Jueves, 18 de abril 2024, 11:30
Es temporada de alcachofas. Una verdura que está considerada como un auténtico manjar, que se puede preparar de mil maneras y que, gracias a las conservas, también se puede disfrutar en las épocas en las que la naturaleza no nos las proporciona.
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Temprada de alcachofas
Pocas gozan de la reputación que tiene la alcachofa de La Rioja o de Navarra. La recolección de la alcachofa se lleva a cabo entre octubre y junio, siendo esta campaña algo más larga o más corta en función de las condiciones climáticas de cada año.
Origen de las alcachofas
Proviene del noreste de África, donde era conocida por los griegos y los romanos y se introdujo en la península ibérica durante la Edad Media. Su cultivo en La Rioja y Navarra data de la época de dominación árabe. Desde tiempos inmemoriales ha sido una fuente de potasio, magnesio, fósforo y calcio, aportando también vitaminas B1, B3, C y E.
Se trata de una verdura baja en calorías, diurética y depurativa y digestiva, propiedades que la convierten en recomendable para las personas que tienen alto el colesterol y también para los diabéticos.
La alcachofa en conserva contiene fósforo, hierro, magnesio, calcio y potasio, además de vitaminas como la B1, la C o la niacina.
También tiene cinarina, que ayuda a desintoxicar el hígado de grasas y es rica en fibra, con lo que ayuda a combatir el estreñimiento y es buena para la acidez estomacal.
Entre sus propiedades destaca también que es óptima para el corazón porque regula los niveles de colesterol y la insulina fructosa que contiene hace que sea un alimento especialmente beneficioso para los diabéticos.
Además, contiene diuresis, lo que ayuda a evitar la retención de líquidos y toxinas.
Calorías: 44 kcal
Proteínas: 2,3 g
Fibra: 2 g
Fósforo: 130 mg
Potasio: 430 mg
Sodio: 47 mg
Calcio: 45 mg
Es importante saber que las alcachofas en conserva mantienen las mismas propiedades que las frescas entre 8 y 18 meses. Una vez abiertas, conviene consumirlas a lo largo de la siguiente semana.
Lo primero que haremos es escurrir el líquido en el que vienen envasadas y las pasaremos por agua. A partir de ahí, podemos prepararlas como más nos guste, dado que es una verdura de lo más versátil y que admite múltiples recetas.
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Una de las recetas más clásicas y que prácticamente garantiza el éxito es la de las alcachofas con jamón, una elaboración que hará que tus invitados se chupen los dedos. Además de las alcachofas en conserva previamente cortadas y preparadas, necesitaremos una cebolla picada, un diente de ajo picado, 50 gramos de taquitos de jamón, aceite de oliva, un vaso de vino blanco y 15 mililitros del caldo de cocción de las alcachofas.
En primer lugar, pocharemos la cebolla y el ajo y durante el proceso tostaremos las alcachofas hasta dorarlas. Una vez bien pochada la cebolla y mezclada con las alcachofas, agregaremos el jamón. Cuando este aparezca cocinado, añadiremos el vino blanco y el caldo de cocción de las alcachofas para darles un último hervor.
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Pocas casas trabajan mejor las alcachofas que Conservas El Chato, que tiene en el mercado la alcachofa de Leiva, de la variedad blanca de Tudela, la más apreciada. Se trata de un producto de La Rioja que lo ofrece en botes de 440 gramos (neto).
Conservas El Chato
Dirección: Carretera Santo Domingo, s/n (Leiva - La Rioja)
Teléfono: 625 623 401
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