El donostiarra de 73 años corneado en el encierro: «He tenido suerte porque fue cerca del corazón»

Juan Miguel Osinalde Echániz, donostiarra de 73 años, quería correr el día 7, como solía hacer en sus años de juventud. «Yo me preparaba y corría para la época de Julen Madina», dijo orgulloso. Sin embargo, no pudo llegar y cambió de planes, para correr el viernes 12, ante la peligrosa manada de Jandilla. El guipuzcoano recibió una cornada en la axila izquierda en el tramo de Santo Domingo. Se encuentra estable, pero sin saber hasta cuándo permanecerá en la habitación del Hospital Virgen del Camino: «Sigo preguntando y me dicen que ya veremos». Lo que sí reconoce es que ha tenido fortuna: «Los médicos me han dicho que he tenido mucha suerte porque la herida fue muy cerca del corazón».

«No son matemáticas, pero la manada sale por la izquierda», ha dicho. Al escuchar el cohete se arrimó a la pared derecha, en donde se encontró con el asta de un toro. «Resulta que había un toro rebotando por la derecha y me pilló. Tengo una laguna. No me acuerdo», aseguró el corredor, al intentar contar el momento en que recibió la cornada al inicio de la carrera.

Otra gran sorpresa para el corredor fue la de enterarse que esa mañana correría junto a los toros de la ganadería Jandilla. Lo supo al llegar al mismo tramo de Santo Domingo. «Esos son los malos», ha reconocido hoy desde la cama del hospital.

Hace décadas que Osinalde corre en el encierro, incluso entrenaba para la ocasión. Solía esperar a la manada en el Ayuntamiento y en el tramo de Telefónica, sus dos tramos favoritos. Sin embargo, desde hace unos años, asiste a los cánticos en Santo Domingo para «cumplir con el rito». «Los últimos años me ponía debajo del santo, hacía los cánticos y me echaba hacia un lado». El plan para este año fue participar en el encierro de esa misma manera, pero no salió como esperaba. De hecho, es la primera vez que sale herido de la corrida.

El empresario de San Sebastián tenía planificado correr el día de San Fermín, como ha hecho toda la vida, pero no pudo llegar a Pamplona para esa fecha. Fue en la mañana del día 12 cuando pudo llegar a la capital navarra junto a la novia de su sobrino, una francesa que se animó a correr por primera vez el encierro junto a él. Sin embargo, Juan Miguel Osinalde se quedó solo antes del tercer cántico. «Llegamos a las 7 y no la dejaron entrar». Los policías municipales no le permitieron correr a ella porque llevaba un bolso: «Me quedé solo ahí y sin periódico».

El herido no tiene relación especial con Pamplona, pero sí con los Sanfermines. Recuerda disfrutar de las fiestas desde que tiene 15 años. Alberga muchas memorias de las fiestas. Entre las más destacadas, la de conocer a Julen Medina durante un encierro. «Lo conocí corriendo, cuando todavía tenía pelo», ha recordado este sábado.

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