Escaldar los tomates, la mejor forma de pelarlos

Comer el tomate con piel es un auténtico placer para los amantes de esta hortaliza. No es habitual pelarlos para comerlos en crudo en una ensalada, aunque hay quien lo hace. Sin embargo, si lo que deseamos es hacer sofritos o salsas, es recomendable hacerlo, puesto que el resultado es una salsa con una textura más agradable.

Pero no resulta sencillo pelar tomates sin perder una parte del alimento al hacerlo. No obstante, hay un truco que nos permitirá hacerlo de forma sencilla y aprovechando la hortaliza en su totalidad. Se trata de escaldarlos y, al hacerlo, se puede retirar de forma sencilla con las manos, sin necesitar cuchillo.

Se trata de un sencillo procedimiento que consiste en meter brevemente el alimento en agua hirviendo, pero para hacerlo correctamente con los tomates conviene tener en cuenta algunos consejos.

Antes de introducirlos en el agua hirviendo hay que hacer un corte superficial en forma de cruz en la base del tomate. Es decir, en el lado opuesto al lugar en el que se encuentra el cabito.

Una vez marcados de esta forma todos los tomates que vas a emplear, hay que sumergirlos en el agua hirviendo. Lo normal es que la diferencia de temperatura entre los tomates y el agua provoque que se rompa la ebullición. En primer lugar, por tanto, habrá que esperar a que el agua vuelva a hervir y cuando lo haga habrá que mantener los tomates en la cazuela durante uno o dos minutos. En función del tamaño los tendremos más o menos tiempo.

La mejor manera de saber que ya se pueden sacar es que apreciarás que los cortes que hemos realizado previamente comienzan a abrirse. Una vez fuera del agua los puedes refrescar con agua fría para no quemarte a la hora de pelarlos. Una vez preparados podrás comprobar lo sencillo que resulta pelarlos tirando simplemente de la piel.

De igual manera que podemos escaldar los tomates en agua hirviendo, también es posible simular ese proceso con el microondas, de tal modo que, como cuando los escaldas en agua hirviendo, resulta muy sencillo retirar posteriormente la piel.

Antes de introducir los tomates en el electrodoméstico hay que realizar los mismos cortes en forma de cruz deben realizarse para escaldarlos. A continuación debemos introducir los tomates en un recipiente apto para microondas con los cortes hacia abajo. Posteriormente llenamos el recipiente con unos dos centímetros de agua.

Luego habrá que meter el tomate en el microondas entre un minuto y un minuto y medio, en función del tamaño de las hortalizas seleccionadas. No hará falta colocar una tapa para el microondas, porque no salta. Después de que pite el electrodoméstico, bastará con sacar los tomates y refrescarlos para no quemarnos a la hora de pelarlos. Podrás retirar la piel con facilidad.