S.O.S. en toda regla de Euskadi y Galicia a la ministra de Sanidad Carolina Darias. «No hay ahora mismo en la sanidad un problema más urgente ni una necesidad más acuciante», afirman en un manifiesto firmado conjuntamente ambas consejerías de Salud, que reclaman « ... medidas urgentes destinadas a la incorporación de más profesionales de medicina a la Atención Primaria» para poder responder al déficit de profesionales en esta especialidad, una situación que con las jubilaciones del personal los próximos años tenderá a agravarse.
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La consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, y el consellero de Sanidade de Galicia, Julio García Comesaña, han firmado un manifiesto de carácter abierto para reforzar la Atención Primaria. Lo enviaron ayer al Ministerio de Sanidad y lo presentarán en el Consejo Interterritorial que se celebrará el miércoles. En el mismo explican que en el último consejo ningún punto del día abordó «el gran problema» que afronta la sanidad pública por el «grave déficit» de especialistas en medicina familiar que padece la Atención Primaria.
Se trata de un problema, señalan, que «se está manifestando con prácticamente idénticas circunstancias en todos los servicios de salud autonómicos». Razón por la cual consideran que se trata de una «situación crítica» a nivel estatal que requiere «de medidas de ámbito estatal» para poder revertir la situación.
El manifiesto recuerda que el propio ministerio presentó un informe en el que la especialidad de medicina familiar es la que tiene peores pronósticos de déficit, dado que el actual escenario de carencia de profesionales tenderá a agravarse con el elevado número de jubilaciones previsto para los próximos años. Así, los consejeros de Euskadi y Galicia reclaman la «ampliación urgente» de alrededor de 1.000 plazas formativas anuales en las convocatorias MIR de los próximos años.
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Gotzone Sagardui
Consejera de Salud
En el documento se plantean seis medidas competencia del Ministerio de Sanidad que pasan por no dejar plazas desiertas MIR (este año han sido 200); la creación antes del próximo examen de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias para evitar el desplazamiento de profesionales de medicina familiar y comunitaria; la ampliación del número de plazas de formación especializada; un plan extraordinario de formación o una planificación rigurosa de futuro y, por último, adoptar medidas para dotar a los médicos de «tiempo y espacio para recobrar su rol como eje vertebrador de la mejor atención integral de los ciudadanos».
«No hay ahora mismo en la sanidad un problema más urgente ni una necesidad más acuciante. Por ello, debemos adoptar un compromiso conjunto para sacar adelante con el máximo consenso las medidas de competencia estatal que tienen la llave para solucionar esta situación», indica el texto conjunto. Señalan además que de no resolverse se comprometería la «viabilidad» de implantar reformas a medio plazo, «pues la sobrecarga asistencial, la fatiga crónica, la falta de tiempo por consulta y la desmotivación consecuente que genera, impiden impulsar cualquier iniciativa del Plan de Acción de Atención Primaria 2022-2023», aprobado por el Consejo Interterritorial el pasado diciembre.
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Euskadi y Galicia llaman además al resto de comunidades autónomas y al ministerio a «un compromiso conjunto para sacar adelante con el máximo consenso las medidas de competencia estatal que tienen la llave para solucionar esta situación».
Esta llamada de socorro llega después de meses de movilizaciones de los profesionales de atención primaria en Euskadi. La última gran manifestación se celebró el pasado día 27 en Bilbao, en la que se llegó a pedir la dimisión de Sagardui. La polémica por el anuncio de recortes durante el verano terminó de incendiar a un colectivo que lleva mucho tiempo reclamando una mejora de sus condiciones laborales. Osakidetza ajustará los horarios de los centros de salud y ambulatorios, de manera que los que cerraban a las 20.00 horas lo harán a las 17.00 horas, y los que lo hacen a las cinco de la tarde finalizarán su atención a las tres. En algunas comarcas del interior los pacientes serán derivados a centros de referencia ante la ausencia de facultativos. Esos recortes ya han empezado a reflejarse por ejemplo en urgencias, donde las atenciones por problemas leves o covid han aumentado un 30%. Además, el tiempo de espera para ser atendido por el médico de familia en Euskadi es de una semana.
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