Ignacio Villameriel
Viernes, 26 de julio 2024, 08:49
¿A quién no le ha pasado que el primer día de las vacaciones saca las bermudas del armario y se las pone con la ilusión de lucir canillas al aire, pero al verlas más blancas que la luna las ha vuelto a guardar en el armario? Llega el verano y buscamos trucos caseros para ponernos morenos antes, por ejemplo, comer zanahorias, apoyándonos en la creencia popular, tantas veces oída, que el comer este vegetal ayuda a ponernos morenos más rápidamente. Pero, ¿es cierto que tomar zanahorias ayuda a ponerse moreno? «Rotundamente no», así de categórica se muestra la farmacéutica Nadia M. Anciones, titular de la farmacia del mismo nombre en Pamplona. Y, es que, según la boticaria, «ni la zanahoria ni ningún otro alimento estimula la producción de melanina».
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Lo que sí hace este vegetal es pigmentar la piel porque tiene «betacarotenos». Por lo que, «te tiñe por dentro, pero no te pones más moreno». De hecho, si se comen grandes cantidades, algunas partes del cuerpo se te pueden volver naranjas. «Esto no es grave», tranquiliza la boticaria, que explica que en el momento en el que se deja de ingerir esas cantidades, el color desaparece.
Por tanto, la creencia de que las zanahorias te ayudan a ponerte moreno parte de la base de que poseen alguna propiedad o tipo de micronutriente capaz de lograr dicho bronceado. Esto es así, pero el color que se adquiere por su consumo no es el típico moreno de rayos de sol. El responsable de este resultado es la melanina, el pigmento oscuro que se encarga de la coloración en la tez, el pelo y los ojos. Y el citado vegetal de forma alargada no tiene efecto alguno relacionado con la activación de la melanina.
El betacaroteno es un pigmento presente especialmente en las plantas de color naranja y amarillo. Por ello, el hecho de comer estas hortalizas puede llevar a que cambie el color de la piel. Pero hay que tener en cuenta que el tono obtenido es un naranja más similar a la tez de Donald Trump que al moreno de Barack Obama.
Y es que el betacaroteno es una provitamina A que cuando es asimilada por el organismo, acaba transformándose en vitamina A y aportando multitud de antioxidantes. Cuando se acumula dicha sustancia en la sangre, se produce ese ligero coloreado en la piel que se aprecia principalmente en algunas partes del cuerpo. Es en aquellas zonas en las que hay una mayor acumulación de grasa subcutánea como, por ejemplo, las palmas de las manos, donde mejor se observa el cambio.
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