El terrible incendio que ha arrasado este jueves dos torres de 14 y 10 plantas, respectivamente, de una urbanización de apartamentos en Valencia ha dejado al menos seis muertos y se buscan hasta a 13 personas a las que no se ha localizado. Además, hay ... otras 14 heridas (seis bomberos y el resto civiles), en un balance que se antoja aún provisional y que podría elevarse . Las llamas se extendieron con rapidez inusitada por la fachada y una enorme columna de humo se pudo divisar desde varias poblaciones cercanas a la capital levantina durante buena parte de la tarde-noche.
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El desconocimiento de gran parte de la población sobre cómo actuar ante las llamas, sumado al pánico que estas generan y a los numerosos falsos mitos, son causa de conductas de riesgo que llegan a costar vidas. «La gran mayoría de las muertes de las personas que huyen de un incendio se podrían evitar», aseguran los bomberos. Y son muchas, ya que las intoxicaciones provocan el 65% de las muertes en incendios. E
Y es que en caso de incendio el primer impulso es el de huir y el de alertar al resto de vecinos para que lo hagan. Pero es un error. «Se suceden las imágenes de personas tirándose por la ventana que ponen en riesgo sus vidas cuando el incendio ni siquiera es en sus casas», advierte Carmelo Alonso, suboficial del parque de bomberos de San Sebastián.
El fuego se alimenta del oxígeno, por tanto «si controlamos el aire, controlamos el incendio». El simple gesto de cerrar una puerta puede confinar el fuego en la habitación donde se ha generado, sin que se traslade al resto de la casa. Y lo que es más importante, evita que el humo salga hacia la escalera, convirtiéndola en un hueco mortal que pone en riesgo a todos los vecinos del inmueble.
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Los incendios que se extienden por un edificio son provocados porque los vecinos del inmueble afectado huyen del mismo dejando la puerta abierta. Los bomberos explican que cuando el incendio se desata en nuestra vivienda, si no podemos apagarlo con un extintor, lo primero que hay que hacer es cerrar la puerta del habitáculo donde están las llamas y salir a la calle cerrando todas las puertas que vayamos encontrando, incluida la principal, que evitará que el fuego se extienda al resto del edificio. «Es importante que cojamos las llaves de casa y esperemos en la calle a los bomberos para darles toda la información necesaria sobre el suceso», explica Alonso.
En caso de que no podamos abandonar la vivienda, cerraremos asimismo todas las puertas que encontremos y nos colocaremos en el extremo opuesto a donde está al fuego. «Hemos visto muchas casas totalmente calcinadas en las que una habitación, la única que tenía la puerta cerrada, queda intacta», asegura el bombero.
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Si vivimos en una planta superior respecto a donde se ha originado el fuego se recomienda no salir de casa, alejarse de la puerta y colocarnos en el punto más lejano de la casa respecto al incendio. En caso de tener un balcón alejado de las llamas y del humo, lo óptimo sería cerrar todas las puertas y esperar ahí a la llegada de las emergencias. Si el humo ha invadido el hueco de la escalera, poner toallas humedecidas bajo el marco de la puerta de entrada contribuirá a que este no pase, aunque los bomberos insisten que una puerta cerrada es el aislante suficiente contra el fuego y el humo. En el caso del incendio mortal ocurrido el año pasado en Intxaurrondo, los miembros de la familia que se refugiaron en el balcón fueron rescatados ilesos.
Los vecinos que viven en los pisos situados por debajo de la vivienda incendiada son los que menos peligro corren, ya que el fuego y el humo siempre se desarrollan hacia arriba, no hacia abajo. «Hacia arriba tarda segundos, hacia los lados minutos, y hacia abajo horas», explica Carmelo Alonso, por lo que «podríamos permanecer dentro de casa tranquilamente». En caso de que el fuego se inicie en el portal, los bomberos insisten en permanecer en casa con la puerta cerrada.
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Hay otras conductas de riesgo que están muy extendidas, como la de cómo actuar en caso de que una sartén coja fuego. «Nunca jamás echarle agua, porque las llamas se expanden. Cubrirla con una tapa o un paño húmedo».
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