Urkullu denuncia que se «estigmatiza» a Euskadi por encabezar los contagios en la cuarta ola

Ante esas comparativas, el lehendakari Iñigo Urkullu no duda que se está «estigmatizando» a Euskadi, sobre todo desde la propia oposición en el Parlamento Vasco. «Desde el inicio de la segunda ola, todas las comunidades han alcanzado en algún momento, todas, tasas de incidencia superiores a las registradas en Euskadi. Y en este momento, a la estigmatización que se pretende de Euskadi, habría que añadir Aragón, Cantabria, Madrid, Melilla, Navarra, La Rioja o Cataluña», se ha defendido Urkullu en el Parlamento Vasco. «En Euskadi han enfermado y fallecido menos personas que la media del Estado. Después de casi 14 meses esto es lo importante», ha añadido.

El lehendakari ha defendido las medidas en vigor en la comunidad, la capacidad para ampliar las camas UCI, los test diagnósticos realizados y la campaña de vacunación. Todo ello pese a que Euskadi figure en último lugar en la tabla del Ministerio de Sanidad en vacunas administradas. «Todas las vacunas que llegan se están administrando», ha defendido Urkullu, aunque Osakidetza cuenta con más de 100.000 dosis guardadas y de las 120.000 que se recibirán esta semana se van a poner 107.000 inyecciones.

En lo que respecta a los test diagnósticos realizados, Urkullu ha advertido que Euskadi detecta más contagios debido a que realiza más pruebas que otras comunidades. «Aquí hemos realizado 3.500 test por cada 100.000 habitantes, mientras que en el Estado la media está en 1.900. Vamos a llegar a tres millones de test», ha informado. Los informes semanales de Salud y de Sanidad matizan la frase del lehendakari. Euskadi supera los 3.000 test por cada 100.000 habitantes solo en la última semana, pero otras comunidades como Navarra o La Rioja superan esa media. Pero hace dos semanas la media de pruebas realizadas en la comunidad era inferior a otras cuatro comunidades.

El lehendakari sostiene que «desde el pasado lunes» se ha iniciado el descenso de la curva de la cuarta ola, que durará «varias semanas». Y también ha valorado que «desde el verano estamos consiguiendo que el pico de cada nueva fase sea más bajo que los anteriores». Una afirmación sujeta a debate, ya que la segunda ola de otoño fue peor que la de verano. La tercera y la cuarta sí que han seguido esa tendencia de presentar una tasa máxima más baja que la anterior, pero por contra, han sumado más días de incremento de contagios hasta alcanzar el tope.

Urkullu ha enumerado las causas que estarían detrás el impacto de esta cuarta ola. «La influencia de la suplantación prácticamente total de la variante original por la británica», por un lado, «los efectos del fin de semana de San José, la Semana Santa, las finales de Copa, la Ituzlia y otros factores», por el otro. La situación comienza a mejorar, pero no será la idónea «hasta descender por debajo de los 200 casos de incidencia» y bajar al escenario uno en las UCI. «La presión sobre el sistema sanitario se mantendrá durante el mes de mayo», ha augurado.

El lehendakari ha emplazado a la sociedad a cumplir las medidas durante los próximos dos meses como «última intentona» para controlar la pandemia. De ahí que su intención siga siendo la de ampliar el estado de alarma para que se mantengan las limitaciones bajo un paraguas normativo y con seguridad jurídica.

Y es que Urkullu se ha mostrado preocupado por la valoración que le trasladó recientemente la comisión técnica del LABI. «En sectores de la socieda crece una pérdida de respeto por las medidas básicas de autoprotección, una relajación impruedente, sumamente peligrosa», ha señalado. Un uso de la mascarilla inconstante, reuniones de más de cuatro personas o falta de rigor en las medidas «en la práctica de deporte en interior o en entrenamientos de grupos». «Si cumplimos con rigor y avanzamos en la vacunación, aliviaremos el sistema sanitario y recuperaremos una vida con menos restricciones».

En ese ámbito se espera una actualización del plan Bizi Berri, que el LABI prometió que se publicaría antes de final del mes de abril, pero que la demora ante el incierto futuro del estado de alarma han aplazado ya hasta el arranque de mayo.