La dieta vegetariana, «más que una moda»

El grupo de investigación 'Nutrición y Obesidad' considera «acertada» esta alimentación y crea una guía para orientar a quienes quieran reducir el consumo de carne

Viernes, 24 de febrero 2023

En una sociedad cada vez más concienciada por los hábitos saludables y el cambio climático, la dieta vegetariana ha venido para quedarse. Y la Universidad del País Vasco (UPV) avala este modo de alimentarse, en el que se sustituye la proteína animal por la vegetal. ... En los últimos años, con la pandemia, el número de personas que lleva una la alimentación vegetariana, vegana o flexitariana -con un bajo consumo de productos de origen animal- ha crecido un 34% en el Estado, según el último informe 'The Green Revolution' de la consultora Lantern, una decisión «acertada» para Naroa Karajabille, profesora adjunta del departamento de Medicina Preventiva y Salud pública de la Facultad de Farmacia de la UPV y miembro del grupo 'Nutrición y Obesidad' de la UPV, que recientemente ha sacado la guía 'Dieta vegetariana. ¿Qué tengo que saber?' Su tesis: «El modelo de consumo actual no es sostenible ni para nuestra salud ni para el medio ambiente».

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A pesar de que científicamente «se han comprobado» los beneficios de esta alimentación, «existe la creencia» de que las personas que no comen animales o alimentos derivados de ellos «tienen una deficiencia de nutrientes y vitaminas». Pero «esto no es cierto». La evidencia dice que «precisamente estas dietas, siempre y cuando estén correctamente planificadas, se relacionan con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras como la obesidad o el sobrepeso», explica Kajarabille. «Pueden ser incluso dietas más abundantes en nutrientes que la omnívora». Y «aptas para todo tipo de personas, en cualquier momento de su vida, incluso el embarazo».

Convencida de los beneficiOs de reducir el consumo de carne y pescado, esta investigadora donostiarra advierte de que «el único suplemento que necesitan consumir las personas que no comen animales es la vitamina B12, siempre siguiendo las pautas de un profesional» como un dietista o nutricionista. «Es muy importante no ir por libre».

«Pollo, conejo o pavo»

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que cinco de cada diez factores de riesgo de desarrollo de enfermedades crónicas están asociados al estilo de vida actual y la alimentación, «por la escasez de fruta y verdura. Lo saludable es comer entre 200 y 500 gramos de carne a la semana», dice Kajarabille, «pero en el Estado el consumo medio se sitúa en los 700 gramos». Una realidad que le preocupa a esta investigadora experta en nutrición, que asegura en cualquier caso que en caso de consumir carne «preferiblemente debe ser blanca, como pollo, conejo o pavo, porque tiene una menor cantidad de grasas saturadas».

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34%

ha aumentado el número de personas que llevan una alimentación vegetariana (que no comen animales pero sí sus derivados), vegana (que no comen animales ni sus derribados) y flexitariana (que llevan un bajo consumo de productos de origen animal) en el Estado.

Sea como fuere, la salud no es el único factor determinante para quienes han tomado la decisión de minimizar el consumo de animales, si bien no significa que lo reduzcan a cero, como es el caso de los flexitarianos. «Este tipo de alimentación va más allá de una simple moda. Significa también un sistema de producción de alimentos más sostenible y ayuda a reducir el cambio climático, además de que contribuye al bienestar animal». En definitiva, «es un compromiso con la salud y el medio ambiente». Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida como FAO, las cadenas de producción ganadera emiten alrededor del 18% de los gases de efecto invernadero: el ganado genera un 9% de las emisiones de dióxido de carbono, un 37 % del metano y un 65 % de las de óxido nitroso.

Las cuatro claves para un consumo más sano y sostenible

  1. 1

    Piorizar la fuente de proteína de origen vegetal como la legumbre. También los frutos secos y los cereales.

  1. 2

    Consumo local y de temporada. En este grupo se encuentran las hortalizas, frutas y verduras, «cuando es posible de km0 y apoyando un modelo de producción más garantista».

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    Evitar envases. Reducir el uso de plásticos y envases y mejorar las políticas de uso, reciclando entre otras cosas.

  1. 4

    Evitar el desperdicio alimentario. A nivel mundial, se desperdicia el 17% de los alimentos producidos, lo que significa que alrededor de 900 millones de toneladas de comida van a la basura cada año.

  1. Ejemplo de menú vegetariano

La guía, que incluye un menú semanal vegetariano con opciones veganas, ha sido elaborada por los investigadores Maitane González-Arceo, Ivan Gomez-Lopez, Irene Besné-Eseverri, Iker Gómez-García, Laura Arellano-García, Maite Lopez-Perez, Naroa Kajarabille, María Puy Portillo y Saioa Gómez-Zorita. Además, participaron en ella Ciber Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del Instituto de Salud Carlos III, en el Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba, y en el blog Earthy Maite.

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