tener ocho casos de trombos de los que será responsable. Y a nadie gusta eso pese a que en 1.999.992 casos haya generado un beneficio. Como la vacunación en el Reino Unido va más adelantada, nos reportarán información sobre si la segunda dosis causa más o menos número de trombosis. Lo lógico sería pensar que tendrá los mismos o menos. Pero no se sabe. La opción de no dar la segunda dosis es planteable, porque la inmunidad que genera una dosis ya es alta. Y lo de poner una dosis de otra vacuna, solo hay experiencia de unos cuantos casos con una dosis de AstraZeneca y luego otra de Sputnik. El resultado no fue malo, pero con otras vacunas no ha habido un ensayo clínico.

- ¿Y extenderla a otras edades?

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- A mayor edad, aumenta el beneficio con respecto al riesgo. Es decir, el beneficio es mil veces más en el grupo entre 60-69, unas 500 veces más en el grupo entre 50-59, y va bajando según se baja la edad, pero no por ese poquito mayor de riesgo, sino porque son muy pocos los jóvenes que acaban en la UCI o mueren. Es por esto que se ha retirado esta vacuna para los jóvenes. ¿Y con los mayores de 70? El riesgo de enfermar de gravedad es muy alto, por lo que el beneficio crece. Hasta hace poco no sabíamos si la vacuna era eficaz en mayores, pero la experiencia en Reino Unido demuestra que sí es eficaz.

«Los cambios de criterio en la edad de vacunación son comprensibles pero han creado desconfianza; había que explicarlos mejor»

- ¿Se pueden prevenir los trombos de alguna manera?

- No. Es algo que pasa en un número muy pequeño de pacientes, pero no hay ningún tratamiento preventivo. Todos los que se han comentado, o no hacen nada o pueden ser perjudiciales.

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- Para entendernos, ¿factores como el tabaco, el alcohol o el colesterol influyen más en las trombosis que las vacunas?

- Para las trombosis en general, sí, pero para las que se han dado, no. Desde fuera, da la impresión que es una lotería que al que le toca, le toca. Eso sí, con una probabilidad entre dos y cinco veces más difícil que el que te toque la lotería. No hay un patrón ni antecedente que nos avise. Pero actividades como el tabaquismo o la obesidad sí son de mucho más riesgo trombótico que la vacuna.

«No acuso a la gente por no vacunarse, pero es una barbaridad que no lo haga; si no paramos el virus entre todos, no se parará»

- Estará vacunado, ¿no?

- Desde mitad de enero, como médico asistencial. Entonces solo había Pfizer. Es curioso, porque entonces era la denostada, por ser la primera, tener una tecnología diferente y llevar los microchips de Bill Gates (sonríe).

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- ¿Un mensaje final?

- Si le ofrecen la vacuna, póngasela; hará bien por usted y por su comunidad.

«O ponemos de nuestra parte y nos vacunamos, o el virus no acabará»

Joan Carles Reverter defiende la vacunación colectiva como una manera de dar fin a la pandemia.

- ¿Qué opina de los políticos? Con las vacunas pasa como con la pandemia: construyen un mensaje según convenga y lo cambian a conveniencia, y el receptor desconfía...

- Las personas actuamos según nuestro rol. Los técnicos actuamos como técnicos y los políticos, como políticos. Entiendo las dificultades de los políticos para tomar decisiones, porque no es nada fácil. Pero igual sí deberían ponerse en una piel más técnica y comunicativa. A lo mejor no debería explicarlo todo el ministro, y sí alguien que sepa comunicar y tenga un fondo técnico que transmita conocimiento y confianza. Porque los bandazos en la información, y no hablo de las decisiones políticas, no están ayudando. Está pasando todo tan rápido, que habría que dejar claro que lo que digo hoy a lo mejor debo matizarlo mañana. No significaría un cambio de idea, sino una respuesta según la información que se tiene en cada instante.

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- ¿Qué piensa cuando dos de cada tres madrileños que debían vacunarse la semana pasada no acudieron a la cita?

- Es una barbaridad, y no estoy acusando a la gente, porque lo importante ahora es vacunar. El beneficio es clarísimo. En la franja de edad que se está vacunando, el riesgo de hacer una trombosis con AstraZeneca es mil veces menor que el de acabar en una UCI o morirse con covid. Con este balance riesgo-beneficio no debería haber dudas de lo que habría que hacer. Y hay otro punto a tener en cuenta: cuando uno se vacuna no lo hace solo para él, sino también para su familia, sus convivientes, su vecino... Y cuando el vecino se vacune, lo hará también para él y para mí. Si esto no lo paramos entre todos, no lo pararemos nunca. Mientras haya personas susceptibles de infectarse, la infección seguirá manteniéndose. O ponemos de nuestra parte, o la infección no acabará.

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