5 formas de comer tomate

Si queremos poner en práctica una dieta equilibrada, las frutas, verduras y hortalizas son los alimentos estrella. Uno de ellos es el tomate y sus múltiples beneficios y propiedades saludables. Es rico en vitamina y minerales, y contiene muy pocas calorías. 100 gramos de tomate suponen solamente 18, ya que la mayor parte de su peso (cerca del 95%) corresponde a agua. Pero sobre todo, su delicioso sabor agridulce y su versatilidad a la hora de cocinarlo o presentarlo en el plato lo convierten en un alimento muy completo para la despensa de nuestros hogares. Veamos algunas de las elaboraciones más populares, más allá de las ensaladas de tomate:

El salmorejo es una crema tradicional de Córdoba, servida habitualmente como primer plato. Se elabora mediante una mezcla triturada de cierta cantidad de miga de pan, a la que se le incluye ajo, aceite de oliva, sal, y tomates, los cuales le dan color al plato. Se suele servir con trozos de otros alimentos en la superficie, como virutas de jamón, picatostes o migas de huevo duro.

El gazpacho es muy parecido al salmorejo, pero su origen es incierto. Se trata de una sopa fría con ingredientes como el aceite de oliva, el vinagre o el agua junto con otros aditamentos como hortalizas crudas, generalmente pepinos, pimientos, cebollas, ajo y, sobre todo, tomates. Su color varía desde el anaranjado pálido al rojo, según se empleen tomates más o menos maduros. Se suele consumir, especialmente, en los meses más calurosos del año, bien fresco.

El secreto de los tomates rellenos es abrir los tomates por la parte superior, lo justo para poder vaciarlos con una cuchara pequeña, dejándolos escurrir posteriormente boca abajo mientras preparamos el relleno. Hay tantas formas de elaborarlos como cocineros. Los rellenos más habituales son la ensaladilla rusa y los huevos con atún. Uno de los platos tradiciones de países como Turquía o Irán son los tomates rellenos de carne y arroz.

Es una comida tradicional de la cocina española, concretamente de Cataluña, Valencia y Baleares. Está considerado como uno de los buques insignia de la dieta mediterránea. Consiste en una rebanada de pan untado con medio tomate maduro y aliñado con aceite de oliva y sal. Es uno de los desayunos más habituales de los hogares españoles. En algunos puntos del país, se le añade ajo picado, jamón o queso.

Para obtener este plato, preparamos el tomate a la plancha junto con otras verduras como el calabacín. Para ello, lo fileteamos en lonchas gorditas, calentándolas en una sartén con un poco de aceite. Cuando comienzan a humear, se baja el fuego hasta que se cocinen. Cuando estén dorados, se les da la vuelta y se espolvorean con orégano. Una vez dorado por los dos lados, la piel se desprenderá sola. Añadiendo escamas de sal y un chorro de aceite de oliva, el resultado es exquisito.