Un joven de 26 años ha sido interceptado por la gendarmería de Baiona circulando con su venículo a 180 kilómetros por hora por la autopista A63, a la altura de Urrugne. El conductor dio positivo en alcohol y cocaína y además no tenía ningún punto en su carnet de conducir.
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El conductor, al volante de un Mercedes Clase A, alcanzó dicha velocidad de 180 km/h a en la autopista A63 a su paso por la localidad vascofrancesa de Urrugne, cuando la velocidad máxima permitida en esa zona es de 130 kilómetros por hora. La gendarmería de Baiona utilizó su espectacular coche Alpine110 para interceptar unos kilómetros más adelante al conductor, que fue sometido a pruebas que revelaron su positivo en alcohol y estupefacientes, concretamente cocaína.
Además, los gendarmes constataron durante la identificación que el joven no tenía ninguno de los 12 puntos del carnet, por lo que su vehículo fue inmovilizado y su conductor, detenido. Los hechos ocurrieron este pasado domingo.
Los Alpine A110 fueron adquiridos por la policía francesa hace dos años para poder competir en persecuciones con los delincuentes. La flota de 26 vehículos repartidos por todo el país a manos de la Gendarmería forman parte del conocido como Équipe Rapide d'Intervention.
Se trata de coches con motor de cuatro cilindros y 252 CV, capaces de acelerar de o a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. Posteriormente a la flota se añadieron varios vehículos en la versión GT y S, aún más potentes, de 300 CV. Están valorados en un precio de entre 62.000 y 74.000 euros cada uno según la versión.
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