Urkullu alerta de que Euskadi se encuentra en peor situación frente a una posible cuarta ola

El Gobierno Vasco redobla su llamamiento «a la responsabilidad» ciudadana en vísperas de fechas clave, como son el puente de San José y las vacaciones de Semana Santa. A las habituales apelaciones de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, instando a la «prudencia», este miércoles el coordinador del comité asesor del LABI, Jonan Fernández, no ha descartado volver a los confinamientos municipales si los datos van a peor en una entrevista radiofónica que ha coincidido con otro mensaje mensaje que el lehendakari Iñigo Urkullu ha colgado en su cuenta de Facebook en la que alerta de la «gravedad de la situación» actual y llama a «mantener la tensión para evitar una vuelta atrás» y salvar vidas.

En un texto titulado 'Rigor y compromiso ante la incertidumbre', Urkullu advierte de que la evolución de la pandemia ha empeorado «no solo por el estancamiento en el descenso de los casos positivos detectados», sino también porque el sistema sanitario se «está viendo en la actualidad más tensionado que en las olas anteriores». A este factor se añade, además, «la fatiga creciente» que genera la lucha diaria contra una enfermedad que «no acaba de remitir». El lehendakari recuerda que este mes de marzo la ocupación de camas UCI ha superado el umbral del 35%. «Podemos decir, por lo tanto, que, aunque remita la ola, la situación que deja sigue siendo de alta preocupación. Por esta razón, caso de que enfrentáramos una nueva ola, el punto de partida sería más alto, esto es, de mayor tensionamiento que en el inicio de las anteriores olas«, advierte en su mensaje.

Urkullu recurre a la imagen de las olas para referirse a un fenómeno «a veces más calmado y otras más virulento» y con el riesgo de resacas, lo que simboliza «a la perfección» la amenaza permanente de la pandemia del coronavirus. A partir de esta imagen del oleaje, el lehendakari reflexiona sobre cómo gestionar este fenómeno «y seguir avanzando intentando que los efectos sean lo menos negativos posible».

El lehendakari echa la vista atrás doce meses para recordar que «llegó una primera ola y logramos superarla», también la segunda «con tres picos sucesivos», pero «debemos seguir actuando con la máxima atención y rigor» porque el virus permanece entre nosotros. Urkulu reconoce que situación ha mejorado pero, no obstante, «la incertidumbre se mantiene». La predicción «es incierta y es difícil» adelantar cuál será el escenario los próximos meses, semanas e incluso días. «Dentro de la segunda ola, que hay quien considera como tercera ola o como ola de invierno -acabamos de superar el tercer pico epidémico que se conformó las pasadas Navidades-, nada nos asegura que no vayamos a encontrarnos con nuevos ascensos de la curva de contagios», subraya.

Ante esta marejada con oleadas sucesivas, el lehendakari incide en que las próximas semanas van a ser «determinantes» ante una coyuntura «de alta incertidumbre», por lo que apela a la que denomina «nuestra única certeza», que es «el rigor y el compromiso, individual y colectivo». Especialmente, añade, en unos momentos en los que crece la movilidad y se acercan periodos de vacaciones, propicios para el encuentro familiar y social con más contacto con personas no habituales en nuestra burbuja de relaciones. «Hemos conocido un año de rigor y corresponsabilidad, la única alternativa es mantener la tensión para evitar una vuelta atrás», advierte mientras pide respetar todas las medidas preventivas como el uso de la mascarilla, evitar la interacción social con personas que no formen parte de nuestro círculo de convivencia, mantener la distancia interpersonal o evitar espacios cerrados y mal ventilados.

El lehendakari subraya subraya los factores que generan «incertidumbre» en estos momentos, citando la extensión de las nuevas variantes del virus. «Este escenario incluye la posibilidad de una mayor afección negativa de las variantes mutadas. La variante británica, con una prevalencia superior al 65%, se ve acompañada ahora por otras del SARS-CoV-2 que han comenzado a circular en otros países y que pudieran transmitirse también en nuestro caso«, explica.

También se refiere a la incertidumbre que generan las dudas científicas en torno a una de las vacunas, el estancamiento en la tendencia descendente de todos los indicadores, el repunte en la tendencia que se está produciendo en países de nuestro entorno y el «efecto negativo» que pudieran tener la relajación social, «incluso en el reconocimiento de contactos posibles de los casos positivos y la necesidad de cumplir con la cuarentena, tras un largo año de pandemia».

Ante esta situación, Urkullu recuerda que «tenemos una única alternativa», que consiste en «evitar una nueva transmisión comunitaria» que acabe multiplicando la tasa de incidencia acumulada en muy pocos días. Y para ello hace un llamamiento a cumplir exhaustivamente las medidas de prevención. «La única alternativa posible es cumplir con todo rigor las medidas de prevención que se han adoptado. Este compromiso personal constituye nuestra mayor certeza y el medio realmente eficaz para contener el virus, preservar la salud pública y salvar vidas»