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Ane Bergara
Martes, 26 de noviembre 2024, 09:27
Si eres de los que prepara la salsa carbonara con nata, has de saber que cualquier italiano se echaría las manos a la cabeza ante semejante sacrilegio. Porque no, la auténtica salsa carbonara no lleva nata, a pesar de que se haya preparado así tantas y tantas veces este acompañamiento a la pasta, el favorito de muchos niños y no tan niños.
Pero haber preparado mal la salsa carbonara no debe atormentarnos. Siempre estamos a tiempo de corregir y saber cuál es la receta de la auténtica salsa carbonara italiana. Ahora bien, si te gusta más con nata, puedes seguir preparándola así e incluso realizar variaciones en los otros ingredientes, siempre y cuando tengas claro que eso no tiene nada que ver con la salsa carbonara que se elabora en Italia.
Entonces, ¿cómo se prepara la salsa carbonara original? Muchas personas piensan que la receta italiana es más compleja que esta adaptación que nos hemos apropiado, pero nada más lejos de la realidad.
Lo difícil será, en todo caso, conseguir la materia prima que emplean en Italia en los cuatro ingredientes que componen la receta auténtica: yema de huevo, queso pecorino, guanciale y pimienta negra.
Yema de huevo
Queso pecorino
Guanciale
Pimienta negra
Lo habitual es sustituir el pecorino por el queso parmesano, variedad mucho más accesible; y hacer lo propio también con la panceta en lugar del guanciale.
La mezcla de huevo, queso y pimienta se añade a la pasta ya cocida y aún caliente para que la salsa se 'cocine' con el calor residual
Una vez tengamos los cuatro ingredientes, podemos ponernos manos a la masa en una elaboración que, si bien no es complicada, requiere cierta precisión para no fastidiar la salsa.
Por una parte, habrá que cortar la panceta -mejor en tiras- y dorarla en la sartén para retirarla y dejarla escurriendo la grasa.
Por otro lado, se baten un par de yemas de huevo y se mezclan con el queso parmesano en polvo y con un toque de sal y pimienta.
Una vez hayamos cocido al dente la pasta -podemos elegir la variedad que más nos guste -penne, espagueti, tallarines…- y con esta aún caliente, juntamos en una olla la pasta con la mezcla del resto de ingredientes, removiendo suave y constantemente y dejando que la salsa se 'cocine' con el calor residual de la pasta.
Una vez hayamos visto que la pasta se haya impregnado del característico color amarillento, se agrega la panceta y, para terminar, se remata con un último espolvoreado de queso y pimienta.
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