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Ane Bergara
Miércoles, 4 de septiembre 2024, 11:02
Muchos los detestan en la hamburguesa o en la ensaladilla rusa, pero otro muchos no conciben un bote de encurtidos sin ellos. Efectivamente, nos referimos a los pepinillos, ese alimento que despierta pasión y rechazo a partes iguales, y cuyo día mundial se celebra cada 29 de marzo.
Hablar de los pepinillos es hacerlo de un producto milenario y apreciado en todo el mundo, donde se consume de mil y una formas diferentes. Lo más habitual es encontrarlos en encurtidos, esto es, bajo un método de conservación en el que se sumergen en diferentes baños a base de salmuera o vinagre, por ejemplo, y acompañados de diversas especias.
Así, los pepinillos se han convertido -en compañía de aceitunas y cebolletas- en las estrellas de los aperitivos, aunque lo cierto es que también pueden consumirse en fresco, siendo un alimento tan versátil como saludable. Sin embargo, sus propiedades nutricionales conforman un desconocido mundo de beneficios que venimos a reivindicar.
Y es que los pepinillos son mucho más que una hortaliza verde y alargada, de pequeño tamaño, piel comestible y pulpa blanquecina.
Son un alimento muy variado en cuanto a su aporte de fibra, minerales -con especial predominio del sodio- y de vitaminas, siendo una gran fuente de la vitamina B6.
Pero si por algo destacan los pepinillos es por su escaso aporte calórico y su alto contenido en agua. Esto lo convierte en un alimento ideal para las dietas de pérdida de peso, pues se trata de un alimento saciante y diurético. Es decir, comerlo entre horas nos va a ayudar a quitar el hambre de forma rápida.
Además, la ingesta de pepinillos está indicada en la alimentación de las personas diabéticas, sin olvidar que cuentan con propiedades probióticas que favorecen el correcto funcionamiento del tránsito intestinal.
Por otro lado, y debido a su condición de encurtido, con un exceso de sal y de vinagre, los pepinillos pueden resultar perjudiciales para las personas hipertensas y para quienes padecen estómago irritable.
La clave, como prácticamente con todos los alimentos, está en consumirlos con mesura. Podemos comer los pepinillos encurtidos solos, pero también mezclados en banderillas con otros encurtidos o elaborar con ellos minipintxos, cortándolos en dos mitades y rellenándolos (de queso, pimiento, antxoa…) para terminar uniendo las mitades con un palillo. Sin olvidar que funcionan muy bien en salsas, así como ingrediente de ensaladas y como relleno de hamburguesas.
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