Secciones
Servicios
Destacamos
fermín apezteguía
Viernes, 26 de febrero 2021, 08:36
La primera vacuna que se dispuso contra el coronavirus resulta ser más potente de lo que se pensaba. El primer estudio del mundo con población vacunada revela que la fórmula de Pfizer/Biontech reduce la mortalidad en nada menos que un 72% con una ... sola dosis. El trabajo, realizado en Israel, el país del mundo que más adelantado lleva el proceso de vacunación, y con una población de 1,2 millones de personas protegidas con las dos dosis del tratamiento, arroja además otras dos conclusiones muy esperanzadoras. Confirma por un lado la alta protección frente al coronavirus que garantiza el preparado, del 94%, y apunta , además, a que podría resultar igualmente protector frente a la contagiosa variante británica.
Los datos se recogen en un análisis realizado por científicos del Instituto de Investigación Clalit de Tel Aviv y de la Universidad Ben Gurion del Néguev de Be'er Sheva, que se publica en una de las más prestigiosas revistas médicas del mundo, el 'New England Journal of Medicine'. Israel, que pagó al laboratorio fabricante un 40% más que la Unión Europea por sus vacunas con el fin de garantizarse el suministro en la cantidad y el tiempo adecuado, se ha convertido en el país que más avanzado lleva su proceso de vacunación.
Casi la mitad de la población, de apenas nueve millones de habitantes, ha recibido ya la primera dosis de la fórmula de Pfizer/Biontech, y un tercio tiene puesta también la segunda. Esa ventaja le permite desarrollar estudios y análisis como éste, a una escala que en cualquier otro lugar del mundo resulta de momento imposible. De sus resultados, sin embargo, se beneficiará la comunidad internacional. Los más sorprendentes de ellos se refieren a los beneficios para el control de la epidemia que se obtienen con un solo pinchazo.
La investigación israelí señala que la recepción de la primera dosis permite reducir entre un 74% y un 87% el número de hospitalizaciones por covid pasados catorce días desde su administración. En ese mismo tiempo, los casos graves se redujeron entre el 62% y el 92%. Aún hay más ventajas que se ven con una inyección. La cifra de nuevas infecciones cayó un 46% y las asintomáticas se redujeron también de manera importante, en una horquilla que oscila entre el 57% y el 94%.
El trabajo, por lo que se sabe, no se posiciona en torno a la polémica sobre si dilatar o no y hasta dónde el segundo pinchazo con el objetivo de alcanzar cuanto antes la ansiada inmunidad de grupo, que es la que permite acorralar al virus y evitar que se extienda. Simplemente, aporta los resultados de la investigación, que también confirma los del ensayo. Dos pinchazos separados entre sí por tres semanas de diferencia otorgan a partir de la cuarta inmunidad la 92% ó 94% de la población vacunada. Los ingresos hospitalarios también cayeron en este caso, en torno al 87%.
El trabajo se llevó a cabo con 1,2 millones de personas de diferentes edades, aunque con una media de 45 años. La mayoría de los participantes, el 35,7%, tenían entre 16 y 39 años, pero también hubo un significativo grupo de mayores de 60, que representaron el 28% de los voluntarios.
El estudio se realizó inmediatamente después de iniciarse la campaña de vacunación, entre el 20 de diciembre y el pasado 1 de febrero, mediante la técnica de establecer dos grupos de similares características en cuanto a edad, sexo, enfermedades y lugar de residencia y comparar resultados. La mitad de ellos fue vacunado y la otra mitad recibió una sustancia de placebo.
La investigación israelí también podría aportar algunas claves, de momento no conclusiones definitivas, sobre el efecto que la fórmula germano-estadounidense tiene sobre la variante británica, al parecer hasta un 50% más contagiosa que la china. ¿Por qué? Porque en el momento en que se realizó el trabajo la cepa detectada por primera vez en la localidad inglesa de Kent representaba el 80% de los casos de coronavirus diagnosticados en Israel.
Esa circunstancia, sin embargo, parece no ser suficiente para los científicos que firman el trabajo, aunque tampoco lo descartan. «Aunque no podemos proporcionar una estimación de la eficacia específica para la variante británica, la meseta observada durante los últimos periodos en la curva de incidencia acumulada para las personas vacunadas sugiere que la vacuna también es eficaz para esta variante». Se trata, según consideran, de una «observación consistente con informes anteriores que presentaron muestras de anticuerpos neutralizantes preservados». La buena noticia se acompaña de otra que no lo es tanto: «Existen indicadores de que en las personas con enfermedades previas, la vacuna funciona levemente peor».
Vistos los resultados, el gigante americano-europeo se ha marcado ahora un nuevo desafío. Pfizer-Biontech investiga ahora si una tercera dosis es capaz de doblegar también a la variante sudafricana. «Estamos preparados para el caso de que una cepa se vuelva resistente», anunció el director general de Pfizer, el español Albert Bourla.
La mitad de las dosis que acumula el Gobierno vasco con el argumento de garantizar la segunda dosis a los ciudadanos que hayan recibido la primera pertenece a la fórmula del consorcio Pfizer/Biontech (P/B). Son en total 22.236 inyecciones, que se suman a 2.950 de Moderna y 18.950 de Astrazéneca, una formulación de la que, según datos del miércoles, sólo se han utilizado 1.919 de las 37.900 recibidas.
El delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, se mostró ayer irónico al afirmar que «confía en que que el Gobierno Vasco «acierte» con su estrategia de reserva de vacunas. Según indicó, Euskadi almacena en total 80.000 dosis. «Hasta ahora, al menos, no ha habido ningún problema» ni en el resto de autonomías ni en Europa de falta de segundas dosis, destacó.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.