Jueves, 23 de mayo 2024, 10:02
El momento de ponernos delante del plato es crucial. Los buenos hábitos alimentarios son de un valor incalculable, si no totalmente indispensables.
Publicidad
Las verduras primero: por ello, la primera norma general es ingerir las verduras lo primero. Los vegetales contienen una gran proporción de fibras saludables. Pero su punto fuerte es que estas sustancias ocupan más volumen por cantidad que otros alimentos. Esto nos ayuda a aumentar la sensación de saciedad y a reducir la cantidad que ingerimos. Además, las fibras son un buen sistema para mejorar el tránsito intestinal, reduciendo la asimilación de grasas.
Beber más agua: en segundo lugar, debemos beber más agua. Existen cuantiosos estudios que relacionan la cantidad de agua que bebemos con la pérdida de peso. Esto se debe a que, en combinación con las fibras, o por sí misma, el agua ayuda al tránsito rápido de los alimentos, reduciendo la absorción de grasas y de azúcares. Además, nos sentiremos satisfechos más rápidamente.
Servirse su propia ración: una de las estrategias primordiales es que cada uno se sirva su propia ración. Parece algo lógico, pero lo es aún más si tenemos en cuenta que lo que comemos es indispensable para poder adquirir hábitos saludables. Para que no se nos 'vaya de las manos' la ingesta, es una estrategia adecuada servirnos nuestra ración en un plato aparte.
Si nos saciamos, dejar de comer: si nos saciamos, es muy importante dejar de comer. Nuestro cerebro está preparado para recompensar la ingesta, especialmente de azúcares y grasas. Al comer se segregan una serie de neurotransmisores que se traducen en nuestro cerebro como placer. Si somos conscientes de que ya no tenemos más hambre, es más sencillo controlar lo que nos llevamos a la boca. Y, sobre todo, debemos de tener paciencia, tanto a corto como a largo plazo. Es mejor comer, lentamente, permitiendo que nuestro cuerpo reaccione a la ingesta y despierte las señales de saciedad. Adquirir hábitos saludables puede ser cosa de meses, es un trabajo constante.
Además de evitar ingerir muy rápido y comernos todo lo que nos sirven en el plato, es muy aconsejable no saltarse comidas. Y tampoco el desayuno, algo muy habitual en numerosas personas. Otros hábitos como comer siempre postre, comer de pie o comer cuando no tenemos hambre son los que debemos suprimir. Siguiendo estos pasos tendremos un cuerpo más sano, y por consiguiente una mente más sana.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.