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Marina León
Jueves, 1 de agosto 2024, 07:35
El pasado viernes aparecía el cuerpo sin vida de la vizcaína Eneritz Argintxona Fraile en una playa de Panamá. La joven de Erandio de 30 años desapareció hace una semana en Bocas del Toro, donde se encontraba pasando unos días de vacaciones. La Fiscalía del ... país centroamericano ha confirmado su muerte y no descarta que haya sido asesinada. Según ha indicado la Policía, hay «indicios» de que se trate de un homicidio.
El cadáver de la víctima ha sido hallado en Isla Carenero, un enclave paradisíaco rodeado de playas vírgenes. Esta isla larga y boscosa atrae a miles de viajeros en busca de tranquilidad, naturaleza y olas perfectas. Todo esto alejado de las multitudes. En varias guías turísticas de la zona se describe el lugar como «tranquilo, seguro y agradable para pasar tanto el día como la noche».
Este islote forma parte del archipiélago Bocas del Toro -uno de los lugares con mayor diversidad biológica del planeta-, junto a la isla Colón, la de Bastimentos, Solarte y San Cristóbal. Todas ellas rodeadas de arena blancas y aguas cristalinas a una temperatura constante de 26°C, perfectas para practicar snorkel en sus formaciones de coral.
La última vez que se vio a Eneritz fue el pasado miércoles en el hostal de Isla Carenero en el que se alojaba. Una zona llena de bares, restaurantes y hoteles, muchos de ellos a pie de playa o directamente sobre el agua. Carenero está justo enfrente de la colorida y frenética Colón, capital de la provincia, Bocas Town. Se puede cruzar de una a otra en tan solo dos minutos a bordo de un taxi acuático.
La vizcaína había llegado a pasar unos días después de trabajar como cooperante. Fuentes de su entorno aseguran que la idea era que retornara a Bizkaia la semana que viene tras varios meses fuera de casa.
La Unidad Central de la Ertzaintza solicitó el viernes información sobre las pesquisas que se estaban realizando para identificar el cuerpo. A pesar de que todo apuntaba de que se trataba de Eneritz, la identidad del cadáver se debía confirmar con las correspondientes pruebas genéticas. Finalmente, la Policía ha cotejado que el ADN de la madre de la víctima coincide con el de la joven.
El Ministerio Público, que ha iniciado las diligencias de campo para dar con los responsables, ha indicado que la necropsia ha reflejado que Argintxona falleció como consecuencia de un «traumatismo craneoencefálico». Las autoridades han localizado, de hecho, algunas de las pertenencias de la víctima, así como «indicios de los posibles autores».
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