El drama cuatro días después de la DANA en Catarroja: «La Guardia Civil no ha llegado hasta hoy y nos ha preguntado si había cadáveres en el garaje»

Almudena Buciega es profesora en la Universidad de Valencia y narra por teléfono que el martes «la universidad fue uno de los centros que enseguida suspendió las clases, supongo que pensando en toda la gente que se desplazaba desde fuera, porque ya había problemas en los desplazamientos. Yo como no tenía que dar clases me quedé en casa, pero la gente siguió haciendo vida normal por la tarde, porque no había ningún aviso de que no saliéramos de casa», admite. «Yo desde el lunes por la noche estuve mirando el Telegram del Ayuntamiento de Catarroja para ver si suspendían las clases o no, porque sabía que en algunos municipios sí que las habían suspendido, pero mis hijos fueron al instituto tan normal, y mi hijo acudió a la academia esa misma tarde», recuerda.

Almudena confiesa que tuvo «sensaciones bastante raras» durante todo el día. «El día estaba muy gris, había mucho aire. Empezó a llover y me vino un olor a tierra muy fuerte. Yo estaba trabajando desde casa y entonces empezó a oírse un ruido muy fuerte a eso de las 18.30 horas. Salí al balcón, miré para abajo y vi que el agua avanzaba por la calle con una velocidad terrible. Siete minutos después el agua ya empezaba a arrastrar los coches. Todo pasó muy rápido», narra todavía sorprendida.

Afortunadamente, los hijos de Almudena estaban en casa y sobre su exmarido que vive en Valencia relata que «había venido a traerle ropa a mi hijo y no le pilló volviendo de milagro porque se fue pronto. No hubo sensación de peligro en ningún momento y bueno, la alerta llegó a eso de las 19.04 horas, cuando ya teníamos un metro y medio o más de agua en el edificio. Yo vivo en el tercero, pero los vecinos de los primeros pisos lo pasaron bastante mal porque las plantas bajas se han inundado por completo».

Al día siguiente, Almudena Buciega explica que «no tuvimos la ayuda de nadie, de ningún policía ni de nadie. No sabíamos ni qué hacer. Nos pusimos a quitar con las manos la tierra que se había quedado acumulada en la puerta del portal para poder abrir la puerta y empezar a sacar tierra y barro del rellano. También tenemos un patio que tiene tres escaleras y una sala interior y está todo completamente inundado».

El viernes la situación seguía igual, aunque con voluntarios que se volcaron en ayudar. «Ayer había muchísimos voluntarios por todo el pueblo, gente valiente que ha intentado ayudar, pero sin ningún tipo de organización, ni control, ni nada». Y es que, según narra Almudena, «han pasado cuatro días para que empecemos a ver aquí movimiento de profesionales. Lo más increíble y lo más indignante es que los bomberos y la Guardia Civil no han aparecido hasta hoy y solo para preguntarnos si creíamos que había algún cadáver en el garaje. Es descorazonador, nos hemos sentido abandonados», admite, además de lamentar la falta de información.

A esta vecina de Catarroja ahora le preocupa la «insalubridad terrible» que hay en la calle y en el edificio. «El olor que hay es insoportable, huele a alcantarilla, además, seguramente haya animales muertos en la calle. Es todo caos alrededor, casi todo el pueblo ha perdido el coche, la luz va y viene y no tenemos agua, lo único que nos queda es esperar, porque el Ayuntamiento nos ha dicho que esto puede durar meses y que al menos hasta diciembre no esperemos volver a la normalidad», finaliza.