Lunes, 3 de junio 2024, 10:41
El guisante es una legumbre verdosa propia de la época primaveral y, aunque podemos encontrarla en conserva durante todo el año, es en fresco la mejor forma de consumirla, ya que así podemos disfrutar al máximo de su sabor y textura.
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Gran fuente de proteína vegetal, los guisantes destacan por su alto aporte de carbohidratos, fibra, así como diversas vitaminas y minerales esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.
Pero lo cierto es que a la hora de cocinarlos y consumirlos, existe la falsa creencia de que los guisantes no dan mucho juego. Nada más lejos de la realidad. El guisante es un ingrediente muy versátil que funciona a la perfección tanto como ingrediente principal como en guarnición, en recetas calientes y también frías.
Para demostrarlo, os presentamos 7 recetas diferentes para disfrutar al máximo de los guisantes frescos.
Guiso con huevo: una mezcla de texturas increíble que parte de unos guisantes previamente cocidos, con los que hacemos un guiso que acompañaremos con huevo al gusto. La opción más recomendada es poché (o escalfado), pero hay quien lo prefiere frito e incluso cocido. Una receta superproteica idónea para afrontar o culminar un día de gran actividad física.
En revuelto: el huevo es un alimento que casa genial con (casi) todo, también con los guisantes, por lo que podemos mezclarlos también en un revuelto o tortilla. ¡Y a disfrutar!
Con jamón serrano: quizá la forma más popular de comer los guisantes sea acompañándolos de tacos de jamón. Un plato rico, sabroso y de elaboración rápida, ya que simplemente consiste en saltear el jamón junto con los guisantes previamente cocidos, siendo opcional agregar cebolla y/o ajo picado. Ideal para una comida o cena ligera que podemos, además, consumir tanto en caliente (la mejor opción) como en frío.
Falso paté de guisantes: podemos optar por una textura más cremosa (a modo de salsa) o más pastosa (para untar) en una receta diferente y sorprendente. Su elaboración es muy sencilla: guisantes, cebolla, caldo, aceite… ¡y a triturar!
Gazpacho: en vez de preparar puré, podemos usar los guisantes para preparar un gazpacho fresco y fino, acorde a las características de esta legumbre. Muy popular en Andalucía, suele servirse acompañado de menta para un 'extra' de sensaciones.
En caldereta de pescado: terminamos con una receta en la que el guisante comparte protagonismo con el pescado, al que servirá de base. Los tipos con los que mejor casa son el bacalao, la merluza, el rape… pero también podemos incluirlos en una caldereta de sepia/calamar y gambas.
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