Pablo Sáenz San Juan
Lunes, 3 de mayo 2021
«Me da un poquito de miedo», reconocía Elvira Crespo mientras esperaba su turno frente a la puerta 12 de la Plaza de Toros de Illumbe, en Donostia. En un momento recibiría la primera dosis de AstraZeneca que le protegerá del Covid-19. Como ... ella, fueron varios miles los ciudadanos guipuzcoanos de entre 66 y 70 años que fueron citados este fin de semana por Osakidetza en el vacunódromo donostiarra para recibir la polémica dosis de Oxford. La de ayer fue la segunda jornada de inoculación de esta franja de edad que, hasta este momento, se había quedado en el limbo.
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La campaña de vacunación en Euskadi avanzaba con la inmunización a la población de 70 años en adelante con las soluciones de Pfizer, Moderna y, más recientemente, Janssen. El pasado jueves, Osakidetza envió los primeros SMS a la población de entre 66 y 70 años -un colectivo de cerca de 42.000 guipuzcoanos-. Tras la llegada de una nueva remesa de 73.800 viales de AstraZeneca a Euskadi el pasado viernes, el servicio vaso de Salud comenzó una nueva tanda de vacunación a los ciudadanos notificados el día anterior. No obstante, fue el sábado cuando la campaña relámpago de vacunación masiva comenzó a coger ritmo entre la población sexagenaria. Muestra de ello son las 7.200 personas mayores de 60 años que acudieron a Illumbe el fin de semana.
Crespo, de 68 años, señaló que hubiera preferido recibir la dosis de otra firma porque en torno a la de Oxford «hay mucha polémica y no sé si será verdad o no lo que dicen de los trombos y los efectos secundarios». Estaba preocupada, pero no lo suficiente como para negarse a recibir el pinchazo. No obstante, puntualizó que «prefiero estar vacunada a no estarlo, aunque sea AstraZeneca».
Seguida de Crespo, Arantza Marticorena cogió su cita en Illumbe a las 10.40 horas. Nada más salir del recinto tras vacunarse reconoció que «ha sido un pinchazo muy leve, ni me he enterado». A sus 69 años ha recibido la solución de Oxford, algo que «me preocupa porque en la prensa se leen muchas cosas». Le inquieta la aparición de efectos secundarios. Por ello, la donostiarra asegura que «hubiese venido más tranquila con la vacuna de Pfizer o la de Moderna». A pesar de la controversia que envuelve a la vacuna de AstraZeneca, Marticorena explicó que no va a quedarse con la incertidumbre del qué podrá pasar. «¡Faltaría más!», exclamó. «No le voy a dar vueltas al coco, de salud ando bien».
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«Pues ya estoy pinchada», anunció Usoa Illarramendi minutos después de recibir la inoculación contra el Covid-19 a las 10.45 horas. Salió del recinto tranquila, sin ningún tipo de remordimiento ni temor. «Me he quedado tan pichi», apuntó con firmeza. A pesar de toda la controversia que rodea a la dosis de AstraZeneca, a la zarautzarra de 69 años no le preocupó haberse inoculado la solución tan cuestionada. No obstante, reconoció que «no la esperaba, me he vacunado porque había que hacerlo». Así, Illarramendi se marchó con la misma serenidad con la que llegó.
En la misma línea que Illarramendi y con el mismo sosiego, llegó al vacunódromo donostiarra de Illumbe Juan Ignacio Arriola, de 69 años. «No me da miedo vacunarme porque pienso que no hay otra alternativa», aseguró con buen talante. El donostiarra, momentos previos a acudir a su cita de la que saldría con un pinchazo, reconoció estar tranquilo, «si no, no lo haría», argumentó. No le preocupa en especial los efectos secundarios que puede acarrear la dosis de AstraZeneca. «Al cien por cien seguridad no hay en nada. Cada vacuna tendrá sus cosas», apuntó.
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Su mujer, Mari Paz Urretxu, apuntó que «mi marido está más que acostumbrado a las vacunas, se pasa el día poniéndolas». Arriola fue ATS y actualmente está jubilado. «En San Juan le llaman 'El Banderillas' por todas las inyecciones que pone», contó entre risas Mari Paz mientras su marido hacía fila frente a las escaleras que dan paso a la puerta 12 de la Plaza de Toros, donde, esta vez, fue él quien recibió el escudo viral desarrollado por Oxford.
Osakidetza ha alertado de un mensaje falso trasladado a través de redes sociales que anima a acudir a vacunarse en varias localidades vascas para evitar que se tiren dosis. En su cuenta de Twitter, el Departamento de Salud indica que «no es cierto» un mensaje difundido en las últimas horas, y que decía que es necesario encontrar a 100 vecinos de determinadas localidades, de entre 65 y 69 años, para que fueran a vacunarse ayer, ya que, de no ser así, habría que tirar las dosis.
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