

Secciones
Servicios
Destacamos
Ainhoa de las Heras
Barakaldo.
Jueves, 3 de abril 2025, 02:00
Felisa S.P., de 90 años, vivía sola con su hijo pequeño, Juan Carlos, de 53, desde antes de que enviudara, en 1992, en ... el domicilio familiar de la calle Dolores Ibarruri de Barakaldo. Murió el 26 de abril de 2022 en el hospital de Cruces, donde había ingresado en estado terminal tres días antes. En los últimos años, especialmente tras la pandemia, había empeorado su estado de salud, hasta el punto de que necesitaba de su hijo para que le hiciera la comida, le aseara y administrara la medicación.
La mujer caminaba «encorvada» con ayuda de un bastón por un problema en las vértebras del que «no se había querido operar, por lo que sufría fuertes dolores», según otro de sus hijos. Además de parches de fentanilo, tomaba Sintrom y pastillas para la incontinencia urinaria. Juan Carlos trabaja como vigilante de seguridad a turnos de mañana, tarde o noche, de entre ocho y doce horas, en los que la mujer se quedaba sola en casa. Tenía otros dos hijos, de los cuales uno se presenta como acusación particular. Debido a su dificultad deambulatoria, sufría frecuentes caídas y presentaba ya cierto grado de demencia y deterioro cognitivo. El hombre confesó a su entorno que en ocasiones cuando llegaba a casa llevaba horas tirada en el suelo porque no se podía levantar.
Juan Carlos se sienta en el banquillo de los acusados por los delitos de abandono de familia, lesiones y omisión del deber de socorro. La Fiscalía pide para él ocho años de prisión y las acusaciones particular y popular, que ejerce la asociación Clara Campoamor, doce. El hombre fue detenido bajo la acusación de homicidio por la Ertzaintza el 9 de junio de 2022 e ingresó en prisión provisional, aunque tras el informe de autopsia, que evidenciaba que la fallecida presentaba dos hematomas compatibles con una agresión con un objeto contundente en la cabeza, aunque no de suficiente entidad para causarle la muerte de manera inmediata, fue puesto en libertad provisional. Según los forenses, no se podía descartar que de haber sido atendida a tiempo la mujer hubiera sobrevivido
El juzgado de instrucción número 4 de Barakaldo encargó a la Ertzaintza que investigara las circunstancias de la muerte. El agente instructor del caso declaró ayer que tomaron declaración a Juan Carlos en dos ocasiones como testigo. Su primera versión fue que la nonagenaria había sufrido una «caída unos ocho días antes» mientras él estaba trabajando, pero los ertzainas comprobaron que esos días él estaba libre, así que se retractó y dijo que había sido «entre dos y tres días antes».
Finalmente, el hombre, lleno de «contradicciones», se vino abajo y «confesó que había golpeado en la cabeza a su madre con el bastón. En ese momento, paramos la declaración, llamamos al juzgado y le detuvimos», relató ayer el ertzaina ante la jueza.
Otro de los hermanos, que no veía a su madre desde hacía dos meses «por miedo a contagiarla de Covid», defendió que Juan Carlos «cuidaba bien de ella» y que la mujer «no era una inválida como se está diciendo sino que se valía bien por sí misma».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.